3 recomendaciones para dormir bien y que tu piel se beneficie
Durante el sueño se acelera la regeneración celular, el riego sanguíneo aumenta y la piel produce más colágeno
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Consolidando recuerdos... ¡Sí, nuestra piel tiene memoria! Posee la facultad de “acordarse”. Es por esto por lo que, de nosotras y de nuestras acciones dependerá que luzca radiante (No en balde “La Bella Durmiente” siempre luce divina). La buena noticia es que la piel es muy agradecida, solo es necesario mimarla con constancia y dedicación. Mientras duermes tu cuerpo está inmerso en una verdadera revolución: restaurando tus sistemas inmunológico y nervioso, reparando tus músculos después de un duro día de trabajo, recomponiendo y regenerando tu piel. Sin duda, nuestro organismo es una máquina perfecta.
“Durante el descanso y la relajación nocturna, los niveles de estrés de las hormonas disminuyen y la melatonina y la hormona humana del crecimiento aumentan”, dice Helmy Peña, licenciada en Cosmiatria y Aesthetics y directora de Skin Studio. “Esto ayuda a neutralizar los daños causados tanto por los rayos ultravioleta como por la polución a los que estamos expuestos cada día”.
Durante el sueño se acelera la regeneración celular, el riego sanguíneo se incrementa y tiene lugar una mayor producción de colágeno, dando como resultado que el porcentaje de eficacia de los productos de uso nocturno se dispare hasta en un 60%.
En cambio, la falta de sueño afecta a los niveles de PH y disminuye los niveles de humedad causando un desequilibrio que deshidrata la piel, lo cual se refleja con la aparición de acné, rojeces y tez cetrina, apagada. Debido a que tu cuerpo no ha tenido el tiempo suficiente para regenerar las células que han sido dañadas, las imperfecciones no tardarán en ser más que notorias.
Además del cuidado vital nocturno de la piel de la cara y el cuerpo, los cuales deben incluir como mínimo: limpieza, tónico masaje, sérum y humectante, hay otras cosas que puedes hacer y usar para ayudar a maximizar los beneficios de la piel mientras duermes. He aquí algunas recomendaciones:
1. Usa una funda de almohada “skin friendly”. El satén o raso de alta calidad es un estupendo compañero de cama. Es suave, fresco e hipoalergénico. Lo que significa que tiene una resistencia natural contra el polvo, ácaros, moho, hongos y otros alérgenos (el algodón, por ejemplo, no puede protegernos de igual manera). El satén también tiene muy poco poder de absorción y ayuda a preservar el equilibrio de hidratación de la piel debido a que no va a absorber la crema de noche que nos apliquemos. La recomendación es tener por lo menos 3 fundas de almohada de satén siempre a mano. De tal forma que cada noche puedas dormir con una diferente. Otra opción sería darle la vuelta, de manera que una te dure dos noches seguidas.
2. Usa un antifaz para dormir (eye mask) y evita la luz para propiciar un sueño reparador. Este suave antifaz de seda está diseñado para que disfrutes de un descanso confortable. Protege la delicada piel facial y te ayuda a gozar de una sosegada noche de sueño reparador.
3. No descuides las arrugas del escote. A través de los años, la fuerza de gravedad actúa sin piedad descolgando nuestra piel (incluyendo nuestros pechos, ¡Ouch!). El colágeno y la producción de elastina sufren una importante disminución, dando como resultado la aparición de arrugas en el escote. Como consecuencia, estas arrugas se hacen más prominentes. La experta en estética no invasiva asegura que se puede contrarrestar el paso del tiempo con el ‘Parche Reutilizable’, el cual ayuda a mantener el pecho separado en una posición óptima para favorecer la reducción de las arrugas del escote. Este parche, fabricado de una fina silicona de uso médico, crea un microclima perfecto de hidratación que penetra humectando desde las capas más profundas de nuestra epidermis hasta las más superficiales. El resultado es una piel que se rellena allí donde lo necesita y se transforma en una superficie suave y lozana debido a la activación de la producción de colágeno.
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