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Previendo los imprevistos previsibles

“Mejor que llamarlo emergencia o imprevisto es prever lo que puede suceder”

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Previendo los imprevistos previsibles

Sé que muchas personas hablan del fondo de emergencias y yo no le doy tanta importancia. La razón de la diferencia es muy profunda, está en el punto donde lo imprevisto es previsible.

Quizá es una filosofía de vida pensar que algunas cosas sucederán. Nací y me crié en el mundo del seguro. Me refiero al negocio de los seguros y reaseguros. Luego estudié y trabajé en el mismo. Pensar que algo sucederá es para mí lo más común. La pregunta siempre es cuándo y a quién le sucederá. Pienso que en las finanzas personales es muy parecido.

Yo manejaba el mercado de Sudamérica para una empresa alemana. No pensábamos que habría un terremoto en Brasil o Argentina, pero sí teníamos la posibilidad de que sucediera en Chile, Perú y otros. Sin embargo, en Brasil teníamos que contar con algún incendio en algún momento, al igual que en cada país.

¿Era un terremoto en Chile una emergencia financiera para nosotros? No, estaba calculado, lo que no sabíamos era cuándo llegaría. Quizá nunca nos tocaba, pero el dinero estaba reservado para hacerle frente. Lo que sí sería un imprevisible hubiese sido un terremoto en Buenos Aires.

El que tiene un vehículo de 10 años sabe que en cualquier momento alguna pieza tendrá que ser cambiada. No considero una emergencia que la batería de 6 años falle. Para mí es previsible, aunque no sepa con exactitud cuándo sucederá.

Tener el dinero a un lado para esos “imprevistos” es lo que me hace no gastar de más. Tomar préstamos o cargar una tarjeta de crédito que no podré saldar no es lo más recomendable.

Ya sé que algunos me dirán que no es posible de otra manera, que el ingreso no alcanza para apartar el dinero, etc. Y si no tuviera que pagar esos préstamos o recargos de la tarjeta: ¿lo ahorraría para cuando se presente el próximo imprevisto?

Para mí es una cuestión de dogmas asertivos. Pensamos que utilizar el dinero que tenemos es aumentar la calidad de vida, no restringirnos en los gastos es lo mejor para vivir, etc. La verdad es que los intereses no adquieren nada. El cambio de neumáticos o la medicina del que se enfermó no eran imprevisibles, aunque lo queramos llamar imprevistos y hasta emergencias.

Si quiere puede tener una cuenta de ahorros que llame fondo de emergencias o imprevistos (solo el nombre condiciona a lo malo), me da lo mismo. Lo que no me da igual es que pensemos que nunca nadie se enfermará o que algún equipo de la casa no se dañará. No son dogmas que nos quitarán los intereses de encima. Si llamo a la cuenta de manera positiva quizá le aporto sin inconvenientes: ¿capital para no pagar intereses?

Para las emergencias reales compro seguros. Son las que no puedo hacer frente sin desbalancear mis finanzas. Si no puedo pagar la reparación del auto por un accidente, debo tener un seguro.

Si quiero salir de viaje también puedo preverlo. Si algún día me retiraré, es el momento de tener un fondo que me pondrá un monto mensual en mi cuenta.

Reitero lo que ya he dicho tantas veces: no creo en el fondo de emergencias porque no veo como tales los gastos irregulares. Creo en tener un capital para hacerle frente a lo que sé que llegará, y si no llega, mejor.