Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Madres
Madres

¿Quieres ser una mejor mamá? ¡Date prioridad!

Cuando nos convertimos en mamás, la mayoría de nosotras tiene un sueño: ser buenas madres.

Expandir imagen
¿Quieres ser una mejor mamá? ¡Date prioridad!

Pero, ¿qué significa ser una buena madre? Abundan las perspectivas y definiciones, pero podríamos decir que algo que todas tienen en común es que una buena madre ama a sus hijos. Sin embargo, nuestra capacidad de amar peligra cuando no hacemos una cosa muy básica, pero a la vez crucial: amarnos a nosotras mismas antes de amar a los demás.

¿Por qué no podemos realmente amar a nuestros hijos hasta que nos amemos a nosotras mismas primero? Por que no podemos dar aquello que no conocemos bien.

A menudo creemos que podemos dar amor sin amarnos a nosotras mismas primero. Pero eso es imposible.

NO PODEMOS DAR ALGO QUE NO TENEMOS

Piénsalo. Si te pido que me digas cómo es un Pinotage (un vino común de Sudáfrica), te sería imposible decírmelo hasta que hayas tenido suficiente experiencia con el vino como para familiarizarte con él. Entonces, ¿cómo podemos ofrecer amor cuando ni siquiera nos amamos a nosotras mismas? ¿Cómo podemos ofrecer generosidad, paciencia o compresión cuando no somos generosas, pacientes y comprensivas con nosotras mismas?

NO PODEMOS DAR CUANDO ESTAMOS VACÍAS

A menudo pensamos que podemos permitirnos agotarnos, quedar exhaustas y fatigadas y, aún así, dar lo mejor de nosotras.

Podemos hacerlo por un tiempo, pero no es sostenible. ¿Cómo podemos dar si nuestra copa está vacía?

Cuando nuestra copa está vacía no hay ningún sitio de donde podamos sacar para dar. Por eso es que, en esos momentos, sin importar cuánto nos esforcemos o cuánto queramos, no podemos encontrar nada en nuestro interior para dar.

La peor parte es que, en vez de darnos cuenta de que nuestra copa está vacía y debemos llenarla, nos empezamos a sentir culpables por tener la copa vacía. Empezamos a reprendernos a nosotras mismas, acusándonos de ser malas madres y malas personas. Y todo lo que necesitamos hacer es llenar nuestra copa para seguir dando.

¿Qué más puede suceder cuando no nos tomamos el tiempo para amarnos a nosotras mismas y llenar nuestra copa? Nuestras copas se empiezan a llenar con otras cosas: resentimiento, amargura, enojo. Y ahora, en cualquier momento, ¿adivina qué será lo único que podrás dar? Lo único que tengas en tu copa.

NO PODEMOS PERMITIR AQUELLO EN LO QUE NO CREEMOS

He conocido madres que realmente piensan que su felicidad no es tan importante como la de los que las rodean. A veces, es como si ellas mismas se cuestionaran si merecen ser felices. Considera cambiar la dinámica por un minuto. Como madre, nunca, jamás quisiera que mi hijo creyera que no se merece la felicidad. Me aterra el solo pensar que mi hijo pudiera creer que él solo merece que lo traten mal. Que lo que él merece es vivir en un agotamiento ineludible. Que sus necesidades no son importantes. Que él debe vivir una vida mediocre y apenas sobrevivir. ¡Eso es justamente todo lo contrario de lo que deseo para él!

¿Cómo podemos, como madres, preguntarnos si merecemos ser felices, cuando todas fuimos hijas en algún momento? No me gustaría nunca que mi hijo se tratara mal a sí mismo, ¿por qué sería eso lo que yo merezco? No tiene sentido.

Lo que es aún más importante, si ahora como adultos no creemos que somos dignos de ser amados, eventualmente dejaremos de creer que los otros también son merecedores de amor. ¿Creeremos que nuestros hijos merecen ser amados hasta que cumplan los 15... 20... 25 años? ¿Y luego qué pasa? Alguien por favor que me diga exactamente a qué edad finaliza nuestro merecimiento de amor... yo todavía no sé a qué edad ocurre esto.

Entonces, ahora entendemos por qué es importante amarnos a nosotros mismas y no poner en riesgo el amor que podemos dar a nuestros hijos. Pero, ¿por qué otra razón es importante que nosotras, como madres, nos amemos a nosotras mismas?

ESTAMOS CRIANDO EL FUTURO

¿Sabías que la manera como te tratas a ti misma es lo que vas a modelar para tus hijos y les parecerá aceptable?

