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Obesidad
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Chicharrón light, ¿en serio?

La alimentación saludable no es excluyente, pero se resalta que los alimentos que predominan deben cumplir con los criterios de prevención de enfermedades

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Chicharrón light, ¿en serio?
Es importante leer las etiquetas nutricionales y conocer los términos descriptivos para poder tomar la decisión más apropiada. (SHUTTERSTOCK)

Reconstruyendo un artículo sobre el uso de términos como ligero, light, bajo en azúcar, aprovecho para refrescar este tema y resaltar ese apreciado platillo que en cuarentena algunos aprovechan. Es impresionante el gran trabajo mercadológico en el que ha invertido la industria alimentaria en elaborar empaques atractivos al consumidor.

Más importante es resaltar, que en su esfuerzo por lograr un alto consumo, han impactado de forma negativa, siendo partícipes de la alta tasa de sobrepeso, obesidad y enfermedad cardiovascular.

Según la Administración de Alimentos y Medicamentos en los Estados Unidos (FDA) existen parámetros para definir si un alimento pertenece a una categoría en específico. Por esto, vamos a definir algunos conceptos de interés:

Saludable (en inglés, “healthy”) ha sido redefinido en los últimos años debido a que se le atribuía el concepto a una reducción de grasas en su contenido, pero hoy se reconoce que la grasa es un componente esencial en la dieta, siempre que ésta sea, en su mayoría, mono/poliinsaturada (conocidas como grasas buenas o saludables).

Ligero (“Light”): debe contener 50% menos de grasas del contenido regular del producto o 1/3 menos de las calorías del producto base.

Sin grasa (“fat free”): debe reflejar en la etiqueta nutricional menos de 0.5 gramos totales de grasa.

Sin azúcar (“sugar free”): menos de 0.5 gramos totales de azúcar, sin embargo existe una subcategoría en la que se utiliza “sin azúcar añadida” y es aquella proporción que se involucra “extra” en el procesamiento de algunos alimentos.

Una vez descritos estos conceptos, es improbable que al chicharrón pueda retirársele el 50% de las grasas, y aún esto se logre, las grasas saturadas presentes en este corte del cerdo se alejan de las recomendaciones saludables propuestas pues el consumo de estas se asocia a la elevación del colesterol LDL.

No significa esto que se prohíba su consumo, pues la alimentación saludable no es excluyente, pero se resalta que los alimentos que predominan deben cumplir con los criterios de prevención de enfermedades.

Es importante leer las etiquetas nutricionales y conocer los términos descriptivos, esto proporcionará conciencia y responsabilidad ante la gran oferta de productos.

TEMAS -

Dra. Erika Pérez-Lara Doctora en Medicina. Especialidad en Nutriología Clínica en INTEC. Master en Nutrición y Alimentación en Universidad de Barcelona (UB).