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Cambiando los establos por gallineros

“Cuando convertimos en capital lo que gastábamos en lujos; podemos convertir en lujos lo que nos produce el capital”

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Cambiando los establos por gallineros

Los caballos comprados para disfrutar nos traen gastos constantes de adiestramiento, mantenimiento y al momento del deleite. Las gallinas ponen huevos y podemos venderlos o sacar más pollitos, los que criaremos y convertiremos en gallinas que producirán y pollos que podremos comer o vender. ¿Prefiere establos o gallineros?

No le digo que no se divierta, lo que quiero es que no sienta estrés por no tener dinero para mantener los caballos ni viva asustado por lo que puede pasar si la fuente de ingresos, de donde también alimenta los caballos, deja de emanar. Este artículo tampoco va dirigido a los que tienen capital trabajando para ellos o invertido de tal forma que en cualquier momento lo pueden poner a producir ingresos pasivos, o sea, sin necesidad de tener que trabajar.

En mi libro Arco Iris Financiero explico por extenso la forma de comprar gallinas y hacer que éstas compren caballos y se encarguen de su manutención. La idea es dar pautas para hacer la transición de criadero de caballos a sementera de gallinas. Algunos pasos posibles que describo en mi libro son:

n ¿Vender caballos? Lo que se pueda debemos convertirlo en efectivo. Lamentablemente, la mayoría de los caballos [lujos] no tienen casi ningún valor residual. Ropa, zapatos, televisores grandes, equipos tecnológicos de adelantada generación, etc. Lo bueno es que conteniendo las compras futuras también conseguiremos dinero. Los que tengan segundas viviendas [como en la playa o en las montañas] y vehículos de alto costo deberían ver las posibilidades de convertirlos en dinero.

n ¿Qué hago con las deudas? Considero que hay tres tipos de deudas, las tontas, las inteligentes y las superinteligentes. Solo debemos salir de las primeras. Los intereses que pagamos son los peores caballos que pueden existir, ni siquiera los podemos cabalgar... son la multa por haber adelantado el futuro o por no haber ahorrado para hacer frente a gastos fuera de lo común. En el libro mencionado con anterioridad encontrará el método completo para salir de ellas. Las deudas inteligentes son las que están produciendo dinero, como préstamos para un negocio, y las terceras son las que lo hacen comprar su vivienda [siempre que esté ajustada a sus posibilidades de pago y no sean a más de veinte años].

n ¿Cómo uso el dinero recuperado? La creación de un gallinero lleva pasos muy diversos, depende mucho de su edad, forma de obtener ingresos, temperamento de riesgo y momento del mercado, entre otros. Una persona de más de 50 años debería hacer rendir su dinero lo más posible con un riesgo no muy alto. Mientras alguien de 40 puede arriesgar una parte en negocios o inversiones de más alto riesgo. Alguien que es empleado debe buscar rendimientos en mercados financieros, mientras alguien que sea más emprendedor o independiente puede hacer inversiones en negocios. Si uno es del tipo conservador no debería inventar con negocios que no domine y si posibilidades que le pasen por el frente... De todas formas, los consejos de un experto pueden ahorrar mucho dinero y dolores de cabeza, así como hacer crecer su capital sin exposiciones innecesarias.

La buena noticia: Los que suelen poseer establos sin gallineros pueden lograr ahorros con rapidez, dejando de comprar caballos nuevos. Es sorprendente la capacidad de ahorro que consigue descubrir cuando hace un plan y decide comprar gallinas.