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?La nueva carrera espacial: más privada y comercial

Empresas privadas lideran en innovación e inversión en investigación y desarrollo

El negocio de satélites es el más rentable en el mercado espacial

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en diariolibre.com

El espacio siempre ha sido el límite que la humanidad ha tratado de conquistar; los Estados modernos han visto en esta hazaña una forma de demostrar superioridad en todos los sentidos. Mientras que en inicios la carrera espacial sucedió entre naciones, hoy en día hay un nuevo competidor, el sector privado.

Para entender todo lo que implica la carrera espacial es necesario remontarnos al 4 de octubre de 1957, cuando un misil balístico soviético puso en órbita el primer satélite artificial del mundo, llamado Sputnik.

Este hecho sucedió en medio de la Guerra Fría, una época surgida luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial, cuando el mundo se dividió en este y oeste; un momento en el que las naciones buscaban demostrar su superioridad en términos políticos, económicos, militar y tecnológico.

El hito de Sputnik encendió las alarmas en Washington D.C., y en 1958 los Estados Unidos crearon la Administración Nacional Aeronáutica y del Espacio (NASA) para el desarrollo y estudio espacial. Mientras que el 12 de septiembre de 1962, el presidente John F. Kennedy pronunció un arriesgado discurso en el que aseguró que la Nación norteamericana había “elegido la luna” como próximo destino, y que, para antes de acabar la década, la tierra del Tío Sam iba a aterrizar a un hombre en la luna.

El 16 de julio de 1969, la tripulación a bordo del Apolo 11 logró lo impensable, y Neil Armstrong y Buzz Aldrin pisaron la superficie lunar.

Con este hecho se da por terminada la primera carrera espacial, en la que los Estados Unidos vencieron a su contraparte soviética. Pero la tecnología existente a la fecha colocaba nuevas barreras para que la humanidad continuara explorando el espacio.

A pesar de no existir una “carrera espacial” como tal, las naciones continuaron con la inversión en investigación y desarrollo, siendo la construcción en conjunto entre NASA, Roscosmos (Rusia), JAXA (Japón), ESA (Unión Europea) y CSA (Canadá) de la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) uno de los mayores logros de la humanidad.

La nueva carrera espacial

En pleno siglo 21, existe una nueva competencia por la conquista del espacio, en la que los competidores no son solo países, ahora también el sector privado se ha sentido atraído por la infinidad del universo.

Un elemento interesante de esta carrera espacial es que abarca varias aristas; es decir, los participantes ya no solo compiten por los viajes al espacio y otros planetas, sino también en el desarrollo y utilización de tecnologías desde la órbita hasta suelo terrestre. En el caso de las empresas privadas, ven el espacio como un nuevo mercado que conquistar y monetizar.

Las empresas privadas como SpaceX y Starlink del excéntrico multimillonario Elon Musk; BlueOrigin de Jeff Bezos; y Virgin Galactic del empresario Richard Branson se han convertido en las organizaciones privadas líderes en el desarrollo de tecnología aeroespacial.

Actualmente la NASA está desarrollando su programa “Artemis”, con el que buscan colocar a la primera mujer en la luna y llevar de vuelta al hombre; además, tienen como objetivos explorar zonas de la superficie lunar que todavía no han sido descubiertas o analizadas. Dentro de los beneficios que traerá dicho proyecto es el probar tecnologías y estrategias de vuelo que servirán para viajes más complejos a otros planetas.

Mientras que países como Rusia o la India invierten en el desarrollo propio de cohetes, la NASA ha decidido confiar en empresas privadas, como las anteriormente mencionadas, para el transporte espacial. Esta medida puede ser polémica, porque tecnología espacial en manos privadas se puede prestar para actos que se pudieran considerar peligrosos; sin embargo, la apuesta ha beneficiado a todo el sector. La humanidad cuenta con cohetes reutilizables, algo que solo era visualizado en audiovisuales de ciencia ficción.

La compañía BlueOrigin , fundada por Jeff Bezos, ganó un contrato con NASA para transportar equipos y provisiones a la luna.

Por otro lado, SpaceX, quien lidera el sector aeroespacial privado y goza de la confianza de la NASA, logró un contrato con esta por un monto de 2.9 mil millones de dólares. De hecho, la confianza en la empresa de Musk es tan alta, que la NASA cambió a Boeing por la empresa SpaceX para su próximo lanzamiento tripulado.

Sin embargo, una de las grandes partes del negocio espacial radica en los satélites. “El 77 por ciento del mercado total global de la economía espacial son los satélites”, expresó Ryan Kobrick, profesor asistente de operaciones espaciales comerciales del campus de Daytona Beach, en el medio especializado Lyft, de la escuela de aeronáutica Embry-Riddle.

La razón de esto es la utilización de satélites con propósitos de telecomunicaciones. Elon Musk ha visto en este sector una manera más de incrementar su poder en el mercado; con el proyecto Starlink, planea crear una red interconectada de satélites en baja órbita que den internet de alta velocidad a todo el planeta.

Básicamente, en un futuro Elon Musk tendrá su propia red global de internet.

Pero este ambicioso proyecto ha traído críticas del sector de la astronomía, pues estos pequeños satélites suelen confundirse con estrellas o entorpecer la visión de los grandes telescopios.

A enero del 2021, en la órbita espacial había unos 3,372 satélites activos, de los cuales 1,897 pertenecen a los Estados Unidos, según datos del centro de estadísticas Estatista.

Viajemos al espacio

Un nuevo sector emergente de esta nueva era espacial es el de turismo espacial, en el que empresas como Virgin Galactic ofrecen una oportunidad de volar sobre la frontera del espacio por unas horas, antes de regresar a la tierra.

A pesar de ser estas grandes compañías las que dominan los titulares en los medios de comunicación, hay otras organizaciones que se benefician del mercado aeroespacial. Estas crean tecnologías que son utilizadas en el espacio, algunas de estas para la realización de experimentos.

La nueva carrera espacial ha levantado el interés de toda una nueva generación, en el que ven que existen más posibilidades que nunca para cumplir logros que solo eran posibles en la imaginación. Además, la constante innovación del sector impacta en el desarrollo de otras tecnologías de diferentes sectores.

del mercado total global de la economía espacial son los satélites”, expresó Ryan Kobrick, profesor asistente de operaciones espaciales comerciales del campus de Daytona Beach.

TEMAS -

Comunicador y mercadólogo, especialista en desarrollo de proyectos y marcas, manejo de nuevas tecnologías y analista de deportes y tecnología de consumo.