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Redes Sociales

¡Yo sobreviví a Tinder!

O cómo salir ileso de la experiencia de ser un novato en esta red social

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¡Yo sobreviví a Tinder!

En teoría Tinder es una red social creada con el objetivo de ser un espacio en el que personas con las mismas preferencias puedan iniciar conversaciones y concretizar citas, pero la realidad es un poco más complicada, especialmente cuando se trata de una persona que nunca antes ha utilizado esta aplicación y no tiene idea de qué se puede esperar de ella. Tomando eso en cuenta, cuando surgió la idea de escribir un artículo sobre la experiencia de alguien navegando la famosa aplicación por primera vez, decidí que solo había una cosa por hacer: convencer a un compañero de trabajo para bajar la aplicación y ver cómo le iba.

Hola Miguel

Hola.

Quiero aprovechar la oportunidad para agradecerte por acceder a participar en este pequeño experimento.

¿Acceder? Me arrebataste mi celular de las manos y me hiciste prometer utilizar la aplicación si no quería que compartieras mis fotos personales en Instagram.

No debes vivir en el pasado Miguel, es una actitud muy desagradable. En fin a lo que vinimos. ¿Qué sabías de Tinder antes utilizarlo por primera vez?

En realidad no sabía mucho sobre Tinder fuera de algún comentario de una amistad o alguna referencia en una película o serie de televisión y normalmente en el contexto de un chiste, pero, básicamente, solo la conocía como la aplicación para encontrar una pareja en línea.

¿Y qué nos puedes decir de tus primeros pasos en la aplicación? ¿Fue fácil empezar?

No estoy, tú fuiste quien bajó la aplicación en mi celular y quien creó mi perfil antes pasarme el celular y desearme suerte.

Ok, entiendo, en resumen, después de que bajas la aplicación y la vinculas a tu cuenta de Facebook o inscribes tu número de teléfono, tienes que incluir unos datos básicos como un correo de e-mail, nombre, edad, una foto de perfil y otros detalles como tu edad o profesión.

Ah, eso explica todas esas llamadas extrañas que he estado recibiendo a las 2:00 de la mañana. Quizás no fue una buena idea usar una foto en la que mi cara está pegada al cuerpo de un modelo.

Es increíble lo que se puede hacer hoy en día con una buena aplicación para editar fotos. Bueno, se supone que después de concluir esa parte se supone que la aplicación te ayuda a decidir quién te gusta y quién no. ¿Eso fue lo que pasó contigo?

Más o menos, cuando empecé a usar la aplicación y a ver los distintos perfiles de los otros usuarios que me di cuenta de que había que deslizar hacía la derecha los candidatos que me gustaban, hacia la izquierda los que no me interesaban y hacia arriba los que más me gustaban. Definitivamente saber esto al principio habría sido de gran ayuda.

Ah, pensaba que te lo había explicado.

No, tú me dijiste que había que deslizar a la izquierda los que me gustaban, hacia la derecha los que no me llamaban la atención y hacia arriba los que me daban miedo.

Bueno, ok, ¿y qué pasó después?

Cuando por fin entendí cómo era que Tinder funcionaba, cada vez que tenía la oportunidad me conectaba a la aplicación y empezaba a deslizar de derecha a izquierda entre docenas de perfiles y debo de admitir que me topé con muchos personajes muy coloridos e interesantes, pero me costaba encontrar a alguien que en realidad quisiera conocer en persona.

¿Sí? El otro día yo te vi muy concentrado con tu celular, ¿seguro que no encontraste a nadie?

Ah sí, una persona.

Eso es bueno, ¿y quién era? Vamos, cuéntanos qué pasó.

Después de varios días deslizando hacía la izquierda me crucé con una chica que se veía muy interesante, así que deslicé hacía la derecha, ella correspondió y empezamos a chatear.

Ok, ¿y entonces?

Me di cuenta de que era mi ex.

¡Rayos y centellas! ¿En serio? ¿Y cómo pudo pasar eso?

No estoy seguro, pero creo que alguien también la “ayudó” a ella a crear su perfil y a elegir una foto de perfil muy extravagante (y con muchos filtros). Me gustaría que no mencionaras esa última parte.

Claro que no, no te preocupes, pero ¿qué pasó después?

Los dos juramos que nunca hablaríamos de eso y continué navegando, pero lo que encontré fue una serie de personas cada vez más extrañas. Ya cuando empezaron a parecer hombres entre mis opciones para un cita decidí que ya era suficiente y cerré mi cuenta.

Pero solo la estuviste usando por siete días, no te puedes rendir tan pronto.

¿Qué? No, voy a volver a Tinder, pero esta vez yo voy a preparar mi perfil y voy a empezar de cero.

Eso es bueno. Es importante nunca rendirse en el amor.

Claro, siempre y cuando tú no hagas el papel de Cupido.

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Escritor y periodista con más de 10 años de experiencia en las áreas del periodismo y escritura creativa.