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Presidente Piñera de Chile: “Estamos listos para hacer todo lo posible para no caer en el populismo”

El líder multimillonario predica las virtudes del mercado pero la agenda de reformas está atascada

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Presidente Piñera de Chile: “Estamos listos para hacer todo lo posible para no caer en el populismo”
El Sr. Piñera tiene la esperanza de que Donald Trump, presidente estadounidense, asista esta vez a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).

Decidido a preservar la reputación de su país como un faro de estabilidad y buena gestión económica en un continente famoso por no ser ninguna de esas cosas, el multimillonario presidente de Chile, Sebastián Piñera, se define como un entregado luchador contra el populismo. “Estamos listos para hacer todo lo posible para no caer en el populismo ni en la demagogia”, dice. Su lucha es cada vez más solitaria.

Las dos economías más grandes de América Latina, Brasil y México, están gobernadas por populistas de derecha e izquierda, respectivamente; en la vecina Argentina todo parece indicar que Mauricio Macri, aliado cercano del Sr. Piñera, perderá las elecciones del 27 de octubre para su segundo mandato y el país regresará al peronismo; y los presidentes pro reforma en Perú y Ecuador están intentando mantener a flote sus vidas políticas.

Pero el Sr. Piñera no se va a rendir. Durante una conversación en el palacio presidencial de Santiago con el Financial Times, presenta su ambiciosa visión para Chile: impulsar el crecimiento después de cuatro años mediocres bajo su predecesora socialista Michelle Bachelet mediante la construcción de una economía del conocimiento. Eso significa mejorar la calidad de la educación, aumentar la inversión en ciencia y tecnología, elevar el nivel de las instituciones y modernizar el Estado.

El propósito más amplio es lograr un objetivo que ha esquivado a la mayoría de los países de ingresos medios en el mundo: convertirse en una nación desarrollada, con un producto interno bruto per cápita casi un 50 por ciento más alto que el nivel de Chile en 2018, que era de US$25,200 con base en la paridad de poder adquisitivo.

El Sr. Piñera — quien hizo su fortuna introduciendo las tarjetas de crédito a Chile en la década de 1980 — señala que las tasas de crecimiento de la Sra. Bachelet promediaron apenas un 1.7 por ciento. “Hoy estamos en 3.25 por ciento, el doble, pero todavía estamos muy lejos de alcanzar la tasa de 5 o 6 por ciento”, admite.

Ahora, 18 meses después de comenzar su segundo mandato (no consecutivo) como presidente, uno de los mayores obstáculos del Sr. Piñera es que carece de una mayoría en el congreso. Las reformas fiscales, de pensiones y laborales del gobierno se han estancado durante meses conforme legisladores hostiles intentan enmendarlas.

Otro de los objetivos del presidente es elevar el perfil diplomático tradicionalmente bajo de Chile: será el anfitrión de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) de las potencias económicas de Asia y el Pacífico el próximo mes y quiere abogar por los mercados abiertos e intentar ponerle fin a la guerra comercial “absurda” entre EEUU y China.

El Sr. Piñera tiene la esperanza de que el presidente estadounidnese, Donald Trump, quien no asistió a la cumbre de APEC del año pasado en Papua Nueva Guinea, asista esta vez.

En diciembre, Chile será la sede de la gran conferencia de la ONU sobre el cambio climático conocida como COP25 (después de que el impetuoso líder derechista de Brasil, Jair Bolsonaro, se retiró como anfitrión). El Sr. Piñera la considera una oportunidad para promocionar las credenciales ambientales de su país.

Chile fue uno de los primeros países en comprometerse con la neutralidad de carbono para 2050. El Sr. Piñera espera que esta cumbre de la ONU produzca “compromisos mucho más ambiciosos y mucho más verificables que los alcanzados en París”.

En su región, el Sr. Piñera simpatiza con la difícil situación electoral de su vecino, el Sr. Macri, quien, según las encuestas, perderá su intento de reelección en Argentina por un amplio margen.

“Macri es una buena persona”, insiste. “Hemos sido buenos amigos durante muchos años”, dice, rechazando la sugerencia de un asesor de que este comentario no debería citarse.

Pero hizo hincapié en las marcadas diferencias entre la pujante economía de Chile y la región económica generalmente poco saludable de la que Argentina forma parte.

“Miren a América Latina”, dijo el Sr. Piñera. “Argentina y Paraguay están en recesión, México y Brasil en estancamiento, Perú y Ecuador en una profunda crisis política. Chile parece un oasis porque tenemos una democracia estable, la economía está creciendo, estamos creando empleos, estamos mejorando los salarios y estamos manteniendo el equilibrio macroeconómico”.

“¿Acaso es fácil? No, pero es algo por lo que vale la pena luchar”.

©The Financial Times Ltd, 2019. Todos los derechos reservados. Este contenido no debe ser copiado, redistribuido o modificado de manera alguna. Diario Libre es el único responsable por la traducción del contenido y The Financial Times Ltd no acepta responsabilidades por la precisión o calidad de la traducción.?

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