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Crisis venezolana
Crisis venezolana

Venezuela enfrenta amenaza de una catástrofe provocada por el coronavirus

La caída del precio del petróleo y el precario sistema de salud ponen en riesgo a la nación latinoamericana

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Venezuela enfrenta amenaza de una catástrofe provocada por el coronavirus
Nicolás Maduro

La caída del precio del petróleo y el precario sistema de salud ponen en riesgo a la nación latinoamericana. Los trabajadores de la salud que están lidiando con la crisis humanitaria de Venezuela ahora enfrentan una nueva amenaza causada por el coronavirus: la falta de mascarillas los ha dejado desprotegidos.

“Algunos trabajadores están comprando sus propias mascarillas”, dijo Mauro Zambrano, un trabajador de la salud y líder sindical en Caracas que ha proporcionado información detallada sobre el estado de los hospitales de la ciudad.

“Puedes comprar una máscara por US$1, que te dura un día, o puedes comprar una buena por US$7. Pero tenemos salarios de US$5 a US$6 al mes; no es suficiente para comprar ni una sola mascarilla”.

Pocos países están en peor posición para lidiar con la crisis de COVID-19 que Venezuela. Ya estaba sufriendo bajo el peso de las sanciones impuestas por EEUU en medio del empeoramiento de una crisis económica y social, y ahora se ha visto afectada por la caída de los precios del petróleo que han reducido lo que prácticamente es su única fuente legal de ingresos.

Su sistema de salud se está desmoronando. Un estudio reciente concluyó que el país era el peor preparado en todo el continente americano para enfrentar una pandemia, sólo detrás de países como Haití y Honduras. La mayoría de las clínicas carecen de equipos básicos como guantes, jabón, máscaras y batas quirúrgicas, o incluso agua limpia. En el Hospital de los Magallanes de Catia, el personal está fabricando sus propias máscaras, el agua sólo está disponible para emergencias, y no hay jabón ni desinfectante. La situación es similar en el hospital infantil José Manuel de los Ríos y en otras clínicas de la ciudad.

El presidente Nicolás Maduro le suplicó al Fondo Monetario Internacional la semana pasada un préstamo de US$5 mil millones para enfrentar la pandemia, pero el fondo lo rechazó diciendo que no había claridad sobre quién gobierna el país. Dado que el gobierno tiene tantas dificultades para conseguir liquidez, los analistas dicen que están aumentando las posibilidades de un golpe militar o quizás un levantamiento civil desesperado.

El Sr. Maduro dijo que hasta el momento sólo se han confirmado 113 casos de coronavirus, pero muchos médicos cuestionan esa cifra. Se han registrado dos muertes.

Los analistas dicen que si la enfermedad se enraíza, se extenderá como un incendio forestal.

“Hay buenas razones para creer que las peores cifras del coronavirus en América Latina saldrán de Venezuela”, advirtió James Bosworth de Hxagon, una consultoría de riesgo político. “Si los casos comienzan a invadir el país, se deben esperar al menos 100,000 muertes relacionadas con el coronavirus durante el próximo año”.

Un estudio realizado por la Unidad de Inteligencia de The Economist ubicó a Venezuela en el sitio 176 de 195 países a nivel mundial en términos de su preparación para enfrentar una pandemia.

En una encuesta realizada por Médicos Unidos de Venezuela, una organización no gubernamental local, un tercio de los encuestados en hospitales públicos dijeron que no tenían agua limpia y otro 43 por ciento dijo que el suministro era intermitente. Aproximadamente el 57 por ciento dijo que no tenía medicamentos para tratar los síntomas de COVID-19 y el 26 por ciento dijo que dichos medicamentos — junto con el equipamiento básico — eran escasos.

Después del primer caso confirmado el 13 de marzo, el gobierno de Maduro respondió de forma rápida y decidida, en contraste con Brasil o México. Ordenó que se cerrara el país y se cancelaran todos los vuelos. Incluso estacionó tropas fuera de los supermercados para garantizar que nadie entrara sin una mascarilla.

Pero detener la propagación de la enfermedad será difícil. Muchos venezolanos dicen que no pueden permitirse estar sin trabajar. Cada vez más, quienes permanecen en el país se han vuelto dependientes de las remesas de familiares que viven en el extranjero, pero con la crisis de la economía mundial, es probable que el dinero se agote.

El colapso del precio del petróleo privará al gobierno de una gran parte de sus ingresos de divisas. Incluso antes del coronavirus, Venezuela estaba vendiendo su petróleo con un fuerte descuento para persuadir a los compradores de que se arriesgaran a ser blanco de las sanciones estadounidenses. Ahora que el petróleo se está cotizando a cerca de US$25 por barril y el mercado está sobreabastecido conforme la economía mundial se paraliza, ese petróleo carece prácticamente de valor. Russ Dallen, jefe del banco de inversión Caracas Capital Markets, dijo que se está vendiendo por tan sólo US$3 el barril.

La gasolina también está empezando a escasear. “Esencialmente no está disponible, y el ejército se ha hecho cargo de las pocas gasolineras que permanecen abiertas”, dijo el Sr. Dallen.

Conforme la situación empeora, es probable que veamos un aumento de este tipo de controles militares, lo cual incluso podría provocar lo que las sanciones estadounidenses, las protestas callejeras y la presión política no han logrado: el cambio de régimen.

“La incapacidad de Maduro para lidiar con el brote del virus aumenta la probabilidad de un cambio radical en la dinámica del poder y la posibilidad de que el ejército tome el control”, dijo Diego Moya-Ocampos, analista principal de riesgo político de IHS Markit en Londres.

Juan Guaidó, el líder de la oposición que ha estado intentando obligar al Sr. Maduro a abandonar el poder durante más de un año y a quien muchos países reconocen como presidente interino legítimo de Venezuela, dijo que la crisis del coronavirus es una razón más por la cual el Sr. Maduro debería abandonar el poder.

Sin embargo, como señaló el Sr. Bosworth, la crisis también ha demostrado “cuán incapaz es el gobierno de Guaidó de hacer otra cosa que no sea hacer comentarios públicos”. No pueden importar alimentos ni medicinas, ni implementar ninguna medida para impulsar la economía”.

Ante esa realidad, algunos observadores dijeron que EEUU debería aliviar sus sanciones contra Caracas para salvar la vida del pueblo venezolano. El Centro de Investigación en Economía y Política, un grupo de expertos con tendencia izquierdista con sede en Washington, dijo que las sanciones “están avivando las llamas mortales de la pandemia de COVID-19”.

Pero el jueves EEUU intensificó su campaña para derrocar el régimen al acusar al Sr. Maduro y otros funcionarios venezolanos de ser parte de una conspiración de narcoterrorismo. Ofreció una recompensa de US$15 millones por información que conduzca al arresto o condena del líder venezolano.

La perspectiva de una transición ordenada del poder en Venezuela en medio de una crisis económica y una epidemia de coronavirus es muy lejana.

Diego Area en el Atlantic Council en Washington pronostica un sombrío panorama del futuro del país: “La precaria situación del sistema de salud de Venezuela, la incertidumbre en torno a su sector manufacturero, el colapso de los precios del petróleo y el conflicto político podrían provocar una espiral de violencia y una catástrofe humanitaria sin precedentes históricos”.

©The Financial Times Ltd, 2020. Todos los derechos reservados. Este contenido no debe ser copiado, redistribuido o modificado de manera alguna. Diario Libre es el único responsable por la traducción del contenido y The Financial Times Ltd no acepta responsabilidades por la precisión o calidad de la traducción.?

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