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Investigación de EEUU sobre impuestos digitales amenaza aún más aranceles

Parece que Washington quiere demostrar su poder e insistir en que continúen las conversaciones de la OCDE

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Investigación de EEUU sobre impuestos digitales amenaza aún más aranceles
Donald Trump y el representante comercial de EEUU Robert Lighthizer. (PABLO MARTINEZ MONSIVAIS/AP)

EEUU tal vez está experimentando unos de los peores disturbios desde la década de 1960 después del asesinato de George Floyd en Minneapolis la semana pasada, pero la inclinación de Washington por amenazar con imponer aranceles a los socios comerciales no tiene límites.

La oficina del Representante de Comercio de EEUU, encabezada por Bob Lighthizer, anunció el martes que lanzaría una investigación basada en la Sección 301 de una gran cantidad de países que habían implementado, o delineado planes para implementar, un impuesto a los servicios digitales. En el centro de las discusiones está la cuestión de cómo gravar el comercio electrónico transfronterizo. Muchos de los impuestos digitales imponen el impuesto a los ingresos de una empresa donde se generan, incluso si la empresa no tiene presencia física allí.

Las reglas de la Sección 301 se usaron para imponerle aranceles punitivos a China, y también se han probado con respecto a los servicios digitales en el caso de Francia. Una investigación de EEUU el año pasado sobre el impuesto que Francia había amenazado con imponerles a los proveedores de servicios digitales concluyó que discriminaba injustamente a los gigantes tecnológicos estadounidenses como Google, Amazon y Facebook, y como resultado los funcionarios estadounidenses dijeron que impondrían aranceles de hasta 100 por ciento sobre bienes franceses con valor de US$2.4 mil millones.

En enero, Washington y París llegaron a una tregua. Los funcionarios franceses acordaron retrasar el impuesto digital, los funcionarios estadounidenses dijeron que pospondrían sobre los aranceles, y ambas partes dijeron que esperarían para ver a qué tipo de acuerdo multilateral llegarían los casi 140 países que están participando en las conversaciones sobre impuestos digitales globales en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con sede en París, durante el próximo año.

El anuncio del martes, que lista a la UE, el Reino Unido, Austria, Brasil, la República Checa, India, Indonesia, Italia, España y Turquía como los países bajo investigación, sugiere la impaciencia estadounidense con respecto al progreso de esas conversaciones. Una reunión de la OCDE para discutir la reforma fiscal corporativa programada para julio se pospuso hasta octubre, debido a la pandemia de coronavirus. Parece que la oficina del representante comercial de EEUU no puede distraerse tan fácilmente de su descontento con lo que ve como un ataque contra las compañías de Silicon Valley.

Es poco probable que esta amenaza sea bien recibida en las capitales europeas, particularmente en Bruselas y Londres, donde los diplomáticos están involucrados en negociaciones comerciales en curso con Washington. Y es otro revés para las conversaciones en gran medida estancadas y limitadas entre EEUU y la UE. Sigue sin resolverse una discusión sobre los subsidios estatales para las aerolíneas, la batalla sobre el futuro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) se está agudizando y el futuro de un “mini acuerdo” comercial sigue nublado por la incertidumbre.

EEUU también está participando en conversaciones comerciales con India, que a principios de este año amplió un impuesto digital existente, mientras que España está preparando un impuesto que podría entrar en vigencia el próximo año. Los grupos de presión empresariales estadounidenses que están muy interesados en las diversas conversaciones comerciales de EEUU admiten que la investigación “ciertamente no ayuda” a las relaciones comerciales. Myron Brilliant, jefe de la Cámara de Comercio de EEUU, un grupo de presión empresarial estadounidense, ha respaldado las negociaciones multilaterales que se están llevando a cabo por los países miembros de la OCDE.

¿Por qué está haciendo esto ahora EEUU? Algunos en Washington han señalado que un impuesto digital es una medida de recaudación de ingresos atractiva —ahora más que nunca — para los gobiernos que están distribuyendo efectivo para paquetes de estímulos relacionados con el coronavirus. Según el pronóstico del propio gobierno, el impuesto del 2 por ciento del Reino Unido sobre los ingresos generados por los usuarios de compañías tecnológicas del Reino Unido representa aproximadamente £500 millones.

Clete Willems, un ex funcionario comercial de la administración Trump y socio de Akin Gump, dijo que había una sensación de que los impuestos digitales habían proliferado incluso cuando las conversaciones de la OCDE parecían estancadas. “Esto destaca la importancia de una respuesta de la administración Trump para hacerles saber a los países que no pueden salirse con la suya con este tipo de políticas proteccionistas”, dijo.

¿Es probable que EEUU aplique aranceles a los socios comerciales europeos por esto? Parece un mal momento para reavivar la animosidad con Europa, pero aun así, podría hacerlo. Ya ha incrementado las sanciones en contra de la UE por la disputa de Airbus/Boeing este año, aunque de manera muy limitada. Parece más probable que Washington simplemente quiere demostrar su poder e insistir en que las conversaciones de la OCDE deben continuar según lo planeado, o sí se aplicarán más aranceles.

©The Financial Times Ltd, 2020. Todos los derechos reservados. Este contenido no debe ser copiado, redistribuido o modificado de manera alguna. Diario Libre es el único responsable por la traducción del contenido y The Financial Times Ltd no acepta responsabilidades por la precisión o calidad de la traducción.?

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