¿Sabes quién eres?
¿Una pregunta filosófica y compleja o una pregunta con respuestas directas, gracias a la ciencia, los libros e internet? De todas formas, los tests de personalidad tienen la respuesta
Laura Yépez
Desde los inicios de los tiempos, los seres humanos hemos estado obsesionados con la idea de poder definirnos, de etiquetarnos con un identificador simple (una palabra, un conjunto de letras, un número...) y así poder empacarnos en las gavetas de una tipología o de una categoría en específico. Amamos las etiquetas porque nos permiten identificarnos, tanto a nosotros mismos como a los demás.
La escritora Maria Konnikova sugiere: “Sin etiquetas es muy difícil recorrer el mundo. Queremos saber cómo llamar a las cosas y queremos saber en qué categorías encajan. De lo contrario, es demasiado amorfo; es incierto. Los psicólogos han aprendido que al cerebro humano no le gusta la ambigüedad y la incertidumbre; esas son dos cosas que nos asustan y que nos hacen sentir muy incómodos”.
Y es como plantea la autora Gretchen Rubin: “Es reconfortante saber que tú eres como mucha gente. Entiendes que no estás solo”.
Los cuatro temperamentos
Érase una vez, alrededor del año 400 a.C., el médico griego Hipócrates intentó por primera vez dividir a la humanidad en “tipos”, describiendo cada uno según elementos biológicos. Según resume Konnikova, “los sanguíneos eran calurosos, gobernados por la sangre; los melancólicos eran de la tierra, llenos de bilis negra, más fría y de cabeza más clara que sus hermanos alimentados de sangre; para los coléricos, la bilis era amarilla, lo que resultaba en una volatilidad ardiente; los flemáticos eran del agua, inteligentes y racionales”.
Este modelo fue el primero en permitir explicar al ser humano, ya que la categorización llevó a que ya no se tuviera que hablar de individuos, sino de temperamentos (incluyendo, por supuesto, sus comportamientos, sentimientos y acciones) de grupos.
De forma más llana y aterrizada a los temperamentos:
-Los sanguíneos u optimistas tienden a ser personas animadas, optimistas y despreocupadas. Aman la aventura y tienen una alta tolerancia al riesgo. No suelen tolerar el aburrimiento, por lo que buscarán variedad y entretenimiento. Tienden a ser creativos y artísticos, aunque cambiantes y propensos al exceso.
-Los coléricos suelen ser personas orientadas a lograr objetivos. Son muy inteligentes, analíticos y lógicos. Tienden a ser extremadamente prácticos y directos, por lo que puede que no sean los más amigables o los mejores compañeros, pero sí tienden a ser excelentes líderes. Prefieren estar solos que en compañía de personas superficiales, y disfrutan de conversaciones profundas y significativas.
-Los melancólicos tienden a amar las tradiciones. Aman a sus familias y amigos y, a diferencia de las personas sanguíneas, no buscan novedades y aventuras; las evitan. Las personas melancólicas suelen ser extremadamente minuciosos y precisos.
-Los flemáticos suele ser una persona de personas (‘people person’). Buscan lograr una armonía interpersonal y tener relaciones cercanas, lo que hace que las personas flemáticas sean parejas leales y padres amorosos, además de preservar relaciones con viejos amigos y familiares lejanos. Las personas con temperamentos flemáticos tienden a evitar conflictos y a mediar entre otros para restablecer la paz y la armonía.
Puedes tomar el test aquí.
Las cuatro letras (Myers-Briggs)
El indicador Myer-Briggs (MBTI) es una de las pruebas de evaluación de personalidad más populares.
Los dos objetivos de este instrumento son identificar las preferencias básicas de cada una de las cuatro dicotomías especificadas por la teoría de Carl Jung, e identificar y describir los 16 tipos de personalidad distintivos que resultan de las interacciones entre las preferencias.
