¿Por qué elegir agendas físicas en vez de digitales?
En medio de estilos de vida cada vez más digitales, los planners físicos mantienen un atractivo por su simpleza, creatividad y productividad
AP
En una era digital y con cada vez menos papeles, los fanáticos de los planificadores en papel siguen siendo entusiastas y firmes.
“Hay algo reconfortante en usar un planificador en papel. Es muy personal y, aparte de la cacofonía de las pantallas, tiene un atractivo retro”, dice Jennie Tung, editora ejecutiva de Martha Stewart Living. “El hecho de escribir las cosas a mano te ralentiza y te hace más consciente. Un planificador en papel se convierte en un registro personal, y para algunas personas es casi como un diario”.
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Muchos planificadores de papel están tan bien diseñados que se convierten en una forma de hacer una declaración, dice ella. “Son objetos bellamente diseñados que son una alegría para sostener y usar”.
Y, al contrario de lo que uno podría imaginar, muchos de los mayores fanáticos de los planificadores de papeles no son personas mayores que crecieron con ellos, sino una generación más joven que abraza su ambiente confortable. Según Stephanie Fleming, cofundadora de Me & My BIG Ideas, creadora de The Happy Planner, “la edad demográfica es de alrededor de 25 a 40 años, con un gran movimiento hacia las mujeres en edad universitaria”.
“Me imaginaba que las personas más jóvenes preferirían los planificadores digitales, pero las generaciones más jóvenes realmente quieren reducir la velocidad un poco. Tener todo a su alcance no necesariamente hace felices a las personas. Hay algo en volver a lo básico”, dice Fleming. “Mucha gente está buscando una desintoxicación digital”.
Tung señala que los planificadores de papel ahora vienen en una variedad de diseños y se pueden llevar todo el día. Algunas marcas destacadas por los profesionales de Martha Stewart Living como elegantes y bien diseñadas incluyen Smythson, Apigned y Sugar Paper, así como los planificadores de papel “‘bare bones’ pero que hacen el trabajo” de Rollbahn.
Todos los planificadores ofrecidos por The Happy Planner cuentan con palabras de aliento y mensajes positivos para aquellos que trabajan hacia la salud, bienestar, carrera o metas financieras, por ejemplo. Y, con sus pegatinas y paquetes de extensión personalizables, pueden ser una salida creativa similar a los álbumes de recortes.
“Un planificador no se trata solo de ser un calendario. Se trata de mucho más que eso”, dice Fleming. “Existe el aspecto de enfoque y creatividad, además de la productividad”. Ella admite que “los calendarios digitales son agradables porque mantienen su escritorio despejado”, pero agrega, “las personas se involucran más cuando escriben las cosas”.
Los planificadores en papel varían desde versiones minimalistas que cuestan unos pocos dólares hasta planificadores elegantes por más de USD$100.
Y, claro, siempre existe la opción de usar tanto digital como papel en alguna combinación. Mientras tanto, el papel todavía tiene un lugar con muchas personas que intentan mantener una vida complicada en orden. Fleming dice: “Cuando me siento un domingo y planifico mi semana en mi agenda, registro las cosas de una manera que no ocurre si está en mi teléfono o computadora”.
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