El Papa pide perdón por líderes de la iglesia que “guardaron silencio” sobre los abusos

El papa Francisco pidió perdón por los líderes de la iglesia que “guardaron silencio” ante el abuso de niños y madres solteras, y prometió ser “firme y decidido” en la búsqueda de la verdad y la justicia al final de una visita de dos días a Irlanda que estuvo dominada por el escándalo.

Pero mientras enormes multitudes se reunían el domingo en el parque más grande de Dublín para escuchar al papa Francisco oficiar la misa durante un día lluvioso, el Pontífice enfrentaba las acusaciones hechas por un ex diplomático del Vaticano de que durante cinco años supo sobre las acusaciones de abuso contra un importante cardenal estadounidense antes de finalmente aceptar su renuncia el mes pasado.

No hubo comentarios por parte de la Iglesia Católica sobre las acusaciones hechas por el arzobispo Carlo Maria Vigano, un conservador de línea dura que es el embajador retirado del Vaticano en Washington. La intervención del Dr. Vigano, en una carta a los medios eclesiásticos conservadores en EEUU en medio de la visita del Papa a Irlanda, se produce en un momento muy delicado.

El papa Francisco, a quien se le había instado a abrir los registros del Vaticano sobre los abusos del clero en todo el mundo, se disculpó con los católicos la semana pasada después de que un gran jurado estadounidense descubriera que unos 300 sacerdotes de Pensilvania habían abusado a más de 1,000 niños.

Ante el aplauso de miles de peregrinos reunidos en el Phoenix Park de Dublín, el Papa pidió perdón por los sacerdotes que maltrataron a las mujeres albergadas en hogares institucionales para madres solteras. A estas mujeres a menudo se les decía que era un “pecado mortal” buscar a los niños que habían sido separados de ellas, y a los niños que buscaban a sus madres se les decía lo mismo. “Esto no es un pecado mortal”, dijo el Papa.

“Pedimos perdón por las veces que como iglesia no les mostramos a los sobrevivientes, de cualquier tipo de abuso, la compasión en la búsqueda de la justicia y la verdad, en acciones concretas”.

Alrededor de 500,000 personas recibieron boletos en línea para la misa al aire libre del Papa. Aunque asistieron decenas de miles de personas, de las cuales algunas contaron cómo viajaron durante la noche para estar allí, las imágenes de televisión mostraron grandes espacios vacíos.

Los años de escándalo han mermado la autoridad y la credibilidad de una iglesia que alguna vez dominó Irlanda. Leo Varadkar, el primer ministro irlandés, le pidió al Pontífice que utilizara su autoridad para garantizar justicia a los sobrevivientes de los abusos. Después de reunirse con el papa Francisco el sábado, el Sr. Varadkar dijo que había llegado el momento de construir una “nueva relación” entre Irlanda y la iglesia.

Aunque el Papa dijo que el hecho de que la iglesia no abordó los “repugnantes crímenes” causó “dolor y vergüenza” que él compartía, los sobrevivientes de los abusos dijeron que debía haber tomado más medidas. Mannix Flynn, un concejal y dramaturgo de Dublín quien hace campaña por los derechos de las víctimas de abuso, organizó una protesta de un solo hombre el sábado cuando el Papa estaba recorriendo la ciudad en su papamóvil. “Hay muy buenos discursos. Pero lo que buscamos son buenas acciones”, dijo.

Pero Veronica Harris del Condado de Tipperary dijo que esperaba que el papa Francisco finalmente resolviera el escándalo de los abusos. “No creo que él quiera evitar enfrentar las dificultades”, dijo, mientras esperaba el domingo para ver al Pontífice.

“Esto es muy necesario: llegar al fondo de todo este desastre y rendir cuentas, y avanzar con transparencia y verdad absoluta”.

Financial Times