Avanzan los trabajos para levantar el primer hotel prémium en Punta Bergantín
El Hyatt Zilara invertirá US$209 millones
A siete semanas de que las autoridades y empresarios vinculados dieran el primer picazo, el proyecto turístico Punta Bergantín ya inició la fase de desbroce y preparación de los terrenos para la construcción del Hyatt Zilara, el primero de los seis hoteles cinco estrellas que se construirán en Puerto Plata para el relanzamiento turístico de esta provincia.
Ya se encuentran avanzadas algunas de las áreas donde se construirá el hotel, que sumará 800 habitaciones a la oferta de la zona y comprende una inversión de 209 millones de dólares. El hotel abriría sus puertas al público entre finales del 2026 y el primer trimestre del 2027.
“Es ahí donde el desbroce se está haciendo, porque acabamos de concluir unos estudios de revalidación de la composición del suelo”, explicó el director ejecutivo de Punta Bergantín, Andrés Marranzini, a Diario Libre.
Este proceso se realiza en cumplimiento con el estudio de impacto ambiental, que delimita las áreas del ecosistema natural que deben ser preservadas durante la construcción, como es el caso de los manglares.
Punta Bergantín es una ambiciosa iniciativa respaldada por el gobierno que busca transformar la región en un destino de clase mundial.
Este desarrollo abarca 10 millones de metros cuadrados e incluye, además de la construcción de hasta seis hoteles cinco estrellas, 1,500 unidades vacacionales, 2,500 unidades de uso mixto, un centro cinematográfico y un Pueblo Marino.
El representante de Punta Bergantín en Puerto Plata, José Miguel González, explicó que el 30 % de la zona delimitada para la construcción del Hyatt Zilara está cubierta de manglares, unos bosques que, además de formar parte del entorno natural, representan un patrimonio de gran interés para los comunitarios.
“Han tumbado cocos, palmeras y almendras para la construcción del hotel, pero no los manglares”, precisó González, quien mostró al equipo de Diario Libre los manglares que han permanecido intactos –hasta en las áreas circundantes a estos bosques que han tenido que ser desbrozadas–, incluyendo los manglares próximos a una laguna que serán integrados a la edificación.
Los terrenos de Punta Bergantín hace décadas estuvieron sembrados de caña de azúcar para las operaciones del Ingenio Montellano, que llegó a ser la principal actividad económica de Villa Montellano, un municipio en el que viven 20,753 personas, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística.
El proyecto espera aprovechar la vocación turística que también tienen estos terrenos, generando un nuevo motor de desarrollo que podría impactar significativamente la actividad económica de Villa Montellano y de las zonas aledañas.
Promedio máximo de cruceristas que visita la Playa Bergantín diariamente, sobre todo los fines de semana.
La oferta local
El proyecto comparte espacio con algunos pequeños comerciantes que dependen de la venta de bisutería, alimentos y bebidas para los poco más de 20 cruceristas -hasta 70 en la temporada alta- que visitan diariamente la playa Bergantín como parte de su paquete de excursiones.
Los buhoneros que operan a las orillas de la playa más cercana de los terrenos en los que se levantará el Hyatt Zilara aseguraron a Diario Libre que han podido seguir trabajando sin inconvenientes hasta el momento, aunque algunos de ellos se mantienen expectantes de si podrán seguir operando como lo han venido haciendo hace más de 40 años.
“Ya ellos están a la puerta, pero estamos esperando a ver si realmente nosotros podemos buscar una forma, o que nos busquen la forma, de buscar el sustento de cada día, como lo hemos hecho durante todo este tiempo”, expresó Luis José Henríquez Méndez, propietario del restaurante Elvis.
Aseguró que está consciente de que el turismo, en algún momento, iba a repuntar en la zona.
Pedrito Polanco, miembro de la Asociación de Vendedores Artesanales de Playa Bergantín y Afines, espera que los hoteles “traigan más desarrollo”.
“Los turistas aquí son muy bajos en esta playa, vienen muy poco, pero con esos hoteles la cosa va a ser diferente”, confía.
Respeto a la propiedad
Algunos de los dueños de negocios mantienen propiedad sobre las parcelas colindantes al proyecto, como es el caso de Víctor Gutiérrez, dueño del restaurante Guajiro.
Entiende que los hoteles “harán crecer el turismo en la zona”, pero piensa que es probable que su familia ofrezca la única parcela que mantienen, para las operaciones de su negocio, en el caso de que les ofrecieran comprársela.
Marranzini confirmó que las áreas en las que se encuentran los comerciantes no están dentro de los terrenos de la propiedad de Punta Bergantín, e indicó que el proyecto ha comprado las tierras de algunos propietarios que así lo han querido, respetando a los que quieren mantenerse en el lugar.
“Nosotros no estamos afectando el área que ellos están ocupando. El hotel no incluye las áreas en las que ellos están”, aseguró.
Sin embargo, explicó que el proyecto podría incidir en la manera en la que los buhoneros trabajan actualmente.
“Cuando tú haces operaciones hoteleras de esa magnitud, está el cómo tú gestionas y garantizas las interacciones que se tienen habitualmente con la propiedad, porque no necesariamente las acciones que se hacen en la propiedad son sostenibles. De repente, están haciendo algo que no es muy bueno desde el punto de vista medioambiental, como metiendo carros en la playa, o cocinando en fogón. Hay ciertas cosas que necesariamente van a tener que evolucionar, y aplicarse las reglas que existen”, afirmó.
Este es el caso de algunas compañías locales que ofrecen servicios de excursión para los cruceristas que visitan Puerto Plata, a quienes se les brindan experiencias como paseos en caballo a las orillas de la playa o en boogies.
Solo en las horas en las que Diario Libre estuvo presente en las inmediaciones de la playa Bergantín, se habían movilizado más de 70 turistas en boogies, informó Juan Carlos Cordero.
Cordero, quien es empleado de una de las compañías que hacen recorridos en boogies, indicó que ya se están preparando para la búsqueda de rutas alternas para acceder a la playa sin afectar las construcciones en curso.
“Mi jefe me ha estado diciendo que empezaron a chequear si todavía nos van a dar el beneficio de que por lo menos la playa la podamos utilizar, aunque tengamos que entrar por otro lado. Son de esas cosas que todavía están sobre la mesa”, expresó.
Hasta el momento, los dueños de negocios laboran con normalidad y mantienen la expectativa de estar presentes para ver la materialización de una iniciativa que persigue apuntalar el turismo como una actividad económica generadora de nuevas fuentes de empleo en Puerto Plata.
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