El secreto de belleza mejor guardado

Elegir un buen limpiador facial y utilizarlo cada noche es uno de los consejos más acertados sobre la belleza que alguien puede ofrecernos.

Un limpiador facial es el secreto de una piel perfecta, la manera idónea de rescatarla de las impurezas que ha ido acumulando a lo largo del día, que impiden que esa misma noche o la mañana siguiente, las cremas o sérums no penetren en su totalidad al aplicarla sobre unos poros cerrados.

Por eso los especialistas en dermatología advierten que “llevar una rutina de limpieza diaria con los productos adecuados es fundamental para la salud de la piel”.

Acción antibacteriana. Ayuda a mantener la piel limpia de maquillaje e impurezas, estimula la exfoliación natural de la piel, minimiza los poros y puede tener una acción antibacteriana y antiinflamatoria ayudando en la prevención del acné. Se recomienda mantener este ritual, tanto por la mañana como por la noche. Ahora bien, si eres consciente de que no vas a hacerlo mañana y noche, al menos sí es fundamental hacerlo por la noche. Espumas, geles y el agua micelar, que sube posiciones, están entre los tratamientos. Si no sabes qué producto elegir o cuál es el más efectivo, según tu tipo de piel, te contamos que el gel, dependiendo de su composición, en general es más astringente y exfoliante; el agua micelar es suave y tiene propiedades calmantes; y la espuma estaría como algo intermedio y más versátil.

Control de la grasa. En caso de tener una piel grasa se recomienda el gel para ayudar a exfoliar, minimizar el poro y controlar la grasa. En el caso de pieles secas y sensibles, lo oportuno es usar el agua micelar, mientras que la espuma tiene un uso más versátil para cualquier tipo de piel.

Los aceites limpiadores son la última incorporación a la rutina de limpieza, productos con una base aceitosa, oleosa que ayudan a reforzar la barrera lipídica de la piel.

Optimizar el tiempo. Si eres de las que no quiere perder mucho tiempo, los dermatólogos proponen productos rápidos, simples y prácticos para optimizar el tiempo dedicado a la limpieza y el desmaquillado del rostro con fluidos desmaquillantes compuestos por agua termal. Este gesto exprés es un cuidado todo en uno: adaptado a todo tipo de pieles sensibles, limpia, desmaquilla y alivia el conjunto del rostro, es eficaz en la cara, los ojos y los labios, y no necesita aclarado. También hay productos con concentraciones maximizadas que preparan la piel para potenciar la penetración de los activos del tratamiento que se aplique después. Y en las pieles secas y sensibles recomiendan la leche limpiadora, diseñada y testada para eliminar las impurezas sin resecar la piel.

Efe Reportajes