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Belleza

Mitos y leyendas de la limpieza facial

Es necesario desmaquillarse correctamente para que la piel respire y luzca iluminada y brillante al día siguiente.

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Mitos y leyendas de la limpieza facial
Usa un producto limpiador suave. (SHUTTERSTOCK )

De la misma manera que hemos sido cuidadosas y metódicas al maquillarnos, también debemos aplicar estos mismos conceptos, tras tantos días de fiestas y cocteles, a la hora de desmaquillarnos para que la piel respire y luzca iluminada y brillante al día siguiente. Así que, con el objetivo de sacar el mayor partido a lo productos que nos vamos a aplicar, vamos a desentrañar las verdades y mentiras de la limpieza facial.

Sobre la belleza y cómo potenciarla hay cientos de mitos que no siempre se ajustan a la verdad. Mitos que conviene desentrañar para sacar el mayor partido a los productos que aplicamos sobre el rostro.

La limpieza facial es uno de los rituales nocturnos que no se deben pasar por alto, incluso en un día en el no nos hayamos maquillado. Respecto a este proceso circulan verdades y mentiras que es necesario desvelar para no cometer errores. Y es que eliminar el maquillaje es un paso esencial en la rutina diaria de belleza para mantener la juventud y la frescura de la piel.

En realidad existe un amplio listado de ‘verdades y mentiras sobre la limpieza facial’, que convierten a este ritual en un escollo para la hidratación, por eso te desvelamos algunas claves de este proceso. Eso sí, recuerda que el limpiador debe de estar formulado para respetar la integridad de la piel, eliminar las impurezas, las células muertas y respetar el manto ácido y el equilibrio fisiológico de la piel.

8 reglas que no puedes desobedecer

1 Lo más importante es que el producto sea un limpiador suave, con elementos calmantes, y debe estar formulado para aplicarse sin agredir a la piel, de forma que las impurezas se eliminen sin frotar. Es falso que las pieles sensibles

no deban abusar de este tipo de productos por temor a una mayor irritación.

2 Es bueno utilizar, incluso dos veces, un tónico tras la leche limpiadora, pues juega un doble papel: elimina los restos de la leche y proporciona luminosidad, suavidad, frescor, calma y vitalidad.

3 Los más acertados para las pieles grasas son los que llevan alcohol, aunque en una cantidad pequeña. Hay que elegir el más adecuado al tipo de piel, y recomienda, en el caso de pieles sensibles, las aguas termales.

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Infografía

4 Es un mito el hecho de que las leches limpiadoras favorezcan la aparición de granitos. Cuando la piel tiene acné, recomienda una ‘limpieza al agua’, geles espumantes o espumas que se eliminan con agua y dan sensación de pureza y frescor.

5 Descarta el uso de exfoliantes para las pieles grasas, pues las daña en profundidad, aunque una vez por semana se recomienda un exfoliante astringente para dejar la piel más suave y lisa: lo importante es que arrastre las células muertas de forma eficaz, pero no agresiva.

6 Una limpieza resulta eficaz cuando, tras varias pasadas, el algodón sale completamente limpio. Para desmaquillar, cuanto menos agua, mejor, y en esos casos lo aconsejable es agua tibia. Solo hay que mezclar con agua los productos limpiadores que así lo indiquen.

7 Las toallitas limpiadoras no resecan la piel, aunque no cumplen plenamente su función, ya que no contienen muchos elementos limpiadores, por lo que la limpieza no llega a ser completa. Son recomendables en casos puntuales, aunque se deben excluir para pieles sensibles.

8 Aquellas mujeres que quieren simplificar su rutina diaria pueden usar el Agua Micelar Limpiadora de Pond’s, un producto multitarea que elimina el maquillaje, limpia y suaviza. Todo en uno.

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