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Facebook: ¿Dependencia de las redes o mucho poder en una sola compañía?

¿Tienen las compañías tecnológicas el deber de proteger al usuario?

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en diariolibre.com

Hace una semana atrás vivimos uno de los eventos tecnológicos más importantes de la época moderna, y no tuvo que ver con el lanzamiento de un producto, sino con la caída masiva de Facebook Inc. y toda su sombrilla de servicios, dejando a la mitad de la población mundial, a más de 3,500 millones de personas, sin acceso a sus sistemas de comunicación; y surge la pregunta de si somos dependientes de las plataformas sociales o le hemos permitido tener demasiado poder a una sola empresa.

En lo que inició como una difícil semana para la compañía que comanda Mark Zuckerberg, luego de que una excolaboradora filtrara documentos sensibles que ponían en perspectiva y duda la moral operativa de la compañía, empeoró con el apagón de sus servicios por unas seis horas y media a nivel global.

A pesar de haber pasado toda una semana luego del evento, la historia oficial sigue siendo dudosa y aún con algunas lagunas.

“Queremos dejar claro que en estos momentos creemos que la causa principal de esta interrupción fue un cambio de configuración defectuoso”, declaró Adam Mosseri, jefe de Instagram.

Mientras que la empresa continuó emitiendo informaciones como la de que el apagón “afectó a muchas de las herramientas y sistemas internos que utilizamos en nuestras operaciones diarias, lo que complicó nuestros intentos de diagnosticar y resolver rápidamente el problema. Nuestros equipos de ingeniería han constatado que los cambios de configuración en los enrutadores troncales que coordinan el tráfico de red entre nuestros centros de datos generaron problemas que interrumpieron esta comunicación. Esta interrupción del trafico de la red tuvo un efecto cascado debido a la forma en que se comunican nuestros centros de datos, lo que paralizó nuestros servicios.”

Estas informaciones se pueden y deben de tomar con pinzas; primero, la declaración oficial inicia con un “creemos”, lo que deja abierta la posibilidad a que la razón haya sido otra. Además, trae la pregunta del por qué si el problema sucedió al realizar una actualización no había un “backup” que permitiera la subida rápida de los servicios, y que para la solución se debía de acceder a los centros de datos de manera presencial y no remota.

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Infografía


Facebook Inc. Declaró que no tenían evidencia de que los datos de los usuarios se hayan visto comprometidos; y contactaron al medio New York Times para eliminar la posible información de que el acto haya sido perpetuado por ciberdelincuentes, debido a que “la tecnología de cada aplicación es demasiado distinta como para verse afectada por un mismo ataque”.

Tomando estas declaraciones, surge otra pregunta de cómo una actualización pudo afectar a toda la sombrilla de productos, si cada uno de ellos utiliza una tecnología distinta.

Golpe económico al sector tecnológico

Durante el apagón, las acciones de la compañía en la bolsa de valores se desplomaron hasta un seis por ciento, cerrando una disminución total de un 4.9 por ciento. La fortuna de Zuckerberg mermó unos siete mil millones de dólares. Mientras que la disminución afectó a otros gigantes de la industria, que vieron un bajón en el precio de sus acciones como Apple (-2,5%), Microsoft (-2,1%), Twitter (-5,8%) y Alphabet (-2%).

La moral y la reputación

La filtración de documentos internos de Facebook Inc. Y las declaraciones frente al Congreso de los Estados Unidos por parte de la antigua colaboradora de la empresa, Frances Haugen, pusieron en perspectiva la filosofía y modo de operación de negocios del gigante de las redes sociales. Además, creo la peor crisis para la empresa desde el caso de Cambridge Analytica.

Haugen es una ingeniera informática de 37 años que trabajó para compañías como Google, Pinterest, y entre el 2019 y 2021 para Facebook.

El resumen de la historia es el siguiente, de acuerdo con los documentos filtrados por Haugen, Facebook a través de investigaciones reconoció que la exposición de los usuarios a mensajes de odio llevaba a estos a durar más tiempo en la plataforma y a interactuar con dicha información; por lo que, la empresa manipuló su algoritmo para que presentara dicho contenido a sus usuarios.

Facebook es una empresa que basa su modelo de negocio en la venta de anuncios digitales, por lo que, si más usuarios pasan más tiempo en la plataforma, esto se traduce en más publicidad para los consumidores y más dinero para las arcas de la compañía.

Dentro de las declaraciones emitidas por Haugen, esta aseguró que Facebook y sus ejecutivos conocían de la situación, y que la empresa “siempre escogía optimizar su propio interés, ganar más dinero, sobre la seguridad de los usuarios”.

Un dato muy importante ofrecido por la ex empleada de Facebook fue que la empresa se dio cuenta del peligro que presentaba el algoritmo durante las elecciones de 2020, por lo que, activaron los niveles de seguridad para reducir la exposición a estos mensajes. Sin embargo, “tan pronto como terminaron las elecciones, los apagaron y cambiaron la configuración a la anterior”, declaró Haugen, quien enfatizó que dicha acción es “una traición a la democracia”.

Por su parte, Facebook se defendió de los alegatos expresados por Haugen frente al Congreso de los Estados Unidos.

“Solo trabajó en Facebook durante dos años; no tenía a ningún empleado a su cargo; jamás asistió a una reunión con altos directivos en la que se tomasen decisiones y ella misma testificó en más de seis ocasiones no haber trabajado en los temas de los que hablaba”, declare Lena Pietsch, directora de comunicación política de Facebook.

TEMAS -

Comunicador y mercadólogo, especialista en desarrollo de proyectos y marcas, manejo de nuevas tecnologías y analista de deportes y tecnología de consumo.