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¿Cómo tu alimentación te predispone al contagio por COVID-19?

No considere este periodo como una etapa en la que está “permitida” una alimentación poco saludable

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¿Cómo tu alimentación    te predispone al contagio por COVID-19?
El consumo elevado de grasas saturadas puede llevar a la alteración en la respuesta esperada por nuestro sistema inmunológico. (SHUTTERSTOCK)

Luego de tres meses en confinamiento se han reflejado los principales efectos secundarios en el peso corporal y descontrol en los resultados de análisis de sangre. Si bien es entendible que nos encontramos en un periodo de incertidumbre, no es justificable que nos descuidemos de una manera tal, que nos hagamos perfiles vulnerables a infecciones por virus y otras enfermedades.

Es nuestra responsabilidad tomar esta situación de forma consciente y organizar la nueva estrategia que conserve un estilo de vida saludable. En consulta hemos podido evidenciar aumento de peso de hasta 15 y 20 libras en 3 meses, así como resultados en análisis de sangre donde debutan nuevos pacientes con diabetes y descontrol en el perfil de colesterol. Las razones por las que esto ocurre las podemos reconocer fácilmente, lo atribuimos a la inactividad física, a la ingesta de grasas, hidratos de carbono refinados y dulces, al consumo regular de alcohol, dificultad para cocinar los alimentos y muchas otras.

Pero más que entender la causa, debemos conocer las consecuencias y las implicaciones que esta cadena de eventos está arrastrando:

1. El consumo elevado de grasas saturadas (ej. parrilladas, frituras) puede llevar a la alteración en la respuesta esperada por nuestro sistema inmunológico. Podrían inducir un estado lipotóxico y activar algo llamado sistema inmune “innato” que se refiere a la activación de vías de inflamación como respuesta al consumo de estos alimentos, lo cual en algunos estudios se aprecia a nivel del tejido pulmonar lo cual resulta relevante en una infección de vías respiratorias como el COVID-19 (Butler, 2020).

2. Con los alimentos ricos en azúcar, se ha observado un incremento en los llamados ‘antojos’, principalmente en mujeres, relacionados con un efecto anti-estrés por la situación de pandemia y su efecto de liberación de serotoninas a nivel cerebral, un neurotransmisor relacionado con nuestro estado de ánimo.

3. Además, la falta de sueño ya sea de nueva aparición o empeoramiento de un patrón previamente alterado, induce mayor estado de estrés y alteración en el estado de ánimo. Esto también estimula el mayor consumo de azúcar.

Tanto el consumo de grasas saturadas como de azúcar se vinculan a la obesidad y la diabetes, dos factores de riesgo que aumentan la tasa de complicaciones por COVID-19.

No considere este periodo como una etapa en la que está “permitida” una alimentación poco saludable, porque aunque todos nos encontramos en una situación difícil, aquellos que actúan diferente utilizando estrategias de control de peso y manteniendo hábitos saludables, son los que tienen mejor pronóstico en caso de contagio.

TEMAS -

Dra. Erika Pérez-Lara Doctora en Medicina. Especialidad en Nutriología Clínica en INTEC. Master en Nutrición y Alimentación en Universidad de Barcelona (UB).