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Ayuda inesperada

Ese tipo de sanciones ha sido inefectivo para hacer variar de actitud, y mucho menos desalojar del poder, a regímenes considerados antagónicos

El régimen bolivariano de Venezuela pareciera estar recibiendo de los EE.UU. una ayuda inesperada. Por un lado, el gobierno estadounidense ha limitado a la imposición de sanciones económicas a medidas contra ciertos funcionarios del gobierno. Ese tipo de sanciones ha sido inefectivo para hacer variar de actitud, y mucho menos desalojar del poder, a regímenes considerados antagónicos, tanto en Siria como en Irán, Corea del Norte, Sudán y otros países. Bloquear cuentas bancarias, intervenir propiedades y prohibir transacciones con personas no afecta la estabilidad ni la continuidad de los gobiernos.

En segundo lugar, las sanciones que sí harían tambalear el sustento económico del gobierno bolivariano, afectando sus ingresos de dólares, han sido hasta ahora dejadas fuera. Con ese propósito, bastaría restringir las importaciones de petróleo venezolano, así como las operaciones de la compañía refinadora y distribuidora Citgo. Esta empresa, radicada en Houston, Texas, es propiedad del Estado venezolano, y no solo actúa como canal de distribución de su petróleo, sino que sirvió de base para que el consorcio petrolero ruso Rosneft le concediera un préstamo en diciembre pasado, garantizado por el 49.9% de las acciones. Sea por las relaciones con Rusia o por el efecto sobre el precio de los combustibles en los EE.UU., ninguna medida restrictiva se ha aplicado a este respecto.

Y luego vino la declaración de que los EE.UU. podrían tomar medidas militares en Venezuela. Justamente después de ser expulsado del acuerdo Mercosur, censurado internacionalmente, y con su Asamblea Constituyente no reconocida por los mayores países del continente americano y varias naciones europeas, para el régimen bolivariano los comentarios del presidente estadounidense fueron extremadamente valiosos. Obligaron a Perú, México, Colombia y otros de sus principales críticos a colocarse de su lado y a rechazar cualquier intervención militar.