Mujer y trabajo: en busca de la igualdad
Karla Hernández
Desde hace unos años existe todo un movimiento de sensibilización que muestra las desigualdades de género existentes en el mercado laboral. Al respecto, y motivadas además por las acciones de Responsabilidad Social Corporativa, algunas empresas dominicanas empiezan a incorporar prácticas de equidad de género como parte de sus políticas de trabajo. ¿Qué retos enfrentan las mujeres en su vida profesional? ¿Cuáles medidas se están tomando para igualar los derechos, beneficios, obligaciones y oportunidades entre empleados y empleadas? La respuestas en este reportaje.
En la carrera hacia el pleno desarrollo profesional, las mujeres dominicanas enfrentan importantes obstáculos. Estadísticas presentadas por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo [PNUD], en base a datos del Banco Central y la Oficina Nacional de Estadística [ONE], describen un panorama desolador: las mujeres con las mismas capacidades profesionales que los hombres ganan un 20% menos y ocupan alrededor de un 30% de los puestos gerenciales en las empresas; la tasa de desempleo en las féminas es de 23.1%, más del doble que la de los hombres; de todas las personas ocupadas en la economía dominicana, solamente un 36% son mujeres y, de éstas, más de la mitad están en el sector informal, donde los salarios son más bajos.
Además, estudios sobre el tema plantean como otra gran barrera el desequilibrio en las tareas de cuido. El tiempo que dedican las mujeres al trabajo no remunerado es al menos el doble del que dedican los hombres a este tipo de labores. La sobrecarga de trabajo no remunerado –dice un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe [CEPAL] presentado en 2015– merma la participación de las mujeres en la toma de decisiones, el avance de sus carreras y sus posibilidades ocupacionales, lo que a su vez reduce sus ingresos y el acceso a la protección social.
La discriminación sale cara
En las empresas, las políticas discriminatorias y trato desigual pasan factura. Entre éstas, desmotivación, falta de compromiso con el trabajo, sentimientos de insatisfacción y frustración que irremediablemente repercuten en el comportamiento de los empleados. Además, señala una investigación presentada en 2007 por la institución española sin fines de lucro SURT, la discriminación por género en el momento de contratar personal implica dejar fuera del proceso de selección por lo menos al 50% de los candidatos. Esto porque el talento se distribuye de manera igual entre hombres y mujeres, por lo que al discriminar por género, el empleador restringe sus posibilidades de encontrar al mejor candidato o candidata para un cargo.
Asímismo, la reputación corporativa [la percepción que tienen los clientes, inversionistas, autoridades, medios de comunicación, empleados y proveedores sobre la empresa] puede verse afectada, resultando en pérdidas económicas y disminución en su participación en el mercado.
Cuando lo igual no es ventaja
Aun cuando el motivo principal para la implantación de un plan de género o de acciones de igualdad de oportunidades no debe ser una cuestión de imagen, apostar por este valor supone para la empresa mejorar su posicionamiento. Así lo afirma Raissa Crespo, Oficial de Género del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo [PNUD], quien además enumera otras ventajas, como favorecer la retención de profesionales calificados y mejorar la productividad y calidad del trabajo, resultado de una empleomanía motivada. “Se ha comprobado que las empresas que tienen una mayor composición de mujeres en los comités ejecutivos, tienen un mayor rendimiento de capital. Hay empresas que han reportado hasta un 44%”, aclara.
Papeleta mató a menudo
Pero, ¿cuál es el costo de impulsar acciones de igualdad entre empleados y empleadas? “Depende de la empresa y de las brechas que se encuentren a lo interno”, responde la Oficial de Género. “Nosotros –el PNUD– tenemos un programa de acompañamiento que no tiene costo alguno; solo la auditoría que se le debe pagar al Instituto Dominicano para la Calidad (Indocal) y su precio es mínimo. Según de las acciones que se deban tomar, será el costo, pero de acuerdo a nuestra experiencia, los beneficios siempre son mayores”, señala.
Fotos: Nehemías Alvino, Bayoan Freites y fuente externa
Karla Hernández
Continuar con Google