Si papá supiera...
Nazaret Espinal
Mirar la paternidad desde una perspectiva que parece nueva pero en realidad es tan antigua como su condición de padre. Una conciencia sobre la importancia del rol responsable del padre en la vida de los hijos, es la propuesta para celebrar su día.
Todo comenzó con una publicación que hiciera la revista médica británica “The Lancet” el 20 de julio de 2017 sobre la importancia del cuidado del niño durante los primeros años de su nacimiento: “Infecciones en los primeros 1,000 días –que van desde la concepción hasta el segundo cumpleaños del infante- pueden tener un efecto a largo plazo en la salud, por ser una etapa crucial de crecimiento y desarrollo”.
“The Lancet” además confirmó que “unos 250 millones de niños de países en desarrollo corren el riesgo de sufrir deficiencias debido al atraso y la pobreza”. Un dato que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) confirma al asegurar que “millones de niños en países más avanzados también están en riesgo al crecer en entornos poco estimulantes e inseguros”.
El rol de la paternidad, ¿qué juega en todo este lío? Pues uno muy importante. Rosa Elcarte, representante de Unicef para República Dominicana, dice en alta voz una realidad a la muchos quieren voltear el rostro: “los padres tienen el poder de ayudar a sus bebés a crecer y prosperar, alimentándolos, jugando y hablando con ellos; leyéndoles, abrazándoles y cantándoles; y cada uno de esos momentos cuenta”.
Elcarte se pronuncia durante una actividad propuesta por esta entidad para, en unidad con el sector empresarial, trabajar en la promoción de una paternidad responsable. Allí destacó lo que, desde el 2001, la institución que representa ha estado tratando de advertir: que la presencia de ambos, el padre y la madre, son vitales para el desarrollo adecuado del bebé.
“Cuando los niños de corta edad reciben abrazos y caricias afectuosas, tienden a desarrollarse mejor. Los cuidados cálidos que responden a las necesidades del niño parecen tener funciones de protección, e “inmunizan” hasta cierto punto al niño pequeño contra los efectos del estrés en etapas ulteriores de su vida”, indica el documento de Unicef sobre la Primera Infancia. Por el contrario, cuando lo que reciben es maltrato o se descuidan, puede peligrar el desarrollo de su cerebro.
Ahora bien, el énfasis en la figura paterna toma carácter porque, desde siempre, su figura ha estado vinculada únicamente a proveer en el hogar. El hombre es el encargado de salir a trabajar y llevar el sustento, dejando el lazo afectivo con los hijos, como si solo fuera una tarea de la madre. Por muchos años ha funcionado de esta manera y este es el intento por cambiar un poco “el casete”, y pase a ser algo más que la imagen fría de los números.
Trabajo y paternidad: un gran reto
Desde el momento de la concepción, la madre crea un lazo muy particular y único con su criatura. Luego, con la lactancia se fortalece. Lo que para la madre es natural, para el padre supone un poco más de esfuerzo. Construir esa conexión con su bebé necesita tiempo, paciencia, dedicación, que a veces no consigue porque está muy ocupado –como ya mencionamos– en su rol de proveedor. Y es ante este reto donde las empresas entran en juego.
Unicef ha identificado que, desde los lugares de trabajo, se pueden impulsar ciertas prácticas para mejorar el ejercicio de una paternidad responsable. Prácticas que implican el desarrollo de estrategias “para enfrentar algunos de los desafíos que se presentan al momento de que querer ponerlas en marcha”, indica el documento preparado por esta institución.
Esta alianza entre Unicef y el sector empresarial quiere funcionar como una campaña, una “marea humana” de sensibilización para que todos los papás del país “conozcan la importancia de su presencia activa en el desarrollo de sus bebés”.
“Cuando hablamos de apego nos referimos a esto: a que papá la puede salvar de todo. Está segura, está unida a él. Eso es lo que buscamos. Con eso, sus hijos van a ser absolutamente felices”. Rosa Elcarte, representante de Unicef en el país, se refiere a Arelis, una niña de cuatro años hija de Ángel Adames, padre soltero que se ocupa de todas las actividades y cuidados de su hija.
Elcarte advierte que muchos papás desconocen los beneficios que brindan a sus hijos con solo jugar con ellos y abrazarles.
Algunas de las propuestas indicadas para poner en marcha en las empresas
1 Difundir a través de redes sociales y medios de comunicación internos mensajes sobre cómo mejorar el futuro de los hijos.
2 Establecer políticas para la conciliación de la vida familiar y laborar con horarios flexibles.
3 Indicar que “un súper papá” ama, alimenta y juega con su bebé.
4 Ofrecer días de licencia de paternidad adicional.
5 Informar sobre la importancia del apoyo del padre a la madre que lacta.
¿Cómo se beneficia un bebé con la presencia de sus padres?
Un boletín compartido por las Naciones Unidas para hablar sobre “los primeros momentos del niño” destaca que con cada nueva conexión neuronal (que pueden ser hasta mil por cada segundo) se contribuye a la función cerebral, al aprendizaje, a forjar las bases para su salud futura y felicidad. Esta dinámica explosión eléctrica (sinapsis) cerebral se logra gracias al contacto, los movimientos y las emociones que se despiertan en la criatura.
“Es en esos primeros años de la infancia cuando las experiencias y las interacciones con madres, padres, miembros de la familia y otros adultos influyen sobre la manera en que se desarrolla el cerebro del niño y tienen consecuencias tan importantes como las de la nutrición suficiente
y la buena salud. Y la manera en que el niño se desarrolla durante este período prepara el terreno para
el ulterior éxito en la escuela y el carácter de la adolescencia y la edad adulta”, reafirma el documento presentado por Unicef en el 2001 sobre el Estado Mundial de la Infancia.
Nazaret Espinal
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