Aquellas con hijos varones les estamos dando el ejemplo de cómo deberían tratar a las mujeres. Estamos modelando en ellos sus futuras expectativas de las mujeres. Si les inculcamos que las mujeres son de segunda clase, que sus necesidades no importan, y que no merecen ser amadas, eso es lo que ellos van a esperar.

Las que tenemos hijas, les estamos dando el ejemplo de cómo es la autoestima. Hay una necesidad imperiosa en las mujeres de todo el mundo de sentirse dignas. Esta carencia de dignidad empieza con el comportamiento que ellas observan en las mujeres que las rodean cuando son pequeñas.

Aún más importante, yo creo que uno de nuestros propósitos de vida es dejar este mundo un poquito mejor de cómo lo encontramos. Una manera de hacerlo es con los hijos que dejamos para que sigan adelante con la humanidad. El papel de una madre es uno de los más importantes que hay para esta misión. Junto a nuestras parejas criamos futuros líderes, maestros, ejecutivos, ingenieros, médicos, líderes comunitarios y, aún más importante, futuros padres y madres, y mucho más.

A menudo, malinterpretamos el concepto del amor y olvidamos que es un verbo que puede expresarse siendo pacientes, generosas o teniendo autocontrol. Estas son todas maneras difíciles de amar y, como madres, es aún más difícil vivir estos valores cuando estamos físicamente exhaustas o emocional y mentalmente agotadas para encontrarnos a nosotras mismas.

De esa manera, nos arriesgamos a criar niños, y futuros líderes, que no saben cómo ser pacientes, generosos o tener autocontrol, entre otras habilidades emocionales y sociales. Podemos hablarles infinitamente sobre estos valores, pero todas sabemos que la mejor manera de inculcárselos es darles el ejemplo viviéndolos nosotras mismas. ¿Algo aún mejor? Mostrarles cómo, cuando perdemos la paciencia, encontramos maneras de mejorar nuestro comportamiento. De esta manera, nuestros hijos observan y aprenden qué hacer cuando se encuentren en una situación similar. Después de todo, nunca seremos perfectas.

Solo podremos darles este ejemplo de comportamiento cuando tengamos el suficiente amor propio para no permitirnos a nosotras mismas llegar al punto de quedar físicamente exhaustas y emocional y mentalmente agotadas.

¿CÓMO PODEMOS PONERNOS NOSOTRAS MISMAS EN PRIMER LUGAR?

Hay dos maneras en las que yo traigo más amor y auto-cuidado a mi vida.

La primera es algo que hago casi todos los días: me pregunto a mí misma qué podría hacerme feliz. Sí, sé que esa pregunta activa el Ser Destructivo y empezamos a escuchar en nuestras mentes comentarios como “Ten cuidado, ahorita se te antoja algo imposible”, o “En la vida no se puede tener todo”.

Es ridículo que hagamos caso a esa voz. Cuando estoy alineada con mi Ser Verdadero, ¿sabes cuáles son mis respuestas a esa simple pregunta? “Pásate por tu cafetería favorita y cómprate un café”, “Asegúrate de tomar mucha agua con limón durante todo el día, va a ser un día muy caluroso”, “Esta noche tómate un baño con un poquito de aceite de lavanda, te lo mereces”. Se trata de respuestas simples y prácticas.

La segunda manera en que traigo amor y auto-cuidado a mi vida es encontrando tiempo para meditar. La meditación es uno de los más grandes actos de amor que puedo hacer por mí misma.Esta práctica mental nos permite vivir el momento presente y no en el pasado, y nos equipa mejor para dar amor. Sus beneficios son increíbles. Lo que es aún más increíble es que la ciencia ha comenzado a probar muchos de esos beneficios (mejoramiento de la función del sistema inmune, reducción del dolor, reducción de la inflamación, entre otros). Yo, personalmente, he experimentado muchos de sus beneficios: me estreso menos, siento que tengo más tiempo, luzco mejor, no me resfrío tanto como antes y, lo más importante y el punto principal de este artículo, se me hace más fácil dar amor.

Si quieres aprender a meditar, visita www.JudithDuval.com, allí encontrarás meditaciones guiadas y muchas herramientas que te ayudarán a ser una mejor persona y transformar tu vida. Espero que este artículo te haya sido de utilidad. Para que conste, todo lo anterior también aplica para los padres.

La autora es colaboradora de Univisión, oradora frecuente en iniciativas de bienestar enfocadas en los latinos y fundadora de JudithDuval.com.

TEMAS -
  • Madres