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Desaceleración económica en México amenaza luna de miel de AMLO

La popularidad del nuevo presidente está en riesgo por indicios de un debilitamiento de la economía

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Desaceleración económica en México amenaza       luna de miel de AMLO
Andrés López Obrador, presidente de México.

Jude Webber

Manuel León estaba mirando con nostalgia un televisor de pantalla grande en un centro comercial de la Ciudad de México. “Sólo gasto en lo necesario: comida y alquiler. Para un lujo como un televisor, éste no es el momento”.

Es una queja común. A pesar de los altos índices de aprobación que disfruta el presidente Andrés Manuel López Obrador, o AMLO como se le conoce popularmente — quien cumplió 100 días en el cargo el domingo y ya le ha dado dinero a la gente al aumentar las ayudas estatales —, muchos mexicanos se están apretando el cinturón. La mayoría de los datos apuntan a perspectivas económicas para este año que están empeorando rápidamente, a pesar de las continuas promesas de mayor crecimiento hechas por el presidente.

Las ventas minoristas cayeron a su nivel mínimo en cinco años en diciembre. Las ventas de coches — un barómetro clave en un país donde el gasto del consumidor ha impulsado el crecimiento en los últimos años — fueron casi un 7 por ciento más bajas en febrero que en enero.

“La gente está esperando las ventas”, dijo José Luis Hernández, un vendedor de artículos de cocina quien dice que también ha tenido que reducir sus gastos personales. “Ha habido una gran caída. No creo que las cosas mejoren este trimestre”.

Sergio, un vendedor de seguros de 75 años de edad, dijo: “En cualquier otro año, para este momento ya habría planeado mis vacaciones”.

La confianza empresarial se ha visto afectada después de que las instituciones financieras, entre ellas el Banco de México, recortaron sus pronósticos para 2019 en las últimas semanas. El más bajista, el Bank of America Merrill Lynch, ahora señaló un objetivo de crecimiento del 1 por ciento, la mitad de lo que ha previsto el gobierno.

La inversión extranjera directa disminuyó un 1.5 por ciento en 2018, mientras que la fuga de capitales el año pasado aumentó un 72 por ciento hasta los US$9.6 mil millones, según datos oficiales.

Después de la decisión del presidente de cancelar la terminación de un aeropuerto de US$13 mil millones parcialmente construido, las compañías siguen mostrándose cautelosas y “la realidad es que todavía no hay suficiente confianza para invertir”, como dijo el presidente de un importante grupo mexicano.

“Hay muchos proyectos en espera y las ventas son bajas”, coincidió Nicolás Pastrana, quien vende cables eléctricos a empresas y tiene clientes entre las compañías que construyen el desafortunado aeropuerto. “No tengo mucha fe en que las cosas mejoren”.

Los temores de una recesión inminente en EEUU, vecino de México y su mayor socio comercial, completan este panorama sombrío.

El Sr. López Obrador, quien se encuentra en una cruzada para revocar lo que califica de políticas neoliberales “fracasadas” implementadas durante las últimas tres décadas, no comparte el pesimismo. Predice que el crecimiento aumentará a un promedio del 4 por ciento durante su mandato de seis años, el doble de la estancada tasa promedio de crecimiento de México durante una generación.

El presidente de 65 años de edad, quien goza de índices de popularidad de hasta el 80 por ciento, les achaca los males de México a la corrupción generalizada y a las reformas económicas aprobadas por su antecesor.

Como parte de sus programas de máxima prioridad, duplicó el salario mínimo y redujo los impuestos en la región fronteriza con EEUU; duplicó las pensiones de jubilación y los estipendios para discapacitados; e implementó becas y programas de aprendizaje para estudiantes y jóvenes desempleados.

También ha presentado ambiciosos proyectos de infraestructura, que incluyen dos rutas de tren en el sur de México y una polémica refinería.

Sin embargo, tras prometer también un superávit primario del 1 por ciento para este año, el Sr. López Obrador ahora enfrenta decisiones difíciles conforme la desaceleración afecta los ingresos del gobierno y la confianza internacional.

El gobierno no cumplió sus propias proyecciones de ingresos en enero y las agencias calificadoras han emitido calificaciones negativas, tanto en la deuda soberana de México como en la de su compañía más grande, el grupo petrolero estatal Pemex, lo cual aumenta el riesgo de una rebaja de la calificación soberana que aumentaría el costo de financiación.

Los ingresos provenientes del petróleo cayeron un 52 por ciento en términos reales en enero, mientras que los ingresos por impuestos sobre las ventas se hundieron un 12.3 por ciento. El ingreso presupuestario en general cayó un 7.5 por ciento en comparación con enero de 2018 y fue de 24.4 mil millones de pesos (US$1.3 mil millones) por debajo del objetivo de este año, dijo la Secretaría de Hacienda.

AMLO sostiene que su enfoque será correcto. “Vamos a demostrar que la economía va a crecer más” que las expectativas del mercado, dijo recientemente.

No obstante, hay indicios de que el gobierno ha comenzado a darse cuenta de la realidad. El Sr. López Obrador rechazó un polémico proyecto de ley para reducir las altas comisiones bancarias que provocó un colapso de las acciones bancarias; ahora, parece probable que se apruebe un proyecto de ley diluido.

También frenó una iniciativa para aumentar el poder del presidente ejecutivo de Pemex en medio de temores de los inversionistas.

El optimismo del Sr. López Obrador puede ser la clave para explicar lo que es quizás la parte más sorprendente de los datos en México: un alto nivel de confianza del consumidor, que aumentó casi 6 puntos porcentuales en febrero en términos desestacionalizados. El Sr. López Obrador retiene muchos partidarios, quienes le dan el beneficio de la duda. Omar Quijano dijo que las ventas se mantenían estables en la tienda de bicicletas donde trabajaba, y se mostró optimista.

“Creo que la economía mejorará. Aunque él sea un populista o un socialista, el hecho de que las personas tienen dinero creará gastos. No es lo mismo si el capital se acumula en unas pocas manos”, dijo.

Edna Jaime, directora de México Evalúa, un grupo de expertos, dijo que había “una desconexión entre las expectativas y la realidad” entre los mexicanos, quienes todavía creen en las promesas de AMLO de erradicar la corrupción, elevar los niveles de vida y fomentar el crecimiento, aun cuando se multiplican las señales de que la economía se está desacelerando.

Ese deseo alimentará la confianza “hasta que la realidad demuestre lo contrario”, dijo la Sra. Jaime. “La esperanza es lo último que se pierde”.

©The Financial Times Ltd, 2019. Todos los derechos reservados. Este contenido no debe ser copiado, redistribuido o modificado de manera alguna. Diario Libre es el único responsable por la traducción del contenido y The Financial Times Ltd no acepta responsabilidades por la precisión o calidad de la traducción.

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