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Sacando conclusiones inútiles

Algunos datos nos pueden llevar a conclusiones que suelen hacer que nuestra vida pueda irse por un camino que no es el que deseamos

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Sacando conclusiones inútiles
El dinero ahorrado debemos convertirlo en capital. (SHUTTERSTOCK)

Hace unos días una amiga me contó que volvió al gimnasio después de unos meses sin ir. Le temía a las agujetas, ese dolor que recibimos al poner a trabajar músculos que estaban en pasividad. Siempre le pasa lo mismo y no le gusta. Para su sorpresa esta vez no sufrió los molestos dolores. “¿Qué hice diferente en esta ocasión?”, se preguntó. “Al llegar del gimnasio cené”, me dijo. Era obvio: “Hacer ejercicio sin comer da agujetas”, me expresó riendo.

Lo dijo jugando, pero conozco varias conclusiones por este estilo. Desde no ahorrar porque otros lo van a disfrutar; porque la vida es ahora; porque el dinero se devalúa, etc. Todas estas creencias están basadas en conclusiones parecidas.

Sí sé de gente que ahorró y una devaluación convirtió en nada su dinero. Algunos murieron temprano y sus herederos desmenuzaron en poco tiempo sus ahorros de toda la vida de sacrificios. Otros disfrutaron toda su vida y murieron temprano sin necesidad de haber ahorrado.

Pero, porque Diego siempre tiene un pero: ¿cuántos están viviendo una pobreza senil por no tener ahorros que le produzcan dinero cuando dejaron de trabajar? ¿Cuántos no han tenido que endeudarse por no tener un ahorro para pagar una enfermedad? ¿Cuántos han vivido sin devaluación y a pesar de eso no tienen capital para comprar algo? Como el inicial de su vivienda propia.

Un amigo me contó que en España se toma más vino que en EE.UU., sin embargo, los estadounidenses mueren más del corazón que los españoles. Los alemanes comen más grasa que los ingleses, pero mueren menos del corazón. Y los franceses hacen menos deporte que los australianos, y estos últimos tienen más problemas del corazón que los primeros. La conclusión lógica es que lo que mata del corazón no es el poco deporte, comer poca grasa ni beber menos alcohol, sino hablar inglés.

Es un chiste, pero vivimos oyendo conclusiones como estas y no nos causa gracia, sino que las seguimos al pie de la letra.

La devaluación no es la consecuencia de que nuestro dinero pierda poder adquisitivo, sino nuestra ignorancia sobre las inversiones. El dinero ahorrado debemos convertirlo en capital. Inmediatamente lo guardamos debe comenzar a producir por encima de la inflación. Podemos abrir cuentas que ganan intereses día a día. Hay inversiones de corto, mediano y largo plazo. La idea es tener los conocimientos necesarios para vencer a la inflación. Todo esto lo enseño en detalles en mi libro Arco Iris Financiero.

Morirse temprano, no enfermarse, no comprar una vivienda, etc., no nos debe guiar por el camino del no hacer. Puede ser que el descanso eterno nos llegue temprano, pero la mayoría de las personas lo viven de la otra forma... y muchos de ellos con el problema de no tener suficiente para vivir.

Una enfermedad o cualquier emergencia económica llega a nosotros cuando no tenemos un capital guardado (y como expliqué antes, trabajando para nosotros). Si tenemos con qué hacerle frente es un gasto imprevisto, no un problema y quizá una deuda de la que no saldremos.

AVISO: Estaré en marzo en la República Dominicana. Para contrataciones empresariales o asesorías personales puede escribirnos a ventas@diegososa.info

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Conferencista, consultor, coach y escritor con 20 libros publicados. Dirigió por 10 años una de las empresas del Grupo Siemens en Argentina, Brasil y Alemania.