La fórmula del balance para el 2020
Empieza este nuevo año con un perfecto balance entre el trabajo, el descanso y la diversión

Qué fáciles son las matemáticas cuando las contrastamos con la vida diaria, que no trae fórmulas exactas, en la que 2 + 2 siempre da respuestas diferentes (y casi nunca es 4). A propósito del año nuevo y de la década a la que estamos entrando, hablemos un poco de balance, un término muy utilizado pero difícil de alcanzar (y mantener).
Durante una conferencia, Jenn Johnson -speaker y worship pastor- conversó brevemente sobre una alegoría entre el river rafting y cómo vivir nuestras vidas de forma balanceada.
Si no eres de deportes acuáticos, ¡bienvenido al club! Aquí no rechazamos a nadie, así que te lo definimos: el rafting es una actividad recreativa al aire libre en la que se utiliza una balsa inflable para navegar por un río. Se practica a menudo en aguas bravas o en diferentes grados de aguas turbulentas.
A lo largo de su charla, Johnson expuso los tres pilares de un día exitoso de rafting -trabajar, descansar y jugar-, los cuales son un excelente punto de partida para considerar nuestras prioridades en la vida.

Trabaja
Luego de iniciar el rafting en el río, habrá momentos en los que tendrás que cavar el remo y remar, remar, remar, para evitar arremeterte contra las rocas. Hay trabajo por hacer — solo se permite acción, nada de pereza.
Vivimos en el mundo real: aunque te dediques a tu trabajo soñado, de todas maneras debes trabajar (por algo sigue llamándose “trabajo” aunque sea “soñado”). ¿Cuál es el trabajo que debes cumplir? Seguro esa respuesta viene fácil (pero no te confíes, que esta será la más sencilla de todas las preguntas).
Todos tenemos responsabilidades que debemos cumplir, y usualmente sabemos todo lo que estas implican, ya que nos educaron para ser responsables y competitivos en el ámbito laboral. El mundo gira en torno al grind y conspira a favor del que se levanta temprano para trabajar (Por algo dicen por ahí: “Al que madruga, Dios lo ayuda...”). Hemos glorificado la lucha por alcanzar altas posiciones corporativas y, por encima de todas las cosas, estar ocupados permanentemente.
Con las distracciones y la tecnología que ya no nos visitan, sino que nos acosan, ¿cuáles líneas debes trazar como límites para proteger tu salud y tus relaciones con tus seres queridos?

Descansa
Si retornamos a la alegoría, mientras continúan desplazándose por el río, en un momento llegarán a aguas poco profundas que no son buenos lugares para nadar y que no exigen remar. Esta es la oportunidad perfecta para acostarse en el bote, compartir con tus amigos y descansar mientras se dejan empapar por el sol.
¿Tienes momentos establecidos para sentarte con tus seres queridos sin preocupaciones, sin pensamientos sobre el trabajo y sin distracciones? ¿No? ¿Piensas que dentro de tu apretada agenda puedes planear esos momentos? ¿No? Eso debe cambiar ahora.

Diviértete
Aquí nos vamos a parquear, porque qué difícil es para los adultos priorizar el juego.
En el trayecto a lo largo del río, hay otro lugar al que se llega después de descansar y tomar el sol, en el que tendrás mucho calor. Es un excelente espacio para nadar y refrescarte, un momento en el que la más sabia decisión es jugar. Si no aprovechas esta oportunidad, pronto será hora de trabajar otra vez, y permanecerás sudoroso y lamentando no haber jugado.
Nuestra verdadera lucha suele ser el juego. Hay valor en divertirse, en descubrir lo que nos gusta hacer y priorizarlo.
El juego trae pasión y vida. “Algunos de nosotros somos buenos para trabajar, y conocemos el descanso, pero creemos que jugar es descansar. Así que decidimos tomar un día libre”, comenta Johnson. “Pero hay una parte muy importante llamada jugar y hacer las cosas que amas -lo que te hace cobrar vida, lo que te hace feliz-, aquello que te recuerda tus pasiones, fuera del trabajo”.
¿Te llega a la cabeza lo que te divierte o aún debes descubrirlo? ¡No es tarde!
Hay un momento para todo. Debes asegurarte de divertirte y de encontrar placer en tu vida. Muchas veces nos perdemos en nuestros deberes y olvidamos divertirnos; la mentira es creer que somos “más sabios” o “más adultos” por eso.
Sabes trabajar (aún sin conocerte, de eso estoy segura) y quizá sabes descansar (aunque seguro que lo puedes practicar un poco más). Pero, ¿sabes identificar el tiempo adecuado para refrescarte? O, por el contrario, ¿eliges seguir tomando sol hasta insolarte o tratas de remar aunque las aguas no lo ameriten? Descansar no es jugar, y el trabajo no puede reemplazarlo.
¿Qué te apasiona? ¿Con tal solo mencionar cuál actividad se iluminan tus ojos? Esa es tu diversión, tu pasión. ¡Merece tu tiempo tanto como los demás pilares del rafting de la vida!

No te preocupes si no logras un perfecto “balance”. Johnson opta por utilizar el término “malabares” en su lugar. En ocasiones, un área demandará más que otra; es parte de la vida. Al final del día, no es una ecuación de matemáticas; son nuestras vidas. Para cada uno y en cada temporada se verá diferente este balance.

Laura Yépez