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El puesto que ocupa la hija de Meghan y Harry en la línea de sucesión al trono

Lilibeth Diana se posiciona en el octavo lugar en la lista de herederos del trono británico, justo después de su hermano mayor, Archie

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El puesto que ocupa la hija de Meghan y Harry en la línea de sucesión al trono
Meghan y Harry anunciaron el nacimiento de su pequeña el pasado seis de junio. (FUENTE EXTERNA)

52 días después de su nacimiento, los derechos dinásticos de Lilibeth Diana Mountbatten-Windsor han sido oficialmente reconocidos por la realeza británica. De acuerdo con un comunicado emitido a través de sus redes sociales, la hija del príncipe Harry y Meghan Markle ocupa el octavo lugar en la lista de herederos del trono británico. Esta inclusión desplaza al tercer hijo de la reina, el príncipe Andrés, y sus hijas, Beatriz y Eugenia.

La línea de sucesión está encabezada por el príncipe Carlos, quien dicho sea de paso es el heredero más longevo, ya que ocupa ese puesto desde que la reina Isabel asumió el cargo cuando él tenía apenas tres años. A él le sigue su primogénito, el príncipe William, y sus tres hijos: George, Charlotte y Louis. En sexto lugar se encuentra Harry, seguido de su primogénito Archie en séptimo lugar y Lilibeth Diana en octavo.

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Infografía

Tal y como reseñan medios internacionales, la sucesión al trono sigue las reglas de la primogenitura, lo que quiere decir que tienen preferencia los hijos nacidos primero. Desde el 2015 la ley se sigue sin importar el sexo, pues antes de esa fecha había preferencia del sexo masculino sobre la mujer; los hijos iban primero que las hijas y los hermanos tenían preferencia sobre las hermanas.

Aunque se desconoce la razón por la que tardaron tanto en reconocer a la pequeña Lilibeth como heredera al trono, algunos aseguran que se debe a los roces entre la familia real y los duques de Sussex. El ultimo altercado, según cuentan, fue precisamente por la elección del nombre de la niña. Meghan y Harry explicaron que fue en honor a la reina, ya que Lilibeth es su apodo de cariño, mientras que una fuente del palacio reveló que la pareja nunca pidió la opinión de la monarca para saber si estaba de acuerdo.

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