Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Educación
Educación

Niños inteligentes que no hacen nada en el colegio

Expandir imagen
Niños inteligentes que no hacen nada en el colegio
Algunos jóvenes captan con facilidad lo expuesto en la clase y luego pasan a distraerse o desinteresarse. (SHUTTERSTOCK)

Iniciamos un nuevo período escolar y ante esto vale la pena destacar que un gran número de estudiantes son referidos a psicólogos por sus centros educativos porque sus profesores dicen que son muy inteligentes, pero no quieren hacer nada en el salón de clases, comportándose en ocasiones de forma desafiante con las figuras de autoridad. Estas son las señales a las que debes prestar atención.

Los padres, por su lado, frecuentemente señalan que deben estar encima de sus hijos para que hagan sus tareas, tienen que pagar tutorías y salas de tarea para que los muchachos cumplan sus asignaciones, o recurrir a castigos/premios para lograr que los hijos hagan lo mínimo de trabajo. La razón no necesariamente es tan fácil de determinar, y debemos indagar a profundidad, ya que pudiéramos estar frente a casos tan diferentes como los siguientes:

1 El niño puede presentar síntomas del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad. Dicha condición causa que al niño se le haga difícil prestar atención por períodos de tiempo prolongado, le cueste seguir instrucciones, sea desorganizado con su trabajo, se distraiga con facilidad, no concluya las cosas que comienza, muestre dificultades para seguir instrucciones, evite actividades que requieran un esfuerzo mental sostenido y no preste atención a los detalles.

En el caso de los jóvenes que presentan el componente hiperactivo/impulsivo de esta condición, también podemos observar que se mueven mucho, se les hace difícil permanecer en sus asientos, hablan en exceso, interrumpen a los demás, cambian con rapidez de una actividad a otra, son impacientes, tienen problemas para esperar su turno y, en ocasiones, responden de manera impulsiva, desafiante y con mal genio.

2 Otra posible explicación es que el niño o adolescente esté presentando síntomas de depresión. Cuando este es el caso, podemos notar en ellos un estado de ánimo triste o a veces irritable, pérdida de interés en su entorno, poco disfrute de las actividades escolares y/o extracurriculares, aislamiento, poca energía, pérdida de confianza en sí mismo y, en ocasiones, cambios en sus patrones de sueño y alimentación. Dicha sintomatología a su vez genera una incapacidad para concentrarse y afecta los niveles de motivación del niño, traduciéndose por ende a una baja en su rendimiento académico y un desinterés por el colegio.

3 El joven pudiera estar atravesando por alguna dificultad emocional que impacte su ánimo y su capacidad para concentrarse en sus quehaceres académicos. Es común que cuando en la casa hay problemas matrimoniales el rendimiento de los niños baje. También cuando la familia está pasando por un proceso de transición complicado como un duelo por la muerte de algún familiar, alguna enfermedad crónica o la migración de un país a otro, el desempeño escolar se vea afectado.

4 Dificultades sociales con los compañeros de clases, o situaciones de bullying, abuso y/o acoso, también generan reacciones emocionales importantes en los jóvenes que a la larga impactan sus niveles de motivación en clases.

5 El niño puede tener un nivel de inteligencia muy por encima del promedio. Cuando este es el caso, se puede aburrir con facilidad, ya que se encuentra el contenido de las clases poco interesante o muy fácil para él. Mientras los compañeros necesitan más tiempo para comprender el material presentado, dichos jóvenes captan con facilidad lo expuesto y luego pasan a distraerse o desinteresarse en la clase.

6 El sistema de enseñanza del colegio puede que no sea un buen “match” con el estilo de aprendizaje del niño. Puede ser que el sistema del colegio sea muy tradicional, muy estricto o, por el contrario, muy relajado, con poca libertad para la creatividad.

7 El joven pudiera tener un perfil al cual llamaremos “no académico”, y mostrar otros intereses y habilidades que no son los recompensados por nuestros sistemas de enseñanza tradicionales. La mayoría de nuestros colegios aún se enfocan y le dan prioridad al desarrollo de las inteligencias lingüística y lógico-matemática. Hoy en día se entiende que la inteligencia del individuo es mucho más que estas dos facetas, y se aboga por un crecimiento más amplio e integral del niño. En la actualidad hablamos de inteligencias múltiples, que incluye las mencionadas, pero también están la espacial, la kinestésica, interpersonal, intrapersonal, musical y natural.

8 El niño puede tener un perfil ansioso/obsesivo que le haga querer conseguir resultados óptimos, y frente a una carga laboral muy elevada puede ser que reaccione dejando las cosas para después o no haciéndolas porque le tomarían demasiado esfuerzo y tiempo realizarlas.

9 Puede haber otros problemas subyacentes como alguna condición médica, psiquiátrica o psicológica que afecten su comportamiento, problemas de abuso de sustancias, entre otras.

Si tu hijo/a o alumno/a está presentando un bajo rendimiento a pesar de observar en él condiciones intelectuales óptimas, sería bueno realizarle una evaluación completa que pueda arrojar luz sobre qué pudiera estar pasando con él/ella.

Texto por: César Fernández. El autor es psicólogo clínico (M.A) en el centro Praxis Psicología Integral, @praxisdom, www.praxis.com.do

TEMAS -