Bendita sea la segunda fiebre del podcast
Pablo Ferrer
SANTO DOMINGO. Se ha convertido en uno de los canales de mayor crecimiento en los últimos años. Definitivamente el podcast crea engagement con la audiencia y, sobre todo, capta la atención de un público más joven. Llega la segunda edad dorada de un formato que nunca se fue.
¿Qué es un podcast? Un compendio de palabras, aderezadas normalmente con música, que un individuo o entidad lanza con la intención de llegar directamente al consumidor final por la vía de la escucha directa o descarga. Esta forma de informarse, relativamente nueva, se ha hecho común en los últimos tres lustros y es todavía más popular actualmente gracias a la generalización de los móviles inteligentes. Permite soluciones directas a requerimientos específicos; aunque es innegable que escuchar la radio de manera tradicional (como pasar las páginas de un diario) es un gesto con poderosa carga romántica, escuchar algo que has pedido o buscado de manera directa es muy satisfactorio. Son palabras que no se lleva el viento, dado que su codificación binaria las ata eficazmente a los dispositivos portátiles de la persona que halló inspiración o respuestas en ellas.
La vía de transmisión de un podcast es el RSS. Perdonen ustedes si ya conocen de sobra este instrumento y su funcionamiento; permitan, igualmente, que quede aquí resumido para los que no saben aún de qué hablamos con esas siglas que, quitando la U inicial, sonaban a muchos la mar de soviéticas. RSS es Really Simple Syndication (sindicación realmente simple: es decir, información actualizada y fácilmente accesible), un archivo de contenido o ‘feed’, compuesto de ítems. Cada ítem tiene título, resumen y un enlace web (URL) a la página de origen del audio o texto requerido. Para acceder a los RSS hace falta un lector de feeds: los más populares actualmente son Feedly Flipboard, Winds o Inoreader.
El siguiente paso para disfrutar de los podcasts (que también figuran insertados en páginas personales o instituciones relacionadas con la comunicación, para su reproducción automática, y buscables igualmente de manera temática) es el instrumento para encontrarlos: iTunes, Ziepod, Pod Store, WeCast... hay muchos. En cuanto a los temas, no hay límite: desde el cine y las series de TV a la ornitología, el rock escandinavo, la novela negra, el mito de Atlantis o la ubicación de volcanes.
Hacerlos bien, como nos gusta escucharlos
Además de consumirlos, hacer podcasts es un ejercicio fantástico. ¿Cómo hacerlos bien y conseguir repercusión? Es la gran pregunta. Lo primero y primordial es elegir un tema que guste a quien lo hace, y del que tenga ciertos conocimientos. Hay que prepararse bien, porque para hablar pendejadas o soltar discursos vacíos carentes de documentación ya hay muchos especialistas en medios, gobiernos, juntas de vecinos y todo tipo de colectivos humanos. Antes de empezar a grabar hay que tener delante una guía, aunque se pretenda hacer contenidos frescos e improvisaciones, para evitar el temido ‘aire muerto’ que aleja a los oyentes. También conviene buscar aliados, ya sea en la sombra o en el aire, hablando contigo. El nombre del podcast tiene que ser atractivo e ir en consonancia con el contenido: si es serio, no debería sonar a broma, y si se pretende divertir hay que hacerlo desde el primer vistazo. Evidentemente, también hay que hacer una inversión en equipo, que puede ser elemental al principio (buen micro, buen headset, buena computadora o, cuando menos, un buen móvil) y puede ir mejorando con el tiempo y las posibilidades de cada cual.
Hay un montón de podcasts interesantes en castellano. En Dominicana existe una web que puede servir como punto de partida a los indecisos: domiplay.net/podcast, con una amplia variedad de opciones de emisiones radiofónicas al gusto del consumidor. En el menú de Ivoox también hay una gran cantidad de podcasts personales sobre los temas más diversos, y lo mismo ocurre en Cuonda. Buenos podcasts en español son “Bienvenido a la vida peligrosa”, “Todopoderosos”, “Hablamos Alemañol”, “Moda Street”, “Radio Ambulante”, “TEDTalks Negocios”, “Acento Robinson” (el ex futbolista inglés afincado en España es toda una estrella mediática), “La Corneta”, “CNN en Español”, “WordPress desde Zero”, “La Vida Moderna” (tres locos desde la cadena SER madrileña haciendo el show más irreverente de España), los cinéfilos “Bienvenido a la vida peligrosa” y “El Gran Apagón”, “La Historia del Mundo”, “Ted en Español” el cómico “Nadie Sabe Nada” o el futbolero “UEFA Champions League Al Minuto”.
Mercado aún en progreso
Se ha calculado que internet representa un 7.5% de los oyentes de radio. El streaming duplica a los oyentes de onda media y el podcast sigue a mucha distancia, pero está claro que la tendencia es alcista. En Estados Unidos hay un claro crecimiento del sector, sobre todo desde que los smartphones ya facilitan su escucha y descarga. De hecho, se puede decir que vivimos una segunda gran oleada de furor por el podcast: cada vez son más los medios de comunicación tradicionales que han creado su propia plataforma de podcast. La popularización de productos como Netflix, Amazon Prime o HBO a la carta hace que la aceptación de las plataformas ‘podcasters’ sea aún más natural.
Además de entretener e informar (la información es poder, no lo olviden) los pod-
casts están cada vez más presentes en las estrategias mercadológicas. La ventaja de los archivos de audio en relación a otros formatos es su dinamismo; son fáciles de consumir, no exigen la atención demandada por un artículo o un libro electrónico, por lo que son compatibles con otras actividades, desde cocinar a manejar un automóvil. Como instrumento de comunicación puede exceder fácilmente las limitaciones de un formato cerrado a un diseño periodístico o un minutaje, genera de manera instantánea comunicación con los oyentes a través de preguntas y respuestas, señalamientos o quejas, renovando el espíritu de la vieja carta al director del medio o llamada telefónica inquisitoria. Además, facilita la consulta a expertos del sector, que pueden recibir y enviar fácilmente sus aportes para una edición posterior del podcast.
Muy importante: para posicionar bien los podcasts en los buscadores específicos –o el propio Google– deben llevar el título y las ‘keywords’ adecuadas, con lo que un poco de conocimiento SEO viene de maravilla. Se trata de emplear las herramientas que premia Google a la hora de colocar un contenido más arriba en la búsqueda simple. Además, como ocurre con todo territorio aún inexplorado en su mayoría, el momento actual es perfecto para crear un contenido propio y convertirlo en referencia para otros.
Con estas premisas, solo queda lanzarse, ser actor además de espectador y convertir las inquietudes propias en estímulo y motivación para miles y miles de personas. ¿Soñar es gratis!
Qué podcasts puedes seguir en RD
1 Un gran día. Con Silvia Callado, Eileen Glass, Monchy Róquez y José Luis Astorga.
2 Esto no tiene nombre. Con José (Pinky) Pintor, Miralba Ruiz y Roberto Cavada.
3 Mujeres al Borde. Con Ingrid Gómez, Diana Filpo y Gabi Desangles.
4 La Cuestión Radio. Con Patricia Solano y Diana Lora.
5 Párate Ya. Con Lizbeth Santos, Milton Cordero ‘Lechuga’, Starlyn Ramírez
6 Primera Toma. Con Orlando Santos, Pavel González, Gloria Álvarez, Annina Rodríguez y Diego Cepeda.
Pablo Ferrer
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