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¿Ser diferente me haría ganar más dinero?

La teoría de los temperamentos es muy cuestionada por muchos científicos del cerebro, y más que eso, han nacido nuevas formas de agrupar a las personas

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¿Ser diferente me haría ganar más dinero?
Son muchas las características que rodean al temperamento (ILUSTRACIÓN: LUIGGY MORALES)

Un amigo hace unos días me explicaba un inconveniente presentado con un cliente y cómo lo perdió por su temperamento: “Es que soy colérico”. Al preguntarle si prefería seguirlo siendo y continuar perdiendo clientes, me explicó que no tenía opción,: “nací así, qué le voy a hacer”.

Coléricos, melancólicos, sanguíneos y flemáticos; mezclas de ellos y tendencias. Los temperamentos definidos por Hipócrates 300 años antes de Cristo quizá hoy no son lo que eran.

He visto cómo muchas personas sienten alivio al conocer esta teoría y ubicarse en alguno de los polos. Entre alegrías y desilusiones los escucho justificar su comportamiento y arroparse con el manto de impunidad que sienten les proporciona la herencia genética. Mi pregunta es: ¿Quiere ser así? Con sus pros y sus contras, claro está.

La teoría de los temperamentos es muy cuestionada por muchos científicos del cerebro, y más que eso, han nacido nuevas formas de agrupar a las personas. Y también se ha demostrado que podemos dominar nuestras reacciones, cambiando hasta nuestra forma de recibir las acciones de los demás. Está por verse si doblegar a nuestras reacciones también hace que nuestra genética varíe.

Hay gente que dice que con la edad aprendió a reaccionar diferente. Yo no lo creo tan así. Pienso que con las experiencias y una decisión propia fue que llegaron a ser lo que hoy son. Es que no creo que solo la edad nos cambie, si fuera así todos cambiáramos de temperamento. Además, sería en la misma época de la vida y hacia la misma dirección.

No quiero hablar de debilidades, sino de lo que rechazamos de nuestra forma de ser. Lo que unos piensan que es una debilidad otros lo consideran una fortaleza.

Lo primero que debo hacer es ver lo que no me gusta o no me conviene de mi temperamento: ¿Soy muy tímido o quizá explosivo? ¿Cambio demasiado fácil de humor? ¿Suelo ser apático o demasiado soñador? Lo principal es ver si alguna de las actuaciones que tengo no me convienen en un momento dado y hacer el esfuerzo de cambiarlas, como enseño en mi libro Migomismo... siempre que prefiero ser diferente o decida que me conviene serlo.

Nuestros ingresos dependen cada día más de la interacción con personas. Ya sea el jefe o los clientes. Y si no nos llevamos bien con los compañeros de trabajo también puede influenciar en nuestro destino en una empresa, y ni hablar de nuestros colaboradores para lograr un equipo de alto rendimiento.

Son muchas las características que rodean al temperamento, podría cada uno hacer una lista y colocar si se siente identificado o no con ellas. ¿Se atreve a preguntarles a otras personas cómo lo ven en esas características?

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Conferencista, consultor, coach y escritor con 20 libros publicados. Dirigió por 10 años una de las empresas del Grupo Siemens en Argentina, Brasil y Alemania.