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República Dominicana en el Consejo de Seguridad de la ONU

Dos años de logros en la agenda internacional

República Dominicana en el Consejo de Seguridad de la ONU

En enero de 2019, República Dominicana asumió por primera vez en su historia un importante e histórico puesto como Miembro No Permanente del Consejo de Seguridad (CS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), único órgano cuyas decisiones son legalmente vinculantes para toda la membresía de las Naciones Unidas.

Con ello, el país se consolidó como un actor global, sumándose a un selecto y privilegiado grupo de naciones cuya responsabilidad primaria es el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. Un mandato sagrado que ha sufrido profundas transformaciones a lo largo de los años, en un contexto de amenazas no convencionales como lo son, por ejemplo, el cambio climático y la pandemia del COVD-19.

En este entorno, nuestro país se convirtió en propulsor por excelencia de una visión renovada del CS, impulsando la activa participación de las mujeres y los jóvenes en los procesos de paz, la protección del clima y los civiles. Apostamos por un rol de liderazgo en el plano regional y aportes prácticos para enfrentar los grandes, potenciales y actuales conflictos mundiales, en beneficio de toda la humanidad.

A este fin, las posiciones dominicanas en el Consejo de Seguridad se rigieron por los principios-guías de la política exterior, cónsonos con los fundamentos sobre los cuales se sustenta nuestra nación. Priorizamos, sobre todo, los temas de interés nacional.

Una política centrada en las personas

La República Dominicana basó sus prioridades en cada uno de los temas de agenda del Consejo de Seguridad en los siguientes pilares:

• Promoción del diálogo político y la concertación inclusivos como vía para la solución de los conflictos.

• El fortalecimiento de los componentes de protección de civiles en cada uno de los mandatos de Misiones de Mantenimiento de la Paz.

• La participación de la sociedad civil, incluidas las mujeres y la juventud en la promoción del diálogo en la solución de los conflictos y como agentes para la construcción y sostenibilidad de la paz.

• La promoción de los principios humanitarios en cada contexto de crisis, con énfasis en los grupos más vulnerables como los refugiados, las mujeres, los menores, los desplazados internos y las personas con discapacidad.

• El fortalecimiento de la participación de organismos regionales en la solución de conflictos, como por ejemplo la Unión Africana para los conflictos que persisten en el continente africano.

• El respeto al Derecho Internacional, incluido el Derecho Internacional Humanitario, Derechos Humanos y Derechos de los Refugiados.

• Cumplimiento de los compromisos de la comunidad internacional con Haití, con énfasis en las acciones dirigidas al fortalecimiento de la institucionalidad en el vecino país.

Con la participación de la República Dominicana en el Consejo, hoy podemos exhibir importantes logros, tales como:

• En un trabajo conjunto con Francia, impulsamos y operacionalizamos la Agenda Juventud, Paz y Seguridad, proponiendo y negociando la adopción por consenso de la Resolución 2335 del Consejo de Seguridad sobre la agenda Juventud, Paz y Seguridad que establece provisiones específicas para lograr una mayor participación de la juventud en la construcción de la paz.

• Con el enfoque de las “personas en el centro”, la República Dominicana asumió, desde enero 2019 junto con Alemania, el rol de “Campeón” del tema Protección de Civiles del Hambre inducida por conflictos. Así, propició la celebración de cuatro sesiones técnicas basadas en reportes de la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) donde el Consejo logró abordar la situación del hambre en países en conflicto. Una de estas sesiones, fue dedicada a la situación de Haití y el preocupante incremento de la inseguridad alimentaria en el vecino país. Nuestro liderazgo incluyó la propuesta, negociación y adopción de una Declaración Presidencial sobre el tema. Además movilizó al Consejo para que abordara la situación del hambre en Haití, Yemen, Somalia, Nigeria y la República Democrática del Congo, esta vez abordando no sólo el impacto de los conflictos en la seguridad alimentaria en esos países sino el impacto del COVID 19.

• Igualmente importante fue la colocación en la mesa del Consejo durante nuestra primera presidencia, del tema “Clima y Seguridad”. Desde enero de 2019, con la activa decisión de la República Dominicana en el Consejo, se llevó a cabo un debate abierto en el que participaron 84 estados miembros, incluyendo 16 Ministros. Esto dio un impulso al tema y con el apoyo de otros 10 Estados Miembros del Consejo, se estableció un grupo de trabajo para adelantar el abordaje de los impactos del cambio climático en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.

