Control de la ira: técnicas de sencilla aplicación
Mira cómo gestionar mejor tus emociones
¿Has tenido algún brote de ira? Se trata de una fuerte emoción negativa que surge como resultado de lo que percibimos como una amenaza o un trato injusto que bloquea nuestras metas. Generalmente se dirige a los demás, incluye una mayor activación fisiológica e implica cambios en los procesos de pensamiento.
La ira parece ser más beneficiosa cuando se maneja y expresa de manera controlada y positiva. Las emociones de ira pueden incluir: frustración, desprecio, indignación, furia, amargura y resentimiento. Se cree que cada una de estas emociones está estrechamente relacionada con la ira y es posible que tendamos a expresar algunas de estas más que otras.
¡Lleva un diario! Explora qué es exactamente lo que está desencadenando tu enojo. ¿Qué pensamientos y emociones tienes? ¿Qué podrías hacer para resolverlo? Toma nota de cada detalle.
Pensamientos de enojo: intenta hacer una pausa y replantearte de manera que te ayude a cambiar las cosas que te molestan.
Habla contigo: negocia contigo, establece límites para reducir los sentimientos de impotencia. La ira puede ser una emoción intensa, pero también se puede controlar.