Fue creado por Katherine Briggs y su hija Isabel Myers en la década de 1940. Se basaron en la teoría del tipo psicológico introducida en la década de 1920 por el psicoanalista Carl Jung, quien propuso que las personas percibían el mundo a través de la sensación, la intuición, el sentimiento y el pensamiento. Jung sugirió que una de estas funciones psicológicas se destaca la mayor parte del tiempo.
En cuanto a Myers-Briggs, tus tendencias en cada una de estas cuatro características indicarán las letras específicas que componen la conclusión sobre tu personalidad. Al considerar las siguientes preguntas, ¿hacia cuál lado de la balanza te diriges?
-Mundo preferido: ¿Prefieres enfocarte en el mundo exterior o en tu propio mundo interior? A esto se le llama Extraversión (E) o Introversión (I).
-Información: ¿Prefieres centrarte en la información básica que recibes o prefieres interpretar y agregar significado? Esto se llama Detección (S por sus siglas en inglés) o Intuición (N).
-Decisiones: Al tomar decisiones, ¿prefieres mirar primero la lógica y la coherencia o las personas y las circunstancias especiales? Esto se llama Pensar (T) o Sentir (F).
-Estructura: Al lidiar con el mundo exterior, ¿prefieres decidir las cosas o prefieres permanecer abierto a nuevas informaciones y opciones? A esto se le llama Juzgar (J) or Percibir (P).
El resultado son 16 tipos de personalidad expresados en un conjunto de cuatro letras y divididos en cuatro categorías: los analistas (INTJ, INTP, ENTJ, ENTP), los diplomáticos (INFJ, INFP, ENFJ, ENFP), los centinelas (ISTJ, ISFJ, ESTJ, ESFJ) y los exploradores (ISTP, ISFP, ESTP ESFP).
Puedes tomar el test aquí o aquí.
El número (Enneagram)
El Enneagram es un modelo de nueve tipos de personalidad representados en una figura geométrica. Tiene un círculo y distintos triángulos internos. El anillo explica cómo se unen las diferentes personalidades, mientras que el triángulo muestra cómo los tres tipos cercanos pueden influir en cada personalidad.
Los orígenes del Eneagrama aún son inciertos, pero se acordó que G. I. Gurdjieff -el fundador de una escuela espiritual cerca de París en la década de 1930-, fue el primero en utilizar el símbolo del Eneagrama. Se cree que la forma final de la prueba se basa en las enseñanzas de Oscar Ichazo en la década de 1960, y más tarde en 1970 por Claudio Naranjo. Existe también el Enneagram Institute, fundado por Don Riso y Russ Hudson.
Según el Enneagram Institute, las personalidades se desglosan de la siguiente manera:
1. Reformadores
El tipo racionalista, idealista: autocontrolado y perfeccionista, con principios, con propósito.
2. Ayudantes
El tipo cariñoso e interpersonal: demostrativo, generoso, posesivo, con el propósito de agradar a los demás.
3. Triunfadores
El tipo pragmático orientado al éxito: adaptativo, sobresaliente, impulsado y consciente de la imagen
4. Individualistas
El tipo sensible y retraído: expresivo, dramático, autoabsorbido y temperamental
5. Investigadores
El tipo intenso y cerebral: perceptivo, innovador, secreto y aislado
6. Leales
El tipo comprometido y orientado a la seguridad: atractivo, responsable, ansioso y sospechoso
7. Entusiastas
El tipo ocupado y amante de la diversión: espontáneo, versátil, distraíble y disperso
8. Retadores
El tipo poderoso y dominante: seguro de sí mismo, decisivo, voluntarioso y confrontacional
9. Pacificadores
El tipo tranquilo y humilde: receptivo, tranquilizador, agradable y complaciente
Puedes tomar el test aquí.
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¿Podemos definirnos por tendencias, letras o números? No completamente, no con precisión. Pero los tests de personalidad nos permiten conocernos a nosotros mismos (y a los demás) un poco más profundamente, y son útiles en el proceso de contratación en el campo corporativo.
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Fotos: Shutterstock
Laura Yépez
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