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Creatividad versus productividad

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Creatividad versus productividad

Tener un personal eficiente, capaz de hacer más en menos tiempo, y que ese nivel de producción sea innovador y creativo, es el ideal de todas las empresas. Lograrlo, sin atravesar la franja que las ponga en riesgo, es el reto.

La inmediatez y las exigencias laborales parecen consumir el espacio para crear contenidos frescos y novedosos. Lanzamos la pregunta, ¿se puede ser creativo y productivo a la vez? La respuesta es amplia y plural. Dos puntos de vista se unen para revelar un equilibrio, que dependerá en parte de las necesidades de cada quien.

“Si eres creativo puedes producir más”

Tanto Ché Muñoz, director creativo para Ogilvy, como Viena Diva Luna, periodista experta en redes sociales y asesora de comunicación digital, coinciden en que la creatividad y la productividad pueden trabajar de la mano. Ché dice que una persona creativa es más productiva, y Viena que la productividad genera más creatividad. “Además, si lo ves de esa manera, cuando eres productivo empiezas un círculo virtuoso que te hace querer más resultados”, afirma Muñoz.

Cuando Viena se refiere a que una persona es productiva, advierte que significa que usa los recursos de manera más eficiente y por eso tiene más tiempo para ser creativa. Donde se quiebra el puente es cuando se desvincula la productividad de la creatividad, bajo la idea generalizada de que el creativo “pierde el tiempo”. Viena está completamente convencida de que se puede ser creativo y productivo a la vez. Como ejemplo menciona empresas como Google y Facebook, conocidas mundialmente por generar un contenido sumamente innovador y diferente. Para que eso sea posible menciona lo que Google ha utilizado como estrategia, si se quiere, para lograr que sus trabajadores sean más productivos: “Google da a cada empleado un 80% de tareas que tienen que cumplir y un 20% para trabajar proyectos que le inspiren y no necesariamente dejen grandes beneficios a la empresa”. Art Markman, profesor de psicología y marketing en la universidad de Texas, columnista en Harvard Business Review, dice que para lograr esto las compañías necesitan contratar de un 10% a un 20% extra de personal, “si es que realmente quieres darles la oportunidad a todos de que desarrollen sus habilidades creativas”.

“Quien es muy creativo y poco productivo está perdido, y viceversa”, asegura Viena. De su lado, Art Markman entiende que hay tensión entre la productividad y la creatividad, ya que la primera funciona a través de tareas que tienen que cumplirse de una manera sistemática, y la segunda resulta muy difícil de esquematizar, aun cuando se pueda estar enlazado sistemáticamente a actividades relacionadas con la creatividad. Cuando la mayoría de los empleados se esfuerzan en ser creativos y completar la mayor cantidad de responsabilidades, Markman sugiere que: “aumentar la productividad con frecuencia significa obstruir la innovación. La creatividad necesita espacio para crecer”. El también escritor, ahora se cruza con el pensamiento de Viena Divaluna, directora de contenido y estrategia para la agencia publicitaria Liquid, y con Ché Muñoz sobre el espacio para actividades que despierten la creatividad: “las personas necesitan tiempo para aprender cosas que no sean necesariamente relevantes para sus empleos, de manera que puedan adquirir un conocimiento más profundo y amplio que les sirva de base para el momento en que necesiten ser creativos”.

Divaluna advierte que la creatividad sola no es suficiente, porque las empresas o instituciones exigen resultados para su rentabilidad. Pero, de la misma manera, considera que la creatividad es fundamental porque toda profesión amerita ese extra, “esa mirada diferente”, para abordar los problemas. Para quien no sea capaz de reconocer esta realidad, le tiene una sentencia: “está perdido”.

