6 lecciones financieras que tus hijos deben aprender

Aunque el tema del dinero y cómo administrarlo podría parecer cosa de adultos, enseñarles a nuestros hijos hábitos financieros saludables les ayudará a forjar un mañana económicamente estable. Alejandro Fernández W., analista financiero, fundador de Argentarium.com y co-fundador del comparador de productos bancarios RexiFinanzas.com, resume en seis valiosos consejos cómo formar futuros adultos responsables.

Lección 1. Dar un buen ejemplo

Nuestras propias actitudes, hábitos y reacciones en cuanto al dinero y lo material sirven de modelo para los más pequeños de la casa. Los niños observan e imitan, por lo que es muy probable que luego ellos, inconscientemente, repliquen nuestra forma de actuar independientemente de cuántas herramientas financieras conozcan. Siempre es mejor mostrar cómo se hacen bien las cosas antes que explicarlas. Educarnos en el manejo correcto de nuestras finanzas ayuda tanto a la persona como a su descendencia.

Lección 2. Hablarle al niño para que sepa que no todo se puede al mismo tiempo y debe saber priorizar, elegir y esperar.

Como padres, debemos enseñarles a nuestros hijos que no todos los gustos pueden complacerse, y que hay cosas que son verdaderas necesidades y otras que son gustos o deseos pasajeros que no podemos convertir en necesidades. La meta más importante, en cuanto a educación financiera se refiere, es aprender a priorizar esos gustos, a desarrollar la capacidad de discernir y posponer su obtención.

Se recomienda evitar las compras compulsivas y explicar a los hijos por qué has decidido comprar una cosa y no otra. Enséñales a comparar precios, a leer las etiquetas del supermercado viendo la relación cantidad/precio y otros detalles en los que te fijas a diario.

Otra idea para incentivar este comportamiento es ayudarlos a elegir entre dos objetos que quieran, por ejemplo dos juguetes diferentes. Pídeles que hagan una lista con las características que más les gustan de cada uno y ayúdalos a compararlas para saber cuál les traerá mayor satisfacción.

Lección 3. Explicarle al niño que el dinero no crece en árboles, que es fruto del trabajo y del esfuerzo, que es escaso y debemos saber administrarlo.

Evita manejar el tema financiero como un tabú, un secreto o como algo que solo le corresponde a los adultos discutirlo. Que los hijos sepan cuál es el trabajo diario que realizamos, lo malo y lo bueno que tiene, les hará ver que el dinero no sale de las tarjetas de crédito. También, muéstrales aquellos gastos que normalmente quedan ocultos para ellos, tales como la luz, el agua, el alquiler, los impuestos, el internet, el teléfono y otros.

Habla abiertamente de esos temas, especialmente a partir de los diez años, cuando sus conocimientos matemáticos están más desarrollados y puedan entender los pormenores de cualquier compra o gestión. La real educación financiera se da en el hogar y nosotros debemos asumir la responsabilidad de ser sus primeros maestros en la teoría y en la acción.

Lección 4. Vivir de tal forma que el niño sepa que las cosas realmente importantes en la vida no son materiales, sino espirituales, de valores y de afectos compartidos, como la familia.

Una cena o una comida en familia, salir a dar un paseo por el mirador, una larga conversación sobre sus gustos o una tarde de juegos en casa. Numerosos estudios afirman que los niños valoran más el tiempo y la atención que les dedicas, que el último y más llamativo juego en venta.

Otra idea para fomentar el compañerismo y la consideración es establecer alguna meta en familia y asignar la cantidad que debe aportar cada integrante, de acuerdo a sus ingresos. El objetivo puede ser algo para todos, como una TV o un viaje, o algo para un integrante, como el regalo del Día de las Madres o un cumpleaños de alguno de los padres. La idea es que los niños entiendan que con su dinero también puede hacer cosas por los demás y no todos los objetivos deben ser personales.

Lección 5. No nos comparemos con otros, sobre todo en lo material, para que luego el niño no haga por igual con sus amiguitos en el colegio.

Siempre habrá personas que ganen más o menos que nosotros. Comprar para demostrar que tienes más que el otro afecta tus finanzas sensiblemente. Además, enseñas a tus hijos que su valor como persona se mide por lo que tenga y no por sus creencias, accionar o ideas.

Actúa conforme a lo que prediques. No le digas a tu hijo que no se compare con sus amiguitos del colegio, si luego tú lo haces con el vecino o tus compañeros de oficina.

Lección 6. Enseñarles la importancia del consumo inteligente, la relevancia del ahorro y el respeto que debemos tener a las deudas.

Enseñar educación financiera a tus hijos es más fácil de lo que te imaginas. Uno de los primeros pasos para que ellos puedan tener finanzas sanas es que tú les fomentes el uso adecuado y responsable de los ingresos que reciben a través de su mesada.

Ayúdales a crear un primer presupuesto muy básico, donde haya espacio para sus gastos fijos (como las compras en el recreo), para un gasto discrecional o meta (un juego que quieran), y también para el ahorro, aunque sea mínimo. Con el tiempo, ellos se darán cuenta de que son capaces de adquirir cierta independencia económica como para hacerse sus propios regalos, cuando consiga ahorrar lo suficiente.

Trata de que él mismo pueda tener un trabajo y recibir una recompensa por el mismo, siempre teniendo en cuenta que hay tareas básicas en la casa que no son trabajo sino responsabilidades, como por ejemplo hacer su cama. Una labor extra podría ser limpiar el vehículo familiar, de modo que el dinero que normalmente gastas en un lavado, se lo des a tu hijo.

Karla Hernández