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Desastres naturales
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Cómo prepararte ante un desastre natural

La coach Kirssy Lorenzo nos comparte cinco consejos para adaptarse emocionalmente a estos eventos.

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Cómo prepararte ante un desastre natural

En las últimas semanas no solo nos hemos enfrentado a las amenazas de varios huracanes, sino también a un estado anticipado de angustia muchas veces más dañino que el mismo fenómeno. Un día antes del paso de María por el país recibí, en el lapso de 1 hora, cerca de 45 mensajes, videos, fotos y alertas por WhatsApp.

Es hermoso ver cómo somos tan empáticos y queremos ayudar, sin embargo algunos estudios recientes indican que nuestra condición emocional, antes y después de una catástrofe natural, puede hacer la gran diferencia a la hora de sobrevivir.

Un desastre natural deja más que destrucción física. Algunos de los efectos emocionales que puede provocar son: sensación de pánico, ansiedad, confusión, aislamiento, culpa o desamparo, entre otros.

Es misión de nuestro cerebro estar alerta a las circunstancias críticas donde la respuesta instintiva es pelear o huir. Desa-fortunadamente no todos reaccionamos de la manera más óptima en estas circunstancias.

De acuerdo con Laurence Gonzales, quien ha dedicado 30 años a analizar historias de sobrevivientes, “la actitud, la emoción y la forma en que se afronta la adversidad serán determinantes para superarla”.

Aquí comparto algunos tips para adaptarse emocionalmente a estos eventos:

1. Prepárate. Nuestro cerebro es poderoso, solo tenemos que programarlo para que nos dé los resultados deseados. Mientras más preparado estés mentalmente, mejor funcionarás bajo la presión de la situación en vivo. Si puedes ensayar algún plan de acción alternativo, será fantástico. Cuando los desastres de las torres gemelas, el equipo de bomberos que rescató más de 2,800 vidas de la torre 2, lo logró gracias al ensayo de posibles escenarios como ese.

2. Mantén la calma. “Es muy fácil decirlo”, piensa la gran mayoría de las personas, pero te explico por qué es tu mejor alternativa mental y neuroquímicamente hablando: En tiempos de anticipación a un fenómeno atmosférico escuchas, ves o experimentas una amenaza. El sistema nervioso libera adrenalina y cortisol, la hormona del estrés. Estos químicos entran al torrente sanguíneo, viajando por el cuerpo. El cortisol eleva el azúcar en la sangre y la adrenalina hace latir al corazón más rápido. Cuando esta respuesta de alerta se prolonga durante días, a causa de una situación que nos amenaza durante un tiempo continuado, la situación se vuelve peligrosa. No solo enfermas al reducir el sistema inmunológico su capacidad de respuesta y tu estómago se predispone a úlceras, sino que tu cerebro reptil, el de la respuesta instintiva, entra en control, anulando la capacidad de respuesta de tu cerebro neocórtex (el analítico) que es el que posee la capacidad para generar la mejor solución dadas las circunstancias.

3. Trabaja por partes. Cuando ocurre algo que nos impresiona podemos reaccionar paralizándonos. Es tan abrumador que no vas ni hacia atrás ni hacia delante. Para superar esta sensación, divide las acciones y planes a ejecutar en partes y concéntrate solo en una a la vez, dando un orden de prioridad.

4. Todo está en la actitud. Una actitud positiva puede significar la diferencia entre quedarse enganchado en las lamentaciones o recuperarse de un evento traumático. Una de las cosas que más valoro del aprendizaje con Tony Robbins es que, en todos los entrenamientos que tomé con él, insistía mucho en la emoción del agradecimiento. Algunas investigaciones han demostrado que el efecto de esta emoción puede perdurar en la persona por meses y ayudarnos a superar obstáculos más fácilmente y a tomar decisiones.

5. Libérate. Nuestro cerebro guarda, a través del sistema límbico, aquellos eventos que significan alto riesgo para mantenernos en alerta a posibles situaciones futuras. Esto hace que los recuerdos y las sensaciones que provocaron se queden por más tiempo del que nos es saludable. Una terapia liberadora es escribir sobre la propia experiencia, con todos los detalles, el impacto emocional y económico, y luego quemarla. Es como tener un veneno en el cuerpo y vomitarlo para liberarte de él.

La autora es conferencista, escritora y coach

www.KirssyLorenzo.com

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