Moluscos contagiosos en niños, el infierno de los padres
Mayra Pérez Castillo
El verano es hermoso, pero con él llegan situaciones que pueden arruinarlo todo. Es el caso del molusco contagioso en los niños. Quizás lo desconozcas por el nombre; no son más que esas pequeñas erupciones en la piel, redondas, que aparecen en la superficie y se reproducen sin parar.
Su apariencia en principio es bien pequeña, pero a lo largo de unas semanas se hacen cada vez más grandes, aproximadamente del tamaño de la borra de un lápiz. En su interior tienen un tipo de pus que contiene el virus que, con tan solo tu pequeñito socializar haciendo contacto, se contagiará o lo pasará a otros.
Este tipo de líquido hace que no se quede en una sola área, sino que facilita que se distribuya por el cuerpo al rascarse, sobre todo en las zonas más propensas, como el estómago, pecho, brazos, piernas, cara y genitales.
La dermatóloga Milinés Scarborough Guzmán lo define como una infección viral benigna autolimitada, es decir que no es grave, y es causada por el virus de la familia Pox Virus, Molluscipoxvirus. La especialista explica que dentro de los más frecuentes hay cuatro subtipos principales, que van desde el I hasta el IV, que causan lesiones clínicas similares en el área genital y en áreas no genitales.
Cómo se transmite
¿Aparecen solo en el verano? No. Lo que sucede es que, según la doctora, en esta estación se dan muchos factores que propician la diseminación del molusco, ya que generalmente los infantes frecuentan las piscinas, baños públicos, duchas públicas y algunos practican deportes de contacto. Además el calor y la humedad propias de la temporada favorecen su distribución.
Es importante tomar en cuenta que su transmisión suele ser por ser vía de contacto directo con niños infectados o mediante objetos contaminados.
“Se manifiestan como una erupción papular formada por múltiples lesiones umbilicadas y perladas. Las áreas más afectadas son cara, tronco y grandes pliegues. Algunos niños pueden tener remisión espontánea de las lesiones en 6-9 meses, mientras que en otros pueden diseminarse e infectarse por el rascado”, resalta.
El tratamiento
En pacientes con un sistema inmunológico normal se trabaja como una infección de cuidado, pero no es para asustarse; pero en aquellos que tienen las defensas bajas, las lesiones tienden a ser de mayor duración y pueden diseminarse, como suele pasar en los pacientes con dermatitis atópica.
“No hay medidas concretas para prevenir la infección por molusco contagioso, se recomiendan medidas generales de higiene, como no compartir toallas, ropas o instrumentos de aseo personal”, dice Scarborough.
“El método más utilizado es el curetaje de las lesiones, con la aplicación previa de un anestésico tópico”, explica, y hace la advertencia de que dentro de los errores más frecuentes que cometen los padres y otros tipos de pacientes es no asistir a la consulta control post cura de las lesiones. Y es que, detrás de una apariencia sana, pueden existir lesiones subclínicas no visibles en el momento de la extirpación.
Cómo prevenirlo
1 No tocar, rascar ni frotar las lesiones.
2 Lavarse las manos a menudo con agua y jabón.
3 Mantener bien limpias las zonas donde hayan salido moluscos.
4 Intentar cubrirse todos las lesiones con ropa o un vendaje hermético, sobre todo antes de practicar actividades donde se comparta en equipo o pueda haber contacto piel con piel.
5 Cambiar todos los vendajes cada día o cuando se ensucien.
6 No compartir toallas, ropa de vestir ni otros artículos de uso personal.
7 No compartir flotadores, tablas acuáticas ni otros artículos o juguetes que se utilizan en las piscinas.
8 Hidratar bien la piel si estuviera seca.
La Dra. Milinés María Scarborough Guzmán es doctora en medicina, especializada en dermatología, en el Centro de Dermatología, Estética y Nutrición Relief Síguela: facebook: ReliefRD instagram: relief_rd
Mayra Pérez Castillo
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