Piel de naranja: ¿a qué se debe y cómo mejorarla?
La piel de naranja es un problema que padecen varias mujeres y que se manifiesta por un daño en el tejido. En esta nota te contamos de qué se trata
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La piel de naranja se caracteriza por la alteración del tejido graso subcutáneo que se acumula de manera masiva hasta el punto de presionar y sobresalir entre las fibras del tejido conectivo. Este tejido forma una red de pequeños bultos que simulan la piel de una naranja.
A diferencia de la celulitis, esta afección implica una infección de la capa subdérmica, aunque se suelen utilizar como sinónimos. A su vez, la piel de naranja puede producirse por factores como la genética, es decir cuando es hereditaria. Por otro lado, tiene una mayor tendencia a aparecer en las mujeres, debido a los cambios hormonales.
Otro factor que favorece a la aparición de la piel de naranja es la edad. En esta etapa de la vida, la piel comienza a experimentar cambios que incrementan este problema debido a la pérdida de los nutrientes, como el colágeno y la elastina, y al sedentarismo. A su vez, se forman depósitos de grasa en las zonas menos ejercitadas y esto favorece a la piel de naranja.
Para combatir este problema existen tratamientos corporales a base de luz, cremas o masajes localizados que actúan directamente en la zona afectada. Por otro lado, la mejor opción para mejorar las marcas, es realizar una dieta equilibrada baja en grasas malas y realizar actividades físicas, como aeróbica o pilates.
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