• Dando continuidad a nuestra agenda para la erradicación de la violencia de género y dentro del apartado Mujer, Paz y Seguridad, Clima y Seguridad, nos concentramos en incluir en la mayoría de los mandatos de Misiones de Mantenimiento de la Paz, un lenguaje relevante sobre la mujer como agente de la paz. Y el ejercer un liderazgo evidente en esta materia, fuimos designados como copresidentes (junto a Alemania) del Grupo Informal de Expertos sobre Mujer, Paz y Seguridad, responsable de avanzar el entendimiento in situ.

• Otra prioridad fue la defensa del enfoque humanitario como eje central en el análisis de los conflictos y la protección de los civiles. Así, en la mayor parte de nuestras declaraciones nacionales abogamos por un acceso humanitario basado en principios, así como por la despolitización de las decisiones meramente humanitarias y un mejor entendimiento entre actores humanitarios y de desarrollo en interés de crear resiliencia. Destacan casos como Siria, en los que el Consejo evidencia una profunda división política que se reflejaba con frecuencia en decisiones humanitarias muy polarizadas.

La situación en Haití fue el principal interés estratégico para nuestro país. En ese sentido, destacamos nuestros llamados a aunar esfuerzos y estimular compromisos sólidos de la comunidad internacional, con el objetivo común de apoyar a las autoridades de Haití en sus objetivos de estabilidad democrática y desarrollo. Fuimos reiterativos en advertir sobre la salida extemporánea de la MINUJUSTH y su conversión en Misión Política (BINUH) sin presencia militar. Hicimos énfasis en las condiciones de seguridad y la dificultad de Haití para garantizar la estabilidad en su territorio. También insistimos en reforzar la capacidad de respuesta de la Policía Nacional haitiana para mantener el orden público y responder a la violencia de las pandillas. A su vez, exhortamos a la comunidad internacional a enfrentar de manera urgente la precaria situación humanitaria en ese país, el cambio de su constitución por lo cual aboga el residente Moïse y la organización de elecciones.

I. Dos presidencias históricas.

En enero de 2019 la República Dominicana no solo inició su primer paso por el CS, sino que fungió ese mismo mes, como su presidente. Así, descansó sobre sus hombros la planificación, conducción, búsqueda de consenso y toma de decisiones en los múltiples debates sobre conflictos (políticos, humanitarios, armados) que se generan en este órgano. Bajo esa presidencia, el CS celebró 27 reuniones públicas y consultas cerradas; adoptó tres resoluciones y acordó 11 declaraciones a la prensa. Dentro de las reuniones abiertas, resalta la celebración del debate abierto sobre “Los impactos de los desastres asociados al clima en la paz y la seguridad internacionales” el cual contó con la participación de representantes de 84 estados miembros, de los cuales 16 fueron ministros. Con este debate se creó un momentum sin precedentes dentro y fuera del CS.

En abril de 2020, en medio de la pandemia generada por el COVID-19, República Dominicana asume una nueva vez, la presidencia del CS. Con creatividad e intensas consultas con los demás miembros, el país pudo establecer una presidencia totalmente virtual por primera en toda la historia del CS. Y más aún, fue la primera vez en la historia que se dirige en su totalidad fuera de la ciudad de Nueva York, esta vez desde la ciudad primada de América, Santo Domingo. Dentro de ese periodo, se llevó a cabo la primera reunión virtual pública del Consejo en sus 75 años de existencia, en esta oportunidad, sobre el hambre en conflictos. Contamos con la participación del director de la FAO y el director ejecutivo del PMA. Así, nuestro país sentó las bases para garantizar la continuidad del CS en medio de la pandemia gracias a su tenacidad e insistencia de los principios de inclusividad y transparencia. Apenas tres meses después, el PMA recibe el Premio Nobel de la Paz, precisamente por su trabajo de asistencia humanitaria en conflictos y la lucha contra la inseguridad alimentaria, validando así la visión dominicana de continuar otorgando la mayor importancia posible a este tema.

Igualmente resaltan como roles claves de la República Dominicana:

• La participación activa como miembros de la Comisión para la Consolidación de la Paz (Peacebuilding Commission)

• Asumimos la Presidencia del Comité de Sanciones de Mali, siendo Co-Pluma de las Resoluciones sobre Mali

• Igualmente, el país fue Miembro del grupo de likeminded sobre la Situación Humanitaria en Yemen, en una comisión conformada por Bélgica, Alemania, Estonia, República Dominicana

• Y tuvimos la coordinación del Grupo I sobre la Resolución 1540 (no proliferación de armas nucleares)

Estos logros no hubiesen sido posibles sin el excepcional equipo humano que nos acompañó durante los dos años en el Consejo, conformado por 15 personas, de los cuales 12 son mujeres profesionales que pusieron en alto nuestra diplomacia y los valores nacionales de la dominicanidad, a quienes auguro el mejor de los futuros.

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