Pasos para recuperar el buen sueño
Dormir bien es vital para una vida sana, de manera integral
Mayra Pérez Castillo
Desde que en marzo de este 2020 se anunció el confinamiento por la pandemia del Covid-19, se inició un cambio brusco en el estilo de vida de la sociedad mundial; como consecuencia la falta de sueño se convirtió en una preocupación de masas; lo que significa que una necesidad primordial para la salud y el bienestar se ha alterado.
Entre tantas patologías, no dormir provoca estrés que es un agente activador de enfermedades, entre ellas las mentales . Lo que ocurre es que “durante el sueño el organismo se pone en descanso y la actividad neuronal repara neurotransmisores; de no producirse causa estrés y vasoconstricción. Y, mientras más estrés, mayor vasoconstricción, por lo que se produce una mala oxigenación de la piel, por la que llega menos nutrición y los radicales libres aceleran el envejecimiento", explica el doctor Rafael Santos Pelegrín.
De manera que si estas padeciendo este mal, identifica el motivo antes que desencadene una patología. Entre las posibles razones que debes considerar está la modificación en los hábitos; “por ejemplo cuando nos levantamos a las 7:00 de la mañana, el cerebro calcula que le quedan al menos 12 -14 horas de actividad, imagínate lo que pasa cuando te levantas 11:00 de la mañana o al mediodía, otro elemento que nos afecta de forma directa es ahora no estamos tan cansados físicamente, debemos recordar que una de las funciones del sueño es repararnos por eso llegas muy agotado del trabajo es posible que duermas más pues tu cerebro tiene más que reparar pero ahora por más que freguemos no nos cansamos tanto y al cerebro le toma mucho menos tiempo la reparación y resulta que nos despertamos antes ( observar si te despiertas cansado o no)”, explica la psiquiatra y psicoterapeuta, Natalia Montero Cruz.
Para la especialista es importante tener en cuenta que el sueño necesita de una estructura bien establecida, por ello da las siguientes recomendaciones:
Hora. Levántate temprano y a la misma hora para evitar alteraciones.
Hábito. Establece una hora para irte a la cama y crea hábitos en torno a este momento que favorezcan el descanso, como la lectura, pero no en pantallas.
Siestas. Evítalas porque podrían generarte una sensación de descanso que no es real y alterar el lapso que sí te favorece.
Ejecicios. Entre las rutinas diarias que puedes diseñar está el hacer ejercicio; preferiblemente temprano, meditar y escuchar música relajante.
Iluminación. En el día procura mantener las ventanas abiertas que se pueda ver el sol, mientras que en la noche apaga las luces; el cuerpo responderá muy bien a estos estímulos.
Espacio. Limita el uso de la cama para dormir o el acto sexual; evita pasar sobre ella el día viendo la TV, usando aparatos electrónicos u otros distractores.
Mayra Pérez CastilloApasionada del contenido sobre la salud, la belleza, el buen vivir y la cultura.
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