Bonsái, un arte compartido
Glenys González
Bien pudieran formar parte del bosque de unos duendes. Tan reales y perfectos como cualquier árbol que conozcas, solo que estos son especialmente pequeños y causan admiración en más de uno: ya sea que tengan flores o no, o sean tan fascinantes que hasta dan frutos.
Hablamos de los bonsáis, de esos modelos que resultan de una práctica de cultivo tan antigua que data de unos dos mil años; y que tuvo origen en China, no en Japón. Mientras que los chinos se deleitaban creando paisajes completos, los japoneses decidieron dedicarse a árboles individuales y así ha llegado hasta nosotros.
En nuestro país, durante muchos años, este arte ha encantado a los amantes de la naturaleza y hay quienes han ido más allá. Es así como, al igual que hay un club de fanáticos y cultivadores de orquídeas, existe uno del bonsái. ¿Su particularidad? Cultivan especies nativas.
• Un club joven
La formación se dio hace cuatro años como una necesidad de poder reunir a todos los que comparten esta afición. Y como crear un bonsái requiere de técnicas y cuidados especiales, qué mejor manera que hacerlo con especies nativas, propias de nuestro suelo y clima. “Nos enfocamos en trabajar con plantas endémicas ya que es más fácil trabajarlas respecto a las plantas introducidas”, comenta Robert Sandro Rivera, presidente del Club Bonsái Nativo.
Rivera agrega que en los últimos años se han introducido muchas especies para trabajos de jardinería y paisajismo que por lo regular son más difíciles de tratar por no ser tropicales.
• El nacimiento de un “arbolito”Existen dos procesos. Uno de ellos es el conocido como planta de semilla, que consiste en la siembra de ésta y una vez que la planta crece se empieza con el proceso de convertirla en bonsái. El tiempo que se lleva este procedimiento es de siete a diez años.
En cambio, con la recogida de árboles creados por la naturaleza el tiempo de espera es más corto y el método más fácil. A éste acto se le conoce como “Yamadori”; y no es más que la recolección de árboles y plantas que quedaron pequeñas por causas naturales, como la falta de nutrientes. Pero no vayan a creer que todas plantas pequeñas son aptas para un Yamadori. Los recolectores y conocedores de bonsáis dicen que aplican aquellas plantas que tienen un tronco grueso, retorcido y de hojas pequeñas.
• Enfrentando las dificultades de cuidadoSi piensas adquirir uno de estos ejemplares, o ya tienes uno, que no se te olvide regarlo y colocarlo en un lugar donde reciba mucha luz solar. Sandro Rivera ve estos dos factores como los principales causantes de que la planta no avance en su crecimiento y hasta pueda morir. Recuerda que un bonsái es una planta que crece en un espacio muy reducido por lo que sus raíces están limitadas; necesitan más agua que una planta normal.
• Es bueno saber...1- Dos años es el menor tiempo que puede tardar una planta en tener ciertas características de un bonsái.
2- El “pre-bonsái” es el acto de cultivar la planta en un espacio más grande que el pequeño tarro donde vivirá definitivamente. Con este proceso el crecimiento es más rápido. Luego, el árbol es trasplantado.
¿Quieres ser parte, aprender más y cultivar tus propias plantas?
Los cursos en la escuela del club están dirigidos a todos aquellos, no miembros,
que están interesados en la técnica. Se imparten cada dos meses.
Únete. El grupo de amantes de los bonsáis permite el ingreso de nuevos miembros que ya estén o hayan plantado sus propias plantas y hayan tomado al menos un curso sobre la práctica. Síguelos. En Facebook: Club Bonsái Nativo. Teléfonos. 809-565-4804 y 829-801-2118.
Actividades del club
• Reuniones de grupo para trabajar y compartir conocimientos.
• Talleres de capacitación, impartidos por los miembros más expertos.
• Cursos para particulares, en la escuela del club.
Glenys González
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