No perdamos el tiempo

No perdamos el tiempo en elucubraciones y discusiones que lo que buscan es que el nuevo coronavirus gane más terreno. Las disposiciones emitidas por el Ministerio de Salud Pública (MSP) respecto de restringir la circulación y espacios a los no vacunados son muy buenas, y han dado sus resultados en países mucho más respetuosos de su constitución y de los derechos de sus habitantes que el nuestro.

Lo que llama la atención es que esas disposiciones emanaran de un nivel inferior al Poder Ejecutivo como lo es el MSP. Que produjeran tanto ruido y que corran el riesgo de ser anuladas. Pero eso puede repararse desde el Poder Ejecutivo, estamento del Estado que dispone de los mecanismos legales para hacerlo. No obstante, debemos reiterar que las medidas restrictivas que se han puesto en marcha en el país para contener la pandemia son correctas.

Países como Italia, Reino Unido, Francia, Rusia, Grecia y muchos estados de la Unión Americana han restringido las libertades individuales en pro de defender el bien común, e incluso han decretado la obligatoriedad de las vacunas contra COVID-19 en muchos sectores de su población.

En Kazajistán, desde el 01 de julio pasado es obligatoria la vacuna para todo aquel que trabaje en contacto con el público. Tayikistán, por decreto de su gobierno obliga a vacunarse a todos sus habitantes a partir de los 18 años de edad, y en el Vaticano, que lejos de ser una democracia es un Estado jerárquico, desde el 8 de febrero pasado sus residentes y trabajadores tienen que vacunarse obligatoriamente, y quien no acate esa disposición, corre el riesgo de ser despedido de su trabajo.

De alguna manera, hay que obligar a la gente a entender que el que no se vacuna en medio de esta pandemia, no solo pone en riesgo su vida, sino la de su familia y la vida de los demás. Y a eso, nadie tiene derecho.

No perdamos el tiempo. El Estado y toda la sociedad dominicana tenemos la importante tarea de vacunar a todas las personas a partir de los 12 años, y de vacunar a los niños más pequeños cuando los expertos en vacunas nos den el visto bueno. Porque las evidencias médicas indican que donde hay una buena cobertura vacunal es difícil que aparezcan las llamadas variantes, que en el SARS-C0v-2 parecen ser muy virulentas.

Marcos Díaz Guillén

Pediatra neonatólogo. Pediatra emérito y pasado presidente de la Sociedad Dominicana de Pediatría.