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Las Américas encuentran una causa común en contra de Maduro

Donald Trump es el primer presidente estadounidense en faltar a la Cumbre de las Américas desde su inicio hace 24 años

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Las Américas encuentran una causa común en contra de Maduro
Mike Pence, vicepresidente de EEUU, describió a Venezuela como “esencialmente un estado fallido” y al gobierno de Caracas como una “dictadura corrupta”. (AP/ ARIANA CUBILLOS)

Contenido sindicado

América Latina y EEUU han encontrado una rara causa común en contra de Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela, en una controvertida Cumbre de las Américas marcada por la decisión de Donald Trump de quedarse en casa para lidiar con el conflicto en Siria.

El Sr. Trump canceló apenas tres días antes del inicio de la cumbre de este fin de semana en Lima, convirtiéndose en el primer presidente de EEUU en faltar al evento desde su inicio hace 24 años. Algunos latinoamericanos dijeron que su ausencia era una señal de lo poco que le importaba la región.

El líder estadounidense envió al vicepresidente Mike Pence, en su lugar, pero un paso en falso de la Casa Blanca sólo sirvió para enfurecer aún más a los latinoamericanos. En una nota para periodistas, la oficina del Sr. Pence anunció que asistiría a un banquete ofrecido por Pedro Pablo Kuczynski, quien renunció el mes pasado como presidente de Perú.

La tensión comercial entre EEUU y China también ensombreció la cumbre. Las empresas latinoamericanas exportan miles de millones de dólares en materias primas a ambos países y desconfían de cualquier amenaza de aranceles adicionales.

Pero la mayoría de las naciones de las Américas estaban de acuerdo con respecto a Venezuela. Con la excepción de unos pocos países de izquierda, especialmente Cuba, la mayoría de ellos expresaron su preocupación por el éxodo de venezolanos que huyen de la hiperinflación, el hambre y el crimen en su tierra natal.

“Es increíble que Maduro siga en un estado de negación cuando está enfrentando una crisis tan clara, cuando todo el mundo puede ver con sus propios ojos cómo su gente se está muriendo físicamente de hambre”, dijo Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, quien ha cargado con el peso del éxodo. Colombia, Chile y Argentina dijeron que no reconocerían los resultados de las elecciones presidenciales de Venezuela, argumentando que la contienda del 20 de mayo no sería libre ni justa.

“Las elecciones no son democráticas, no son transparentes, no cumplen con los estándares mínimos de una sociedad verdaderamente democrática”, dijo Sebastián Piñera, presidente de Chile. “Yo pienso que ningún país que realmente crea en la democracia debería reconocer estas elecciones”.

El Sr. Pence describió a Venezuela como “esencialmente un estado fallido” y al gobierno de Caracas como una “dictadura corrupta”. “La responsabilidad del sufrimiento del pueblo venezolano se puede centrar en un solo hombre: Nicolás Maduro”, dijo.

Con el Sr. Maduro excluido de la cumbre, la defensa de Caracas recayó en La Habana, y en ocasiones los intercambios entre Bruno Rodríguez, ministro de relaciones exteriores de Cuba, y el Sr. Pence fueron una reminiscencia de los días más oscuros de la guerra fría.

El Sr. Rodríguez acusó a la administración Trump de promover “el odio, la división, el egoísmo, la calumnia, el racismo, la xenofobia y la mentira”. El descongelamiento de las relaciones entre las dos naciones bajo Barack Obama se ha revertido, dijo, y Cuba “no cederá un milímetro” en la forma en que lleva a cabo sus asuntos internos.

El Sr. Pence describió al gobierno cubano como un “régimen despótico que ha tratado de exportar su ideología fallida en toda la región”. Su delegación abandonó la sala de conferencias mientras hablaba el Sr. Rodríguez.

En cuanto al comercio, EEUU insistió en que no le había dado la espalda a América Latina. Wilbur Ross, secretario de Comercio, dijo que EEUU estaba dispuesto a considerar de nuevo el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), el acuerdo de comercio multinacional del que el Sr. Trump se retiró pocos días después de convertirse en presidente.

“El Sr. Trump está dispuesto a llegar a un acuerdo sobre el TPP, bajo las circunstancias adecuadas”, dijo el Sr. Ross.

En un discurso a los líderes empresariales en la capital peruana, el Sr. Ross hizo una referencia velada a Beijing y dijo que EEUU “no cederá el liderazgo en nuestro hemisferio a los países autoritarios que explotan los ricos recursos naturales de la región”. EEUU y China han estado envueltos en una disputa con respecto a las tarifas comerciales en las últimas semanas.

El Sr. Ross le dijo a su audiencia latinoamericana que sólo 8 por ciento de las importaciones chinas de la región eran productos manufacturados, en comparación con 79 por ciento de las importaciones estadounidenses de América Latina. El resto, dijo, eran materias primas, productos agrícolas, minerales y petróleo, con poco valor agregado.

Pero a medida que crece la influencia de Beijing en América Latina, muchos empresarios locales parecen optimistas sobre hacer negocios con China.

“Todos estos temores con respecto a China tienen más que ver con mitos y prejuicios que realidades”, dijo Gustavo Grobocopatel, director ejecutivo de Los Grobo, un gran productor argentino de trigo y soja. “La historia de la humanidad nos muestra que las guerras comerciales pueden escalar rápidamente para convertirse en verdaderas guerras”.

La cumbre llegó en un momento en que la aprobación del presidente de EEUU en América Latina está en un mínimo histórico. Un estudio del Pew Research Center descubrió que 82 por ciento de las personas en la región consideran que el Sr. Trump es arrogante, 77 por ciento dicen que es intolerante y 66 por ciento consideran que es peligroso.

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