Haz de tu cuarto de lavado un espacio en orden y funcional
La arquitecta y organizadora profesional Rossy Montás nos comparte algunos consejos para un área de lavado en orden, práctico y, por qué no, bonito
Laura Ortiz Güichardo
El cuarto de lavado es uno de los espacios de la casa en los que suele reinar el desorden, por ser un área que, por lo general, no tiene tanta visibilidad. Allí se tienden a acumular esos ‘por si acaso’, que luego no se usan, ni se desechan, ni se regalan, y su organización pasa a un segundo plano, mientras ignoramos el hecho de que debe ser tan agradable y funcional como las demás zonas del hogar. Esa es una idea con la que está de acuerdo la arquitecta y organizadora profesional Rossy Montás, creadora del espacio @organizar_up, quien nos comparte algunos consejos para un área de lavado en orden, práctica y, por qué no, bonita.
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Decide si tendrás lavadora y secadora individuales o en torre de acuerdo al espacio del que dispongas. Si eliges individuales, coloca una encimera o repisa para tener a mano los productos a usar y agrega elementos decorativos para hacer de esta una zona con estilo. En algunos casos, un mueble auxiliar puede servir para tener los productos de lavado a mano. Si hay espacio para un fregadero, procura que sea un modelo específico para esta zona y no abarrotes con cubos ni productos.
Ten canastos para ropa
Antes de lavar es fundamental que separes la ropa por color para que no se tiñan o según el tipo de lavado que requiera, y para esa división lo ideal es que dispongas de varios canastos. Lo bueno de los cestos es que, una vez hayas terminado de lavar, puedes usarlos para colocar la ropa limpia doblada hasta que llegue el momento de guardarla.
Coloca un estante para organizar
En la medida de lo posible, ten un armario o estantería para colocar los materiales de limpieza. Divídelos por categorías y a su vez colócalos en canastas o contenedores. Así sabrás exactamente dónde encontrarlos y devolverlos después de cada uso. Identifica o etiqueta cada caja con lo que contiene: limpieza baños, lavado, limpieza cocina, repuestos, etc.
También separa los productos que estén en uso de los que están cerrados, para evitar abrir varios a la vez. No compres más de lo que puedes guardar. Si compras productos en tamaño grande, puedes optar por tener un envase del mismo producto en tamaño pequeño e ir rellenando, o si el empaque se deforma guárdalos en un envase que sea más práctico. Escoge un día específico para rellenar. Recuerda colocar los productos peligrosos a la altura suficiente para que, si hay niños en casa, no puedan acceder a ellos.
Aprovecha las paredes
Por lo general, el cuarto de lavado es un área reducida, por lo que toca ingeniártelas para sacarle provecho. Esto se logra usando también el espacio vertical. Colocando ganchos en las paredes puedes aprovechar para colgar la escoba, el trapeador, la tabla de planchar y demás. Otra buena idea es instalar un tendedero plegable lo más alto posible por si tienes que colgar algunas prendas de ropa o colgar la ropa planchada antes de guardarla en los armarios. Puedes optar también por un tendedero portátil que sólo abras cuando sea necesario.
La clave es ahorrar espacio, tiempo y dinero. Todo lo que esté en este cuarto debe ser categorizado y tener su lugar definido. Ten pendiente que el área de lavado no tiene porqué ser aburrido: decora de acuerdo a tu preferencia, puedes usar cuadros, plantas y aromas para que sea un espacio armonioso y bien cuidado. Si lo haces, seguro te sentirás mucho más a gusto al momento de usar dicho espacio.
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Fotos: Pinterest.
Laura Ortiz GüichardoPeriodista de Revista. Me apasiona escribir sobre salud mental y relaciones de pareja. De no ser periodista, sería psicóloga con un blog.
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