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Gabriel, otro Guerrero que nada contra la corriente

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Gabriel, otro Guerrero que nada contra la corriente
Gabriel Guerrero juega su tercera temporada con las Estrellas Orientales. (MARTÍN CASTRO)

SANTO DOMINGO. Después de jugar 895 partidos en ligas menores en ocho años en los que pasó por tres organizaciones y fue dejado libre dos veces el pasado 4 de septiembre le llegó la oportunidad a Gabriel Guerrero de debutar en las Grandes Ligas con los Rojos, pero hoy ya no tiene trabajo en Estados Unidos y se integró temprano a las Estrellas Orientales.

Aquel prospecto por el que los Marineros dieron US$400,000 en 2011 cuando tenía 17 años, y por apariencia, el poder de su madero y brazo obligaba a la comparación con su tío Vladimir, fue uno de los 31 criollos que se tomaron el primer café en el Big Show en 2018.

“Fue una experiencia muy bonita, es algo que todos los peloteros soñamos. No sé cómo describirla, allá arriba todo se hace más fácil. Soy agente libre pero esperamos en Dios que pronto consiga trabajo”, dijo Guerrero a DL.

De sus 26 días en nómina el momento que más pasa por su mente es el 22 de septiembre cuando pegó su primer y único jonrón, ante los Marlins en Cincinnati, pero el caballero que atrapó la pelota se resiste a entregársela. “Tiene un valor muy grande para mí, pero si no quiere qué se puede hacer”, dijo.

Guerrero, un jardinero de esquina a punto de cumplir 25 años con el poder como herramienta más sobresaliente, es un ejemplo de lo complicado que resulta establecerse en la Major League Baseball. Una situación que le obliga a reportarse temprano al conjunto verde, para el que dice estar “disponible” hasta donde llegue el club, tras lograr mención para el premio al Jugador Más Valioso en 2017-2018.

Con 18 años, en su primera temporada en ligas menores (Novatos) pegó 15 jonrones con 72 remolcadas y en 2014 (A+) sacudió 18 batazos con 96 producidas.

Pero ese poder desapareció hasta el verano pasado cuando despachó 19 vuelacercas y remolcó 81 vueltas mayormente en AAA acompañado de un impresionante promedio de bateo (.293) y 24 dobletes.

De 420 jugadores que debutaron en 2017 hubo 96 que no regresaron el curso que acaba de terminar, el 23%, de acuerdo a Baseball-Reference.

Un año antes (2016) subieron 422 de los cuales solo 271 figuraron en algún momento en las nóminas en 2018, es decir, el 64%. Los dominicanos Mauricio Cabrera y Yefri Pérez son parte de ese 36% que no ha vuelto a ser llamado.

Ese porcentaje menor es el que Guerrero sabe que existe y está dispuesto a luchar con las garras que define su apellido para labrarse su espacio, consciente de sus limitaciones defensivas y en el corrido de las bases, punto en los que dice que trabaja para superarse.

¿Ayuda o perjudica la familiaridad con Vlad?

“No me pesa ser sobrino de Vladimir, me ayuda, pero tengo que tratar de hacer mi trabajo, él ya hizo el de él, yo tengo que hacer el mío”, dice entre risas Gabriel, hijo de Eliezer, el mayor de los Guerrero.

En junio de 2015 los Marineros lo incluyeron en el paquete que envió a Arizona junto con Welington Castillo por Mark Trumbo y Vidal Nuño.

Gabriel es el tercer miembro de la familia que llega a la MLB tras Vladimir y Wilton. Sus primos Vladimir Jr., y Josué se forman en las “granjas” de Toronto y Minnesota, luego de fichar por bonos de US$3,9 millones y US$1,1 MM en 2015 y 2016, respectivamente.

Cristian, hermano menor de Vladimir, jugó en las menores, con el Escogido y ligas independientes entre los años 1999 y 2013 como jardinero.

NPerez@diariolibre.com

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