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Infografía

Vivir una vida creativa

No es una radio que enciendes y apagas cuando ya no quieres escucharla. La creatividad es un estilo de vida. Asumirlo de esta manera funciona, afirma Ché Muñoz, director creativo en Ogilvy: “para ser creativo todo se hace más fácil si vives en ese modo 24/7. Cuando te dicen que una persona creativa no tiene horario, se refieren a que (se supone) debemos estar todo el tiempo con los sentidos despiertos por si conectas algo que está pasando a tu alrededor con la próxima campaña de tu cliente (por lo menos en mi caso que trabajo en agencia publicitaria)”.

Ese “vivir una vida creativa”, Ché lo propone desde la apertura: escuchar todo tipo de música, ver todo tipo de películas, conocer lugares nuevos. Estar abierto a las novedades es una forma de aprender y ayuda a que tu desempeño sea el esperado o mejor de lo esperado.

Para Viena Divaluna la creatividad parte del conocimiento, por lo que, para impulsar tus ideas creativas, debes estar dispuesto a aprender.

Viena cree que una persona creativa es capaz de encontrar creatividad hasta en la rutina. Sino, no es creativa. “Todo el mundo en su trabajo tiene algo de rutina”, afirma. Para la experta en comunicación, lo que puede afectar la creatividad es la carga mental: que el día a día te carga, que tienes todos los proyectos encima, que el tiempo no te da para cumplirlos. El caos que tenga en su vida en general, también influye: no saber qué tienes que hacer, cuál es la prioridad, cuál es el proceso que se debe seguir, qué se puede delegar y qué te toca hacer a ti, son factores que afectan no solo la creatividad, sino también la productividad.

El profesor Markman difiere: “la rutina mata la creatividad” porque requiere nuevas experiencias, espontaneidad e incluso tiempo de ocio, no hacer las mismas cosas predecibles día tras día”.

Sin embargo, Viena insiste en que hace falta preparar a los empleados para que sean productivos, mientras aclara que “pro-
ductivo no es trabajar más sino mejor”. Es fiel defensora de la productividad, y entiende que es necesario enseñarla a nivel académico en carreras de corte creativo, de manera que los egresados sean mejores profesionales.

Cuando “no hacer” significa todo lo contrario

El consultor estratégico y predictor tecnológico de Silicon Valley, Alex Pang, indica que la parte del cerebro que dirige la creatividad, está más activa cuando no tiene que enfocarse. Para explicarse mejor escribió el libro “Descansa, porqué haces más cuando trabajas menos”. El autor hace una afirmación interesante, cuando recuerda cómo sociedades pasadas reconocían que tanto el trabajo como el descanso eran necesarios para una buena vida, ya que uno provee lo necesario para vivir y el otro da sentido a la vida. “Hoy hemos perdido contacto con esa sabiduría y, como resultado, nuestras vidas son cada vez más pobres y estamos menos satisfechos y plenos”. Pang abre la puerta a una paradoja para demostrar que la riqueza y el dinero no siempre son sinónimos.

En el texto se reconoce que trabajar duro y descansar son “compañeros” que se sostienen uno al otro. “En nuestra economía global 24/7 descansar es, en el mejor de los casos, un lujo, y en el peor una debilidad. Vemos el trabajo y el descanso como competidores. Pero, ¿y si en realidad fueran compañeros para lograr una vida productiva y balanceada?”. Es por esta afirmación que el autor ordena al lector “tomarse el descanso muy seriamente”, porque hacerlo da energía, te ayuda a enfocarte, a ser resiliente, más productivo y a restaurar tu mente y cuerpo para su buen funcionamiento. El texto afirma que durante ese tiempo de inactividad es cuando más llegan las ideas, inspiraciones y se da la creatividad.

James Hayton, PhD Coaching, coincide y señala cómo puede verse amenazada: “Para ser creativo tienes que estar disponible para relajarte mientras piensas y darte tiempo para que lleguen las soluciones. Esto es muy difícil de lograr bajo la presión de la entrega o si estás cansado”.

Al final, cada experiencia es diferente y cada quien, de acuerdo a las metas que quiera conseguir, se ajustará a las que mejor le convenga. Creativo, productivo ¿o ambos? Ese sigue siendo el dilema.

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