Recuperación de economía argentina reaviva esperanzas de Macri

Después de meses de agitación y un rescate de US$56 mil millones del Fondo Monetario Internacional (FMI), hablar de una recuperación económica en Argentina puede ser relativo, pero es suficiente para darle nueva esperanza al presidente Mauricio Macri antes de las elecciones de octubre.

Los inversores abandonaron los activos argentinos hace tres meses después de que un sondeo de opinión sugirió que la reelección del Sr. Macri estaba en peligro. El peso se desplomó, exacerbando la agitación económica que ha sido un sello no deseado de su último año en el cargo.

Pero desde entonces el peso se ha estabilizado, subiendo un 9% desde principios de mayo, y una serie de indicadores económicos están siguiendo esta tendencia positiva. La inflación mensual ha bajado de 4.7% en marzo a 2.7% en junio, permitiendo un repunte en los salarios reales.

Como resultado, las señales de que ya ha pasado lo peor de esta recesión de un año están elevando la popularidad del presidente.

“La pregunta más importante no es si ha habido un punto de inflexión; eso es un hecho. Es si será suficiente para que el gobierno gane las elecciones”, dijo Alejo Costa, estratega de BTG Pactual, un banco de inversión brasileño.

Ahora todos están observando muy de cerca un conjunto de elecciones “primarias” programadas para el 11 de agosto, cuando los votantes en teoría deberían decidir quién encabezará cada fórmula presidencial. En términos políticos estrechos, las elecciones primarias son casi redundantes: los partidos ya han elegido a sus candidatos. Pero el real significado de la votación será si refuerza el impulso del Sr. Macri o si lo detiene y termina con la sensación de calma en los mercados.

Una venta masiva del mercado alimentaría la volatilidad del peso, elevando la inflación y causando que los salarios reales, y con ellos la popularidad del Sr. Macri, empeoren.

La mejora relativa en las perspectivas del Sr. Macri no se debe sólo a la estabilidad del peso. Un alto funcionario del gobierno que trabaja en la campaña electoral también atribuyó la tendencia positiva en las últimas semanas a la confirmación de los candidatos presidenciales el mes pasado.

Primero, puso fin a los rumores de que el Sr. Macri podría abandonar la carrera. Segundo, el presidente eligió al influyente senador Miguel Ángel Pichetto de la oposición peronista como su compañero de fórmula, presentando al gobierno con una actitud más abierta y con una mayor disposición para dialogar, agregó su oficial de campaña.

El equipo del Sr. Macri también está apostando a que la proximidad de las elecciones concentrará las mentes de los votantes.

“Ahora la gente se centrará en elegir entre opciones concretas; su decisión no sólo se basará en si están o no decepcionados con el gobierno”, dijo el funcionario gubernamental.

En lo que se perfila como una carrera cada vez más polarizada, Lucas Romero, quien dirige la encuestadora local Sinopsis, dice que las probabilidades de una victoria del Sr. Macri oscilan entre 50 y 55%, y que eso dependería de que la moneda y la inflación permanezcan estables.

Si bien la economía siempre fue un factor importante en las elecciones, según el Sr. Romero “el factor que mejor explica el posicionamiento político en Argentina en los últimos 15 años es el conflicto entre el kirchnerismo y el anti-kirchnerismo”, en referencia al dúo de marido y mujer, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, que gobernaron desde 2003 hasta 2015.

Según el Sr. Romero el anti-kirchnerismo ha cobrado más fuerza que nunca, porque las percepciones de corrupción durante la era de Kirchner se han profundizado desde que la Sra. Fernández dejó el poder. Esto se debe en gran parte a dos escándalos: uno que acusa a un ex funcionario de alto rango de presuntamente intentar esconder bolsas llenas de dólares en un convento; el otro involucra la publicación de una colección de cuadernos de un conductor del gobierno que detalla los presuntos actos de corrupción.

“El gobierno todavía tiene posibilidades de ganar porque no ha surgido un candidato anti-kirchnerista para liderar la oposición peronista”, dijo.

Alberto Fernández, jefe de gabinete de los Kirchner, es el principal rival del Sr. Macri y el representante del movimiento político que ha dominado la política argentina durante los últimos 70 años.

La mejora gradual en las posibilidades del Sr. Macri, a pesar del desempeño lamentable de la economía durante el año pasado, se refleja en un reciente cambio en la confianza del mercado. Los diferenciales de riesgo de los bonos argentinos se han reducido considerablemente en los últimos dos meses.

“El mercado está indicando gradualmente que cree que el impulso continuará para Macri”, dijo el Sr. Costa.

Pero nada es seguro. “Hay un componente emocional muy fuerte en estas elecciones”, dijo Graciela Römer, una socióloga, señalando que existe una tensión entre la decepción con los logros del Sr. Macri y el temor a un retorno al populismo. “Macri ganará si el miedo es mayor; el kirchnerismo ganará si la decepción es mayor”.

Según la Sra. Römer, si el Sr. Macri quiere consolidar su victoria, debe convencer a los argentinos de que sus dolorosas reformas eventualmente darán resultados. “Debe demostrar que necesita un segundo término para que todos sus sacrificios valgan la pena”.

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