Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Buena vida

¿Nesting o antípodas?

Expandir imagen
¿Nesting o antípodas?
(Foto: Shutterstock)

Dos prácticas que están muy de moda en el mundo, pero su mayor atributo es su misterio para sacar lo mejor de ti.

Parecería cliché decir que la generación actual ha cambiado hasta los patrones culturales y que, al poseer un marcado interés por auto conocerse, también ha generado maneras de encontrar su propio yo. No es vana repetición, es la realidad. ¡Yaa! Hay que alzar la mano derecha y moverla hacia ambos lados en señal de “bye bye” para la falsa humildad, porque disfrutar y estar en paz con mi propio yo es sumamente importante. Existen dos prácticas iguales en objetivos, pero diferentes en estrategias, como el Nesting, que es quedarse en casa; y las Antípodas, que consiste en irse hacia el punto más lejano de tu ubicación geográfica. ¿Por cuál te decides?

A continuación te las explico por si te animas a vivir una experiencia solo contigo. Antes hay resaltar la opinión experta de la psicóloga clínica Georgina Santana, quien advierte que si la persona está pasando por un trastorno depresivo no debe encerrarse en casa, ya que se agravaría su cuadro. No obstante, si es por otras razones, como simplemente desearlo, te sugiere dar rienda suelta a este concepto, pues te daría bienestar y placer.

En el nido: ¡Hasta luego mundo externo!

El exceso de trabajo y demás actividades que te apresan en el estrés hacen que uno se olvide de sí mismo; seguro que tu cuerpo y tu mente te gritará ¡basta! Deberás responder a su llamado. La solución podría estar guardada en la práctica del Nesting, cuya esencia es alejarte de todo agobio durante un fin de semana y dedicarte a ti mismo, desconectándote del mundo exterior para hacer lo que gustes en tu nido. Puede ser en tu casa o en tu habitación. Definido esto, tu aliado será ese libro que tienes ahí para algún día y que anhelas leer, un instrumento musical que ya no estás seguro de saber tocar, una receta que quieres aprender a hacer o, tal vez, ver películas y series, es una muy buena experiencia. No importan las opciones escritas aquí, las que valen son las que decidas. Lo que se busca es encontrar el paraíso en esos pequeños detalles que no ameriten mucho esfuerzo.

Hay otra versión que sugiere el hogar como paraíso, pero tiene la variante de invitar a otros a disfrutar de alguna actividad dentro de esas cuatro paredes. De hecho existe, hasta ahora en los Estados Unidos, una comunidad virtual denominada “Girls Night In”, que ya cuenta con más de diez mil usuarias que asumen el desconectarse como un lujo. Ya se anunció que pronto habrá una versión masculina. También está el “Stay Home Club”, (club de quedarse en casa, en español) que lo conceptualiza como un estilo de vida.

En caso de querer ideas para preparar tu espacio para anidarte, la página thenester.com se especializa en ofrecer ideas a través de sus imágenes y artículos.

El manual del Nesting lo escribes tú, sabiendo que lo que debes hacer es detenerte un poco para respirar en el lugar de tu bienestar, con miras a recargar ánimos para continuar con mayor energía e impulso.

Conmigo hasta el infinito

La rutina suele convertir los aspectos importantes de su ser en elementos invisibles. De ahí que para Daniel B. Cueto, psicólogo clínico, salir hacia las lejanías geográficas, sea a una excursión o cualquier otra excusa, “te da la oportunidad de extrañar y valorar desde las cosas más sencillas, como la cama, hasta auto descubrir tus fortalezas y oportunidades. Se extraña lo que uno tiene, se da valor a las emociones propias que se escapan con el día a día y nos damos la posibilidad de conocer algo nuevo”.

Es lo que sugiere la tendencia de las Antípodas, que cada vez conquista a más personas que dan fe de una vida transformada como Emilia Díaz, cuya vida actual es un fruto digno de asumir esta práctica. Siempre dijo que estudiaría Derecho, incluso hasta una oferta de trabajo le había surgido en esa área a raíz de una labor de verano que llevó a cabo. Hasta aquí todo era claridad y firmeza, pero llegaron dificultades familiares que la hicieron ignorar en qué lugar estaba en su vida y se nubló su mente. Quería ser una mejor persona y saber vivir el presente, pero ¿cómo se hace eso? En medio de este panorama encuentra a una amiga que le comenta su deseo de irse a dar servicios comunitarios: “yo siempre he tenido pasión por ayudar a los demás, por lo que me dije ¡yo también lo voy a hacer! Pedí el permiso a mis padres y me fui a Asia; estuve en Tailandia, Camboya y Vietnam. En cada lugar la experiencia fue diferente, pero igual de enriquecedora; supe que era justo lo que necesitaba y también que me había conectado con mi ser interior”. Hizo lo que jamás imaginó. En principio todo era muy incómodo, no entendía el idioma, dormía en una cama de bambú, la temperatura era muy diferente, conduciéndola a una confusión física y mental; pero luego se fue adaptando hasta encontrar lo que tanto necesitaba.

En Tailandia trabajó en un templo de monjes budistas de la ciudad y la montaña, con vestiduras y creencias diferentes. A ellos les enseñaba inglés. En Camboya cuidaba y daba clases del mismo idioma a niños en un orfanato, entre los cuales también había pequeños con VIH; y finalmente Vietnam, lugar que confiesa que fue con el que pensó tener menor conexión por no conocer nada, pero fue trascendental. “En el museo estaba la historia de la guerra y en cada piso una perspectiva diferente, la del vietnamita, la del americano y la del mundo, que me dieron una nueva panorámica”.

Cuando encontró la respuesta donó su ropa en tierras vietnamitas y regresó a Santo Domingo, aquí supo que no importa la locación del mundo hacia donde te vayas, tu ser y vocación siempre estarán dentro de ti. Que los estímulos externos, incluyendo las vivencias, ayudan, pero todo estará en tu mindset (abrazar los defectos, perseverar, y creer que un cambio de personalidad es posible).

Ahora Emilia estrena una versión diferente de ella, “más humana”. Gracias a mi experiencia encontré mi vocación: la Equinoterapia. Hago lo que amo”.

Los 10 mandamientos del “Nesting”

1 Haz lo que gustes.

2 Desacelérate.

3 Piensa en todo menos en compromisos externos ni agobiantes.

4 No planifiques.

5 Relájate.

6 Date el lujo de aburrirte. Se vale después de tantos excesos.

7 Sé tu mejor compañía, pero si te hace bien segundos, terceros, cuartos o del universo,
es tu nido, deja entrar a quien quieras.

8 Sonríe.

9 Preséntate a ti mismo.

10 El espacio donde te estacionarás debe estar limpio y ordenado previamente.

Beneficios de las Antípodas, [según Daniel B. Cueto]

1 Estimula a salir de la rutina.

2 Ayuda a valorar lo que tienes y quién eres.

3 Impulsa a auto conocernos.

4 Es perfecto para evaluar las emociones de nuestro entorno.

5 Gestiona el camino de la reflexión.