Parece de ficción pero es real: la laguna rosada escondida en México
Es uno de esos fenómenos naturales que impactan a primera vista. Y puedes ir a visitarla
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La península de Yucatán es conocida por sus encantadoras playas paradisíacas y destinos famosos como Cancún o Tulum y los sitios arqueológicos en lo que se alzan, deslumbrantes, las ruinas Mayas. En general, es un lugar muy bonito para visitar y es de gran atractivo turístico para viajeros de todas partes del mundo. Sin embargo, dentro del Parque Natural Ría Lagartos, se encuentra un diamante en bruto poco frecuentado: el Lago Rosa.
El nombre es bastante claro y literal: es un lago de aguas rosadas ubicado en Las Coloradas un pequeño pueblo pesquero al que el turismo masivo propio de la zona todavía no ha afectado. Verlo vale la pena: el Lago Rosa es un extracto de fantasía en la vida real.
Pero, ¿cómo se produce esa tonalidad? Bueno, hora de recurrir a la ciencia: su color se debe a la fuerte presencia de haloarchaeas, unos organismos extremadamente halófilos (es decir, que viven en ambientes con concentraciones altas de sal) ¿La clave? Las haloarchaeas utilizan un pigmento llamado bacteriorodopsina para conseguir energía a través de un proceso similar a la fotosíntesis que se da en las plantas. Este pigmento termina por teñir el medio en el que se encuentran (agua, en este caso) de rojo o rosa.
En muchos lugares (incluida República Dominicana) hay cuerpos de agua con altos contenidos de sal en los que pasa algo parecido y nos da una escena igual de deslumbrante, pero lo que ocurrió en Las Coloradas fue completamente accidental. Dado que es un puerto pesquero, la industria de la sal es importante... y ocurrió simplemente que las reservas de esta fueron a parar al lago ¿El resultado? Un llamativo y novedoso punto turístico que poco a poco va amasando su fama.
Recomendaciones y tips a tener en cuenta si la visitas
La entrada cuesta $50 mexicanos, o sea, aproximadamente $140 dominicanos. Viene con un guía incluido, que te comentará sobre la historia del lugar y el emblemático color que caracteriza al lago. En general, el tour es bastante completo y verás que vale la pena para conocer ciertos lugares, como aquel en donde suelen verse flamencos (irónico, ¿no?) o un baño maya de arcilla blanca.
No está permitido entrar con comida porque puedes ensuciar el lugar y nadie quiere que eso suceda, especialmente los habitantes del lugar, que cuidan al Lago Rosa como el tesoro que es.
Por otro lado, sí es recomendable llevar agua porque te deshidratarás fácilmente. El sol es potente, así que también necesitarás una provisión decente de bloqueador.
Desafortunadamente, no está permitido meterse al agua. Desde luego que es una enorme decepción, pero al hacerlo podrías no sólo afectar el ecosistema que mantiene la tonalidad del agua, sino también a tu propia salud.
¿Qué opinas? ¿Crees que es lo suficientemente interesante para visitarlo?
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