Venezuela suspendida del bloque comercial sudamericano

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Mercosur, el bloque comercial sudamericano, ha suspendido a Venezuela por un tiempo indefinido en una simbólica demostración de fuerza provocada por la decisión que tomó el presidente Nicolás Maduro de seguir adelante con la elección de una todopoderosa asamblea constituyente, que según sus críticos destruirá los últimos vestigios de lo que queda de la democracia en la nación asechada por la crisis.

Después de una reunión en Sao Paulo, los ministros de relaciones exteriores de Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil anunciaron su decisión unánime de activar “la cláusula democrática” y “suspender a Venezuela del bloque por la ruptura del orden democrático”. Afirmaron que no permitirían que el país volviera al grupo hasta que se restableciera la democracia.

El ministro de relaciones exteriores de Argentina, Jorge Faurie, declaró: “Basta de Venezuela represora, basta de Venezuela dictatorial”. Su contraparte, Aloysio Nunes de Brasil, dijo: “En Mercosur, un país que comete tales barbaridades contra las libertades fundamentales no puede ser parte de nuestra asociación”.

El bloque está exigiendo la liberación de los prisioneros políticos y el inicio de una transición política. Mercosur ya había suspendido temporalmente a Venezuela del bloque en diciembre por incumplimiento de sus regulaciones.

El Sr. Nunes afirmó que la decisión casi no afectaría los cada vez más reducidos acuerdos comerciales. “En este momento solamente estamos exportando alimentos. La suspensión de esta actividad solamente profundizaría la crisis”. Afuera de la alcaldía de São Paulo, donde se realizó el encuentro, algunos venezolanos expatriados se reunieron con carteles que leían “no más dictadura” y “Venezuela libre”.

Aunque no ha quedado claro qué podría lograr la presión internacional, la movida de Mercosur puso fin a varios años de indecisión con respecto a la situación del país, conforme se estaba sumiendo en caos. Según Oliver Stuenkel, profesor de relaciones internacionales en la Fundación Getúlio Vargas en São Paulo, este fue un paso importante, “aunque muy retrasado”.

En Argentina, el presidente de centro-derecha Mauricio Macri en un tuit el jueves afirmó que su gobierno despojaría al Sr. Maduro de su más distinguida condecoración — la Orden del Libertador General San Martín, llamada así por el héroe de la independencia sudamericana — por “la violación sistemática de los derechos humanos”.

La medalla le fue otorgada en 2013 por Cristina Fernández de Kirchner, la predecesora populista del Sr. Macri. El Sr. Macri explicó que había apoyado la suspensión de Venezuela de Mercosur debido a la posición de Argentina como “un país democrático”. A pesar de estas movidas, ha habido división dentro del grupo.

Aunque los representantes de la administración conservadora de Paraguay habían adoptado una postura similar a la de Brasil y Argentina con respecto a Venezuela, el gobierno de centro izquierda de Uruguay se había mostrado reacio a tomar medidas severas. De hecho, se ha rumorado que el gobierno de Uruguay había socavado un anterior intento por suspender a Venezuela del grupo.

La decisión del Sr. Maduro de instalar la asamblea constituyente ha provocado una amplia condena a nivel internacional, incluyendo una reprimenda del Vaticano el viernes. Las dos grandes excepciones han sido China y Rusia. Beijing, que le ha otorgado préstamos a Caracas de US$60 mil millones, dijo que las elecciones se “realizaron sin problemas en general”, aunque señaló que reconocía la “reacción de todas las partes relevantes”.

Moscú declaró que “cree que las últimas elecciones están enviando un mensaje claro con respecto a la necesidad de superar la actual crisis nacional a través del diálogo, bajo la ley”. Pero Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, lo calificó como el “mayor fraude electoral” en la historia de América Latina.

La votación ha estado plagada de acusaciones de fraude, incluso de la empresa británica Smartmatic, que le proporciona a Venezuela las máquinas de votación electrónica.

Luisa Ortega Díaz, la fiscal general de Venezuela, quien se ha convertido en una firme crítica del gobierno del Sr. Maduro, había solicitado una orden judicial para bloquear la Asamblea Constituyente. Pero el sábado la Sra. Ortega Díaz fue destituida de su cargo conforme los miembros de la Asamblea Constituyente avanzaron rápidamente su agenda con una votación para castigar a sus enemigos.

Según algunas citas, Delcy Rodríguez, la exministra de relaciones exteriores de Venezuela, quien ahora funge como líder de la asamblea, dijo: “No crean que vamos a esperar semanas, meses o años. Desde mañana comenzamos a actuar. Los fascistas violentos, quienes están librando una guerra económica y psicológica contra el pueblo enfrentarán la justicia”.

Tarek William Saab, quien reemplazó a la Sra. Ortega Díaz, fue sancionado recientemente por EE.UU., junto con otros altos funcionarios socialistas.

Según Raúl Gallegos, un analista de Venezuela en Control Risks: “La nueva asamblea le dará nueva vida al impopular gobierno de Maduro. Maduro no está arrinconado, a pesar de las violentas manifestaciones en contra del gobierno y la actitud hostil de la comunidad internacional”.

Diario Libre