Se siente “arrimada”...

Pregunta: ¡Saludo estimada doctora! Sucede que tengo con mi pareja un año y tres meses, nos conocimos por las redes, él vive en EE.UU., aunque ahora mismo tiene casi dos meses aquí, en RD. Es un hombre maravilloso, no me da tormentos, es de familia, respetuoso, atento y hogareño. Nos llevamos súper bien gracias a Dios y también nuestras familias. Resulta que este mes nos íbamos a casar y a mudar aparte, pero por motivos económicos no se llevó a a cabo (cosa que sí se podía, estaba todo organizado, era por lo civil, una sesión de fotografías y un apartamento pequeño). Ahora estamos en casa de su madre con quien me llevo muy bien, sus hermanas viven en EE.UU. y piensan venir en diciembre, mi pareja también pretende estar aquí para entonces, y resulta que en la casa vivimos nosotros, dos tíos, tres primos y mi suegra, y aunque es amplia me siento como “arrimada”. Él solo dice que cuando lleguen sus hermanas nos vamos para la casa de mi madre (que es a dos horas de donde estamos). Le he explicado cómo me siento con esto, que quiero que tengamos nuestro hogar y solo me dice que después lo vamos a resolver. En realidad, estoy muy desilusionada y deprimida. No sé qué hacer.

Respuesta: Veo que esta unión inicia con dudas, ya que entiendes que pudo realizarse la boda, pero mi primera cuestionaste es ¿por qué no le has comentado a él directamente sobre tu inconformidad? Pues las uniones no deben basarse en la desconfianza ni la idea es estar arrimados en casas ajenas y menos cuando uno de los dos está seguro que existe la posibilidad de tener un espacio propio.

Me encantaría saber si tu pareja es también así de maravilloso contigo. No quiero que lo tomes a mal, me parece excelente que se lleven bien con ambas familias, pero lo principal es el trato que te da a ti cuando están solos, cuando solo existen ustedes dos.

No esperes más para arreglar las cosas, los problemas no se le dejan al tiempo, es mejor resolverlos ahora y decirle cómo te sientes, hablando siempre en primera persona y sin juzgarlo ni decirle que él tenía esos cuartos agachaos, por ejemplo.

Explícale que lo único que quieres es tener un matrimonio sano, pero que entiendes que entre tantos tumultos no se cultiva la intimidad. No le tengas miedo a su reacción y atrévete a plantearte la posibilidad de darte una respuesta responsable.

Las parejas deben asumir la libertad de expresión como algo básico en la dinámica y tener presente que es muy importante la trasparencia. Todo a tiempo tiene solución y el aguante como medida de salvación lo único que nos trae es desgaste y desilusión.

Ana Simó

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Psicóloga, terapeuta sexual, familiar y de pareja, PHD en Sexualidad. Directora del Centro Vida y Familia Ana Simó.