Consejos para aliviar el dolor de oídos en un vuelo
Se produce por las diferencias de presión de aire
No a todos les sucede, pero mucha gente sufre al subirse a un avión de un fuerte y agudo dolor de oídos. Este se produce por los cambios bruscos de presión de aire y en efecto es bastante molesto y doloroso para quienes lo padecen. Y en algunos casos, si deriva en un barotrauma - un traumatismo provocado por estos cambios de presión - puede causar síntomas que van desde una inicial sensación de taponamiento, a una leve sordera, ruidos graves en el oído - acúfenos y en algunos casos hasta la ruptura del tímpano, sangrado y vértigo periférico.
Por qué y cómo se produce
El cuerpo humano tiene un mecanismo que compensa las diferencias de presión interna y externa y funciona a través de la entrada de aire al oído por lo que se llama Trompa de Eustaquio. Este es un pequeño conducto que comunica el oído con la parte trasera de la nariz y no siempre se encuentra abierto, solo sucede cuando se contra el paladar cuando tragamos, bostezamos, masticamos o movemos nuestra mandíbula.
Cuando surgen los problemas y cómo evitarlos
En un vuelo, el aire está presurizado para mantener una presión constante entre los 1.500 metros y 2.500 metros de altitud. Los dolores suelen darse tanto en el despegue como el aterrizaje, que son los momentos con movimientos y cambios de presión más bruscos. Y el síntoma más normal es el de un taponamiento en el oído, que si bien no es doloroso puede ser bastante incómodo.
Hay ejercicios sencillos que puedes hacer para regular la presión desde antes de iniciar tu viaje y en el caso de los adultos es el de masticar chicle. Todo el movimiento que hace tu mandíbula al masticar un chicle permite que tu oído se ventile desde el inicio y tolere mejor los cambios de presión. En los niños más pequeños, la succión del chupete o su biberón al momento del despegue y del aterrizaje, también puede ser suficiente.
Además de masticar chicle, si sientes incomodidad durante el viaje es recomendable que hagas movimientos mandibulares, abras grande la boca incluso generando un bostezo. Eso permitirá que también ventile tu oído y la sensación no sea tan incómoda.
Si todo eso no es suficiente, puedes utilizar las maniobras de mansalva, que consiste en tomar aire, tapar tu nariz y boca y soplar, aumentando la presión en la faringe. Eso facilitará que tu oído interno se ventile.
Por último, si es un vuelo corto, intenta mantenerte despierto ya que durante el sueño el mecanismo de deglución se ralentiza.