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Siete razones para no renunciar del trabajo

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Siete razones para no renunciar del trabajo

La semana pasada escribí siete de las razones que nos pueden hacer buscar otro trabajo. En esta vamos por el lado contrario.

Aunque parece antagónico aquí están casi las mismas razones de la pasada semana... algunas cambian. Es quizá el punto de vista lo que quiero que veamos:

1. Exceso de trabajo. Como decía la pasada semana, donde quiera que vayamos tendremos mucho trabajo. Y si aumenta la responsabilidad, mucho mayor será la carga de tareas. Súmele el estrés que le representará demostrar a los nuevos jefes que somos capaces de dar buenos resultados... Insisto, el problema no se soluciona con un cambio de empleador, ni con hacerse independiente, sino con un buen método de manejo de tareas. El mío lo encuentra por extenso y en detalles en mi libro ¿No tienes tiempo?

2. Escasez de vida personal. Veo cómo personas en el mismo nivel se comportan diferente en este sentido. Le aseguro que el puesto y la carga de trabajo no son las únicas culpables. Vea a su alrededor y dése cuenta que muchos tienen más tiempo para su vida particular que usted. Es cuestión de actitud más que otra cosa. Siempre que salimos de trabajo tenemos más trabajo. Las tareas no se terminan, se reproducen con la misma velocidad que vamos terminando las que tenemos por hacer.

3. Falta de reconocimiento. No lo espere... es mi consejo. Sepa en lo más profundo que lo realizado es de provecho y está bien hecho. Su satisfacción propia es lo más importante. ¿Que hace falta que la empresa o el superior nos diga algo? Sí, pero si no llega no debe deprimirnos ni ser motivo para buscar otro trabajo... quizá allá tampoco lo tenga. Mi sugerencia, aprenda a vivir sin él y déselo usted. Dígase: soy lo más grande que existe.

4. Riesgo en el cambio. Valorar lo que se puede perder y ponerlo en la balanza con lo que se puede ganar es siempre importante antes de tomar la decisión.

5. Bajos ingresos. La responsabilidad es muchas veces de uno. No darse el valor, no venderse, no aprender para el próximo puesto, no reconocer que en esa empresa eso es lo que pagan, no saber o no andar el camino para lograr el aumento que uno merece, etc. Además, ¿qué son bajos ingresos? No comparemos lo que ganamos con lo que queremos ganar o lo que gastamos, debemos ver si lo que nuestro puesto paga es lo que vale. Escalar es lo más recomendado.

6. El líder. Cuando tenemos un superior que nos trata bien es una razón excelente para buscar la mejora de los otros ámbitos que nos hacen pensar en salir de la empresa. Un buen ambiente de trabajo vale oro. No espere cambiar para valorarlo.

7. Aspiraciones con esperanzas. Una empresa donde se puede escalar es un motivo excelente para no cambiar. Pero, porque siempre hay un pero, no es que se siente a esperar que le asciendan. Es aprender todo lo que es necesario para el próximo puesto; tener una actitud de progreso; mente positiva; estar a las órdenes... El avance dependerá mucho de uno. Si creo que merezco un ascenso y no llega no es hora de protestar, sino con actitud positiva preguntar ¿qué me falta para seguir creciendo aquí?

Ahora ya tiene dos puntos de vista, por qué renunciar y por qué seguir... Si quiere decidir decida.

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