Gases intestinales, tan naturales como indeseados

Con las comelonas propias de la Navidad, estos amiguitos se pueden volver muy frecuentes. No dejes que te arruinen la fiesta aprendiendo a controlarlos.

Son como los secretos del vecindario: nadie los comenta en público, pero todos los saben... ¡y todos son víctimas! Seamos sinceros: son incómodos, indeseables, nos hacen sentir vulnerables y nos avergüenzan. Pero los gases intestinales, que se dividen en dos tipos, eructo y flatulencia, son tan naturales como la vida misma. Porque, aun sin quererlo, los intestinos se llenan de aire y ese aire buscará la forma de salir. Y sale. Maluma, la Reina Isabell II, Natalie Portman, Taylor Swift, Adam Levigne, Bradley Cooper, Barack Obama... agreguen a quienes quieran a la lista, que no hay excepción de personas.

El Servicio de Información Nacional de Salud de Escocia, NHS, afirma que una persona puede tener entre 5 a 15 flatulencias al día. Esto va a depender del tipo de alimentos que consuma, pues algunos provocan mayores gases y flatulencias que otros. Además de si la comida está muy condimentada, la deglución, o si es de los que come con la boca abierta, aún sufrirá más. Otra de las razones puede ser también que los alimentos estén fermentados.

¿Cuándo se producen los gases por aire? El portal especializado en informaciones sobre la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, IBDrelief.com (IBD por sus siglas en inglés), explica cuáles son los motivos principales por los que se producen los gases o flatulencias.

En el caso de que sea por exceso de aire, intervienen hábitos como masticar chicle, fumar, morder la tapa de los bolígrafos (sí, es una manía), la pérdida de la dentadura, comer rápido o llevarte a la boca porciones grandes de alimentos. Además, indica que las bebidas gaseosas y muy calientes incrementan el dióxido de carbono en el estómago y, por tanto, aumenta las cantidades de eructos y flatulencias.

• Comidas y bebidas, a raya

Los alimentos se descomponen mientras se “trasladan” desde el estómago al intestino grueso por las bacterias que adquieren en ese camino. En ese proceso de descomposición se liberan gases: oxígeno, nitrógeno, dióxido de carbono, hidrógeno y sulfuro de hidrógeno. A estos, no hay manera de evitarlos.

Lo que sí puedes hacer es considerar cuáles son aquellos que estimulan la producción de gases; y hablamos de alimentos ricos en fibra, como las legumbres, vegetales, cereales.

La IBDrelief cita que el estómago tiene dificultades para digerir ciertos carbohidratos, como los que se encuentran en las habichuelas, el brócoli, la coliflor, las alcachofas, las ciruelas pasas, la cebolla, las manzanas, las lentejas y el repollo. Y bueno, ya saben lo que esto significa.

• No tiene edad

El Coordinador del Departamento de Gastroenterología Infantil en el Hospital Robert Read Cabral, Robert Jhon Cruz, advierte que las mermeladas, los jugos “naturales” y las galletas, que contienen fructosa, provocan muchos gases en los niños. Pero también ocurre en los adultos. Así mismo sucede con condiciones como la indigestión, la constipación, gastritis, intolerancia a la lactosa o problemas de absorción. Aquellos, sin importar la edad, que lo padezcan, son más propensos, sobre todo, a las flatulencias.

La página web de la fundación para ayudar a mujeres con cáncer de mama, Breastcancer.org, indica que las medicaciones de quimioterapia aumentan la probabilidad de gases, que aceleran o demoran la digestión, y, por tanto, intensifica la liberación de los gases. La quimioterapia además afecta el funcionamiento de las bacterias del estómago, otro de los factores productores de gases y dolor abdominal.

• Las flatulencias y gases en los niños

“Los gases se van a producir cuando hay una alteración a nivel de la microbiotis intestinal, es decir, a nivel de las bacterias que se encuentran en los intestinos. Hay ciertos alimentos que se pueden fermentar y la fermentación puede producir las flatulencias y los gases”, recuerda el gastroenterólogo pediátrico Robert Jhon Cruz, para confirmar que las causas en los niños son similares a las de los adultos. Solo que con ellos hay un detalle especial: sus órganos están en formación y, por tanto, son más débiles.

Eviten las comidas chatarra, con mucha grasa, bebidas gaseosas y jugos con azucares añadidos.

El doctor Cruz advierte que cuando tanto las flatulencias como los gases son muy frecuentes, tienen mal olor, hay dolor abdominal, y el niño debe ser llevado al médico. Nada de auto medicar ni dar remedios caseros para aliviar estos malestares. Lo correcto es llevarlos al médico. Puedes ampliar esta información sobre tratamientos, cuidados, enfermedades que afectan el sistema gástrico de los niños, en su portal web.

Nazaret Espinal