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Trump ha convertido el dólar en un arma para engrandecer a EEUU

El presidente despliega sanciones que benefician sus objetivos políticos sin preocuparse mucho por los daños colaterales

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Trump ha convertido el dólar en un arma para engrandecer a EEUU
Donald Trump

Durante mucho tiempo, la situación con respecto a las sanciones económicas y financieras estuvo relativamente tranquila. Por lo general, se aplicaban de manera bastante consistente a un conjunto generalmente predecible de países. Es cierto que su sofisticación aumentó con la complejidad del sistema financiero mundial y de las cadenas de suministro. Pero su uso a menudo estaba políticamente limitado por los intereses corporativos del país sancionador.

Entonces llegó Donald Trump. El presidente estadounidense ha estado mucho más dispuesto que sus predecesores a mezclar las consideraciones económicas y de seguridad. De hecho, dado que él considera que la dependencia de las importaciones es intrínsecamente perjudicial para la economía estadounidense, su visión del mundo es que las dos están necesariamente vinculadas.

Esto ha creado una atmósfera en la que EEUU ha estado más propenso a recurrir a sanciones y ha sido mucho más descuidado en cuanto a sus efectos colaterales. Una mayor incertidumbre ha surgido de la presteza del Sr. Trump en cambiar a los gobiernos — especialmente el de Irán — entre las columnas de “amigos” y “enemigos” en su hoja de cálculo mental.

El arresto por parte de Canadá de Meng Wanzhou, la directora financiera de la compañía tecnológica china Huawei — a solicitud de EEUU — destacó hasta qué punto las preocupaciones económicas y de seguridad pueden entrelazarse por presuntamente romper las sanciones en contra de Irán.

El problema está relacionado con la obsesión del Sr. Trump con el papel que China desempeña en la economía global y particularmente en la tecnología, un campo en el que ha estado tratando de afirmar la autosuficiencia y el dominio estadounidenses. El Sr. Trump ha calificado a Huawei en particular como una amenaza a la seguridad de EEUU, y está tratando de expulsarla de los sistemas 5G a nivel mundial. El Sr. Trump incluso mezcló el comercio con la seguridad cuando ofreció intervenir en el caso de Huawei si ayudaba a sellar un acuerdo comercial que estaba buscando con China.

El Sr. Trump también está preparado para usar herramientas como el dominio del dólar en la banca y en los pagos de una manera mucho más agresiva.

El requisito de que las instituciones extranjeras tengan acuerdos de banca correspondientes en EEUU para realizar transacciones en dólares aumenta el alcance de los ejecutores de sanciones del Tesoro. Este alcance adicional significa que numerosas compañías y formuladores de políticas están prestando atención a la amenaza de sanciones por vez primera. Leigh Hansson, una socia del bufete de abogados Reed Smith, ha comentado: “Estamos siendo contactados cada vez más por compañías de países como China, donde no ha habido mucho interés en el pasado”.

Irán ha demostrado ser una prueba de cómo reaccionan otros gobiernos y otras compañías. La Sra. Hansson ha dicho: “La estructura de las actuales sanciones estadounidenses en contra de Irán generalmente ha sido casi la misma que antes, pero ha habido un alcance mucho más amplio”. La mayoría de las grandes compañías han abandonado a Irán, y ni siquiera intentan suministrar productos exentos de sanciones, como alimentos o medicamentos.

Anahita Thoms, jefa de la práctica comercial en el bufete de abogados Baker McKenzie en Alemania, ha indicado que el efecto general es crear una atmósfera de ansiedad en la que las compañías simplemente abandonan el comercio iraní por completo. Las cadenas de suministro extendidas del mundo moderno globalizado aumentan el riesgo de que algunas empresas en el proceso, tal vez una compañía de transporte, puedan ser sancionadas incluso cuando se están enviando productos. “La realidad práctica es que un sinnúmero de compañías deciden que no quieren involucrarse en lo absoluto”, explicó ella.

Las serias consecuencias de violar las sanciones estadounidenses fueron enfatizadas en 2018 cuando el banco francés Société Générale pagó US$1.3 mil millones para resolver las acusaciones estadounidenses de que había manejado miles de millones de dólares en transacciones para entidades en Irán, en Sudán, en Cuba y en Libia entre 2003 y 2013. BNP Paribas pagó US$8.9 mil millones para resolver un caso de sanciones en 2014.

Parece altamente improbable que cualquier otro gobierno importante pueda restringir o evitar la remodelación estadounidense a gran escala del panorama de sanciones. Los gobiernos en la Unión Europea (UE), los cuales ayudaron a negociar el acuerdo nuclear con Irán, están descontentos con el efecto de las sanciones. Ellos hablan con entusiasmo acerca de la posibilidad de que el euro con el tiempo pueda reemplazar el dólar como moneda principal para la financiación bancaria y para la facturación comercial, socavando la capacidad de EEUU de utilizar el sistema de pagos como un arma para el logro de sus propios fines. Pero la moneda europea tiene sus propias debilidades que le impiden desempeñar ese papel, y no parece muy probable que sean reparadas en décadas.

Mientras tanto, los intentos de la UE de permitir que las compañías europeas ignoren las sanciones secundarias de EEUU, las cuales EEUU intenta aplicar a nivel mundial, han fracasado en gran medida. La UE ha actualizado su “regulación de bloqueo”, cuyo objetivo es evitar que las compañías obedezcan sanciones extraterritoriales. Pero atrapados entre ‘la espada’ de las sanciones de EEUU y ‘la pared’ de la retribución por parte de la UE, las empresas a menudo elegirán la primera opción. “La realidad dicta que el riesgo de que se hagan cumplir en el lado estadounidense es significativo, mientras que en el lado de la UE es manejable”, dijo la Sra. Thoms.

El intento oficial europeo para evitar el daño colateral de las sanciones ha sido crear Instex, un tipo de instrumento de trueque que evita el sistema de pagos en dólares. Pero las compañías aún están reacias a involucrarse en un nuevo mecanismo que ofrece protección limitada y que puede provocar la desaprobación de EEUU. El mundo ha descubierto cuánto impacto puede tener EEUU si está preparado para infligir daños colaterales en todas las compañías conectadas a una cadena de suministro con un país que quiere sancionar. Con el tiempo, es posible que esas compañías y otros gobiernos pueden encontrar formas de hacerle frente a la amenaza. Por el momento, al menos en relación con las sanciones generales en un país como Irán, ellas están principalmente eligiendo hacerse a un lado.

©The Financial Times Ltd, 2020. Todos los derechos reservados. Este contenido no debe ser copiado, redistribuido o modificado de manera alguna. Diario Libre es el único responsable por la traducción del contenido y The Financial Times Ltd no acepta responsabilidades por la precisión o calidad de la traducción